2.

223K 17.5K 11.5K
                                    

El día estaba nublado y hacía demasiado frío. Todas las chicas que estaban en mi clase estaban tiritando por el frío, y no era para menos con el fuerte viento.

-¡¿Correremos?!-Preguntan con una exclamación todas las chicas. Todas se estaban quejando hasta que la profesora las interrumpe, tal vez cansada de escuchar los chillidos de esas chicas.

-Los hombres empezaron hace ya 8 minutos. Vayan, ahora.-Nos ordena.

Luego de haber tomado mi medicamento, comienzo a correr, superando a todas mis compañeras que iban solamente hablando y caminando.

Luego de cinco minutos corriendo, siento un malestar en mi pie, justo en la parte de atrás. Las zapatillas nuevas me habían hecho daño en el pie derecho, por lo que comienzo a caminar.

A unos cuantos metros de mi, diviso a Jin y lo saludo con mi mano en alto y con una sonrisa.

-¡Hola!-Le saludo mientras ambos comenzamos a caminar.

-Hola... Eh... Traje tu pañuelo.-De su bolsillo saca mi pañuelo y me lo tiende.-Lo lave muchas veces así que...está limpio.-Sonríe ligeramente y yo le doy una de mis mejores sonrisas.

-Tienes un gran sentido del deber, Jin.-Río.

-Bueno, sobre eso, yo... -No pude seguir escuchando más, pues había pisado mal y me tropecé, así que solo esperé mi impacto contra el suelo. Aunque este nunca llegó.

Siento su brazos rodearme y luego me sueltan cuando estoy de pie de nuevo en el suelo.

-¿Estás bien?-Pregunta con preocupación mirando mi pie.

-Si, no es... -Le digo con nerviosismo.

-Te vi apoyar mal el pie.-Me reta. Saca mi zapatilla y baja mi calcetín hasta la mitad del pie para ver la ampolla que las zapatillas nuevas habían hecho en mi pie.

-Tu pie esta horrible.-Dice con un pequeño atisbo de diversión en su voz. Le doy un pequeño golpe en su hombro mientras sonrío.

-No es na... -Me interrumpe poniéndose adelante mío, hincado y dándome la espalda.

-Sube, te llevaré a enfermería para que revisen tu pie. -Dice con voz seria, esperando a que suba a su espalda.

-No, no, yo...

-Vamos.

-Soy muy pesada y estoy...

-Sube.-Me manda. Estaba nerviosa. A la única espalda que había subido en toda mi vida, era a la de mi papá cuando era más pequeña.

-Bien.-Me acerco a él y pongo mis manos en sus hombros. Y creyendo estar lista para ir, digo:-Vamos.

-Acércate más a mi, así.-Sus manos toman las mías que estaban apoyadas en sus hombros y me tira hacia adelante, provocando que me sujete rápidamente de él. Con un movimiento rápido, toma mis piernas y luego se levanta del suelo conmigo en su espalda.

-Gracias.-Murmuro mientras me afirmo bien de él.

Luego de algunos segundos de silencio, él lo interrumpe.

-¿Y porqué odias a ese tal Jimin?-Pregunta. Ruedo los ojos y bufo.

-Verás, rechazó a mi amiga de la forma más cruel posible para ella. Hay formas un poco más amables de rechazar a alguien ¿sabes?-Digo mirando hacia un lado.

-¿Pero no crees que sería injusto si él fuese falsamente amable con ella y hacerla tener falsas esperanzas?-Lo observo y noté su vista en el suelo.-¿Lo conoces, por lo menos?-Pregunta. Me quedo callada por algunos segundos.

-No.-Murmuro.

-Entonces no deberías decir esas cosas.-Dice seriamente.

-¿Es..es tu amigo? Lo siento...-Pregunto y me disculpo a la vez.

-No, no es eso...-Responde de la misma manera que lo ha hecho desde que hemos hablado: seriamente. Sonrío y volteo mi rostro, poniéndolo a un lado de él.

-Tienes un buen corazón, Jin.-Sonrío.

-No lo tengo.-Responde.

~~~~~~~*~~~~~~

Habíamos llegado a la enfermería hace algunos minutos. La señora de una edad más avanzada estaba viendo algo en su escritorio mientras yo estaba senada en la camilla.

-Creo que es hora de volver.-Dice Jin mientras se da la vuelta.

-De acuerdo, muchas gracias.-Digo con una sonrisa, dándole las gracias por haberme llevado a enfermería.

-Ten.-Me tiende un papel y me sonríe ligeramente para luego desaparecer por la puerta. Dejo de mirar la puerta para voltear a ver aquel pequeño papel de color blanco. Lo abro y dentro se halla una nota con una muy linda letra.

"Si puedes, al final de clases ve al viejo salón de Ciencias. Si no puedes, mándame un mensaje. xx"-Y luego su número celular estaba escrito.

Sonrío y asiento, a pesar de que él ya no está allí.

Luego de algunos minutos, la enfermera me deja salir del lugar y voy hacia los vestidores, pues aún tenía mi ropa de Gimnasia puesta. Abro la puerta y entro a los vestidores. Algunas siguen cambiándose de ropa y mis amigas me voltean a ver con el ceño fruncido.

-¿En donde estabas?-Pregunta Yuri mientras se cruza de brazos. Abro mi casillero para comenzar a quitarme la ropa y colocarme el uniforme.

-En enfermería, me he herido el pie.-Digo mientras me abotono la camisa. Sentía mis mejillas rojas desde que Jin me ha entregado aquel papel. Y también porque me avergonzaba cambiarme de ropa en la escuela.

-¿Estas bien?-Pregunta Yoon mientras se acerca a mi, al igual que Naeun.

-Tienes las mejillas rojas.-Dice Naeun mirándome fijamente. Yoon le da un suave golpe en el estomago y río.

-No, no pasa nada.-Digo algo nerviosa mientras me río. Si algo se me daba mal, era mentir.

Las clases habían terminado por hoy. Estaba en la salida con mis amigas hasta que me despido de ellas, diciendo que debo hacer otra cosa primero y que se fueran sin mi. Camino hasta la vieja aula de Ciencias, que estaba cerca de las aulas de los de último año.

Deslizo la puerta y entro, encontrando a Jin dentro, viendo por la ventana. Este al escuchar el ruido, voltea y me mira con una sonrisa ladina.

-Pensé que no ibas a venir.-Y una sonrisa sincera pasó por sus ojos. Sonrío y miro el aula, viendo unos puestos amontonados en una esquina, algunos arriba de otros y, desde afuera, se podía ver un espacio libre.

-¿Que es eso?-Pregunta curiosamente mientras me acerco a las mesas. Él se acerca a mi y se agacha al igual que yo.

-Es una base secreta. Entra por aquí.-Dice como si fuese un secreto. Con su dedo, señala un espacio libre en el que podía pasar, entremedio de un puesto.

Él pasa y luego yo. Era un poco más grande de lo que aparentaba desde afuera.

-Esto es...-Estaba mirando alrededor, hasta que vi delante de él una bolsa llena de dulces. Mis ojos se iluminaron y me acerqué con rapidez hacia él. -¡Dulces!-Exclamo con una sonrisa mientras abro la bolsa.

-No sabía cuales te gustaban, así que decidí comprar de todo un poco.-Dice con una sonrisa.

-Muchas gracias.-Le sonrío mientras revuelvo la bolsa.-Nos demoraremos años en comer esto.-Bromeo por la cantidad de dulces que compró.

-Entonces nos encontraremos aquí cada día. ¿Esta bien?-Pregunta con una sonrisa.

-Claro.-Asiento enérgicamente y con una sonrisa.

Amargo » Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora