Prólogo

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No se que pasaba por su cabeza, la extraño, me hace falta. Aun recuerdo los colores de su sonrisa.
La conocí cuando menos lo esperaba y la perdí de la misma forma.
Annie nunca supo lo que sentía por ella y fui un completo imbécil por no decirle.
Ella era perfecta. Siempre sonreía, sus ojos eran enormes y cafés de enormes pestañas, su cabello era castaño claro y largo hasta la cintura y quebrado, sus labios eran gruesos y en una perfecta forma de corazón, sus curvas eran un delirio para mi, no podía pasar un sólo segundo sin mirar su cintura, sus...
Bueno todo era perfecto, solíamos pasar tanto tiempo juntos que me sorprende que nunca hubiésemos sido mas que amigos, ahora jamas tendré la oportunidad de decirle mis verdaderos sentimientos y hacerla mía.
¿como pudo dejarme así?

Mente SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora