Marzo 12, 1975
Estaba pasando entre la gente mientras pensaba en todo lo que estaba pasando, en como mi terrible día termino aquí en una de las tantas mansiones que se encontraban muy alejadas de mi hogar. Podría decirse si alguien me reconociera aquí se indignaría u sorprendería de ver a la señorita Moreau en una de estas galas secretas, pues claro ya que todo lo que se hacía aquí era indecente frente a los ojos de la gran sociedad. Mis nervios que alguien supiera quien soy me llenaban de entusiasmo y hacían que quisiera quedarme más tiempo.
Y porque me creaba esta sensación, bueno . . .
Lo etiqueta de rumores que me pondrían en una mesa llena de señoras casadas, sería la candidata perfecta, lo cual me generaba siempre ser observada. Lo que pasa al seguir en el mercado como dicen muchas damas de sociedad, ya que aún no tenía a un hombre que me cortejara. Debido a todos estos halagos no tomaba ninguna insinuación hacia a mí de un hombre esencialmente importante para mí.
La realidad es que aun pasado los años en que casarse a penas cumplas los 21 sea una regla, el disgusto para los jefes de las familias, como mis padres que desea que sea más como las demás. Una más del monto que ya está casada o comprometida.
Pero no me interesa, estar sirviendo o ser el modelo de un hombre para que se sepa que en la casa Moreau salen jovencitas bien dotadas. Mayormente me enfurecería porque solo vean nada más que una joven bien educada y lista para ser desposada.
Ya que así era vista por todos, pero mientras me paseo por la gran cantidad de personas a horas de la madrugada seguramente, me ponía en pensar si me iba de aquí lejos de todo me arrepentiría. La verdad, escaparme de casa esta noche, era algo arriesgado, no solo por el lugar, sino también por Patrick.
Y entonces mire a cierta dirección donde una chica casi de mi edad o eso me pareció, era hermosa mucho en verdad a la vista de cualquiera. La libertad que soltaba en cada movimiento me hacía no dejar de observarla. Sus ojos color caramelo se cruzaron con los míos; me sonrió, podía decir que era algo que me impresiono, y era diferente, ¿quién será?
Intente caminar entre las personas para acercarme. Tenía un vestido diferente de los de aqui, ¿será de otro lugar? Sentí un agarre de mi muñeca que me hizo voltear, pero cuando regresé la mirada a donde estaba ella, ya no la encontré.
- Camille, debemos irnos, ya son las 4 si no nos vamos se nos hará tarde para tu casa- dijo el joven chico
- ¿Ah? Espera un segundo Jackson creo que - miraba alrededor para encontrarla, se habrá ido o siguiera aquí, me lo preguntaba
- ¿Camille? Me estas escuchando, ¿a quién buscas? - asomando su mirada a la misma dirección que veía la chica
-Ah nadie, solo nadie vámonos sino no llegaremos a tiempo- dijo confundiendo al chico que no le tomo mucha importancia, logrando que salieran del gran salón sin preguntar más.
Caminaba por las calles de París abrazada de Jackson, claro que sin que se notara mi rostro, no era que él sea mal chico. La verdad cualquier chica lo quisiera tener la misma posición que tengo yo ahora.
Eh estado con él en secreto hace unos meses, no quería que se supiera, y él lo entendía, nuestros padres desde que nacimos quisieron que estemos juntos, pero con el paso de los años desistieron y en esos momentos nos enamoramos o era atracción no lo sé en verdad, sin presiones u opiniones de otros, eso me gustaba. Jackson era diferente a muchos, me entretenía con él de todas las maneras.
Cuando llegamos al patio de mi casa me ayudo a subir por mi ventana, me beso en los labios, quería que se quedara toda esta presión que nos vean era emocionante de algún modo, pero también debería llegar a su casa o por lo menos salir del vecindario de la mía.
Entro a mi habitación y me cambié de ropa faltaba una hora exactamente para que vengan a levantarme, así que decidí descansar un poco.
No podía pensar más que en la chica de la fiesta, que seguramente nunca la volveré a ver, pero su mirada su andar eran algo que no se me salía de la cabeza, hasta que la puerta de mi habitación fue abierta por una de las sirvientas de la casa.
Y la rutina de todos los días iniciaría, aunque recordé que hoy vendrían a cenar los amigos de mis padres, un poco de revuelo en la casa.
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✧ Your Falling Symphony ✧
RomantizmTener alguien, es cuando una persona no solo formo parte de tu vida, sino que era todo para tu mente. Y perder a todo es el dolor más grande no le deseas a nadie sin importar el daño que te hizo. Esa noche, ese lugar lleno de luces y tantas personas...