Marzo 20, 1975
Los eventos de la semana pasada me dejaron agotada, con el pasar de los días seguía pensando en la absoluta nada.
Aunque el beneficio de estos días recientes donde me encontraba recostada a lado de Patrick en el piso de su sala principal, lo cual era de unos conocimientos nulos de sus padres que se encontraban de viaje, los cuales tendrían el pacífico sentimiento que su casa está en soledad absoluta, la razón era que Patrick se encontraba de viaje con la familia de uno de sus amigos.
Una de las tantas mentiras piadosas y sutiles que me daba un momento de paz.
Trascurriendo los leves tonos de los discos de Patrick, mayormente se me encontraban insufribles, pero hoy se encontraban tan encajados con el ambiente que tenía.
Al rededor del tiempo siempre me olvida los nombres, dejándome con la punta de la letra.
I could cross the burning desert
If I had you by my side
...
There is nothing I couldn't do
If I had you
La liguera melodía me centraba más en las flores del garrón que se encontraba entre nuestras cabezas, sobre la mesita del medio, distrayéndome en totalidad de lo que decía, que la verdad no me interesaba en nada.
Siempre me quedaba hipnotiza en las ramas que sobresalían de los tallos de las flores, que le daban un toque que no tenían las demás casas, la delicadeza que arruinaban un tallo que debe estar completamente liso según mi madre. Algo de lo cual estoy en desacuerdo.
Las flores son como las mujeres dijo mi padre una vez, que me dejo con la única cosa que acordaba con él.
La simpleza con la que las ven las personas era tan prejuiciosa, sin embargo, si se enfocaban en algo más que eso, en la similitud de una persona a una flor, del cómo cada rama que se retorcían lejos del tallo a semejada con la contextura del cuerpo más puro, esa sensación que tuve una vez en mis manos solo podía verla en las flores, flores como las que decoraba la Sra. Lewis que las colocaba como si las cortara ella misma de su raíz.
Pero lo que me impresionaba más eran los pétalos que, aunque la textura de los tallos y ramas no se asemejaban a la piel, los pétalos eran la mejor manera de describir la piel de una mujer, tan suave con una aroma tan natural como una rosa, una que podía lastimarse y quedar marcada si la presionas con la fuerza necesaria.
Marchitándose como cuando un sentimiento acaba, tan sensibles como la piel de una joven, flores tan imperfectas y exquisitas a la misma vez.
Dejándome colgada con el abrupto que salió de sus labios, haciéndome prestarle mi desacuerdo y molestia.
-Ya sabes mi respuesta y no me llames así Patrick- dije desviando mi mirada hacia él.
-Vamos honey, además es tan dulce como tú- su expresión de asombro con pizca de enfado no calmaba la carcajada que solté
-Sabes mi respuesta, además no dejaste claro la última vez que ya no me acerque a esos lugares- dije volviendo mi mirada al techo
-Pero ha pasado tiempo, sé que no te agrada recordarlo, pero sabes qué fue lo mejor - dijo bajando el tono en la última parte - Sabes que lo que paso no fue culpa tuya, pero piensa en lo que pudo haberte ocurrido si alguien se enterara.
-No importa cuánto tiempo pase Patrick, y entérate de que el arresto de mujeres no ha pasado en 4 años- dije para que soltara el tema
-Que no las arresten o muestren al público no significa que la gente ...- y se detuvo ahí
-Que no lo tome por su propia mano como paso con Lizzie - dije parándome y acercándome a mis cosas
-No te fastidies si, no dije nada aquella vez, pero sabes que no estoy de acuerdo con eso, sabes cómo acabaremos Camille- dijo con un tono calmado
-Lo sé, será mejor que ya regresé - mencioné acercándome a la puerta cuando me agarra la mano
- ¿Vendrás mañana? - menciono acomodándome mi saco y cabello que se encontraba en mi frente
-No podre este fin, tengo pendientes que hacer- sonreí sosteniendo su mano y despidiéndome - Te veré el lunes de acuerdo
- Está bien, ten cuidado en el camino- despidiéndose con un saludo cuando me ve voltear para verlo
Camine por un camino distinto para evitar miradas vecinas, seguí caminos nuevos de lo que use la última vez.
Pero el sol seguía en lo alto, pasar una mañana apresurada fue lo cómodo de estos días donde iba a la biblioteca a leer unos pendientes, engaños que salían tan fáciles como los que acaban de salir de mi boca al despedirme de Patrick, tenía pendientes, pero no de los que suponía, este fin no me quedaría en casa, no podía incumplir mi palabra con Lizzie, aunque este lejos de París ella amaba esta ciudad, caminando con cautela cruce una fachada poco visitada a vista de sus vecinos, pero era uno de los lugares más vistos, recuerdo que Lizzie me menciono que había uno en la zona, cosa que creía que era imposible, pero estaba a vista de todos y nadie lo tomaba en cuenta.
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Canción del capítulo: If I had you - Etta Jones
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✧ Your Falling Symphony ✧
Lãng mạnTener alguien, es cuando una persona no solo formo parte de tu vida, sino que era todo para tu mente. Y perder a todo es el dolor más grande no le deseas a nadie sin importar el daño que te hizo. Esa noche, ese lugar lleno de luces y tantas personas...