PARTE #9
Santiago lloraba y Teo no sabía que más podría hacer por su niño, así que lo estuvo arrullando, los hipidos de su bebé eran más suaves, cuando lo puso en la cama para ponerle el pañal, el solo miraba a los lados, sentía mucha vergüenza estar en aquella situación.
El mayor le hizo unas suaves cosquillas al terminar de ponerle el pañal, el niño sonrió, Teo agarró el calzoncillo y se lo puso, aunque poco haría la prenda apenas tapaba el enorme pañal que tenía puesto el niño. Solo faltaba una playera y un pantalón.
Unos minutos después, Santiago vestía una playera con mangas largas esta tenía dibujos de carritos, el pantalón que llevaba era más holgado simulando así el pañal.
Teo se recostó junto al bebé, descansando su cabecita en su brazo. El momento era celestial y nada más le gustaría que su pequeño esté tranquilo. Santiago se aferraba cada vez más a Teo, no lo quería soltar. El abrazo era muy cálido, el mayor en pocos minutos se relajó y quedó profundamente dormido junto a su bebé.
MINUTOS DESPUÉS
Mientras dormía el pequeño, su estomaguito se aflojó y empezó a hacerse popo. El mayor que aún dormía, le llegó el olor del pañal. Teo despertó y vio a Santiago aún dormido, le bajo el pantalón lo suficiente para quitarle el pañal sucio. El pequeño boca arriba y el mayor retirando las cintas mostrando como se había manchado su pequeño.
- Teo: [pensando] Si pude limpiarlo en el centro comercial puedo limpiarlo ahora.
Teo tomó los pañitos húmedos para limpiarle el culito, parecía un reto, pero tuvo menores arcadas que cuando lo cambio anteriormente, de suerte para él, el pequeño no se había despertado, cuando vio que ya había quedado limpio, con la crema antirrozaduras con su mano lo esparció por toda la zona que cubriría el pañal, el niño parecía que iba a despertar, pero solo sonrió dormido. Teo observo feliz a su pequeño y también sonrió, al culminó de ponerle la crema, se limpió con una toallita y con el pañal en mano se lo fue colocando.
Después tomó el pañal sucio y las toallitas que se usaron y las colocó en una bolsa, la amarró, lo tiro al tacho de la basura del baño de su cuarto y abrió la ventana suavemente para dejar entrar aire fresco. Cuando terminó todo, le subió de vuelta el pantalón y lo cubrió con las frazadas para que siguiese durmiendo. El también se recostó y se durmió de nuevo junto a su pequeño.
1 HORA DESPUÉS
Al cabo de 1 hora el mayor fue despertado por Caroline que llamaba a su puerta.
Teo se acercó a su pequeño, le estuvo acariciando sus castaños mechoncitos, el nene fue abriendo sus ojitos y con una gran sonrisa al ver a Teo se abalanzó a abrazarlo. El mayor lo tenía entre sus brazos.
- Teo: ¿Cómo durmió mi pequeño bebé?
- Santiago: [abrazando a Teo] Muy bien.
- Teo: Bebé y, ¿Cómo está tu pancita?
- Santiago: Me duele poquito.
- Teo: Sabes pequeño, hoy vino una visita y...
- Santiago: [haciendo pucheros] Y no quieres que me vea...
- Teo: El vino porque se lo pedí para que te revisará, él es un buen médico.
- Santiago: [haciendo pucheros] No me inyectada nada, ¿Veda?
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EL PEQUEÑO DE PAPI
Dla nastolatkówLa vida de 2 jóvenes con vidas totalmente distintas, dieron un giro sorprendente en sus vidas cuando se conocieron. El menor era el blanco de múltiples abusos no solo por sus compañeros sino también de aquellos quien él consideraba su familia. Sin...