Capítulo 7

106 12 4
                                    

-Si, aun no puedo creer lo que viví ayer - Alicia les dijo a sus amigas.

-¿Y ahora? ¿Qué pasará, amiga?

-Bueno, pues quedamos de frecuentarnos y llevar las cosas poco a poco de hecho quedó en hablarme hoy.

-Ay amiga, nos da tanto gusto que estés así de contenta.

-Nunca pensé que a mi edad me estuviera pasando esto y menos con un hombre mucho más chico que yo.

-Alicia, te prohíbo que vuelvas a decir eso-exclamó su amiga Fedora-Tu te mereces todo la felicidad del mundo con quien sea.

-Pocas veces estoy de acuerdo con Fedora pero esta vez tiene toda la razón, así que tu olvidate del mundo y arriesgarte amiga-le dijo Rebeca.

-Gracias por todo el apoyo que siempre me han dado - dijo Alicia con lágrimas en los ojos-Pero bueno ya nos estamos poniendo sentimentales, vamos a trabajar.

Alicia tenía un día muy ocupado que ni siquiera había podido agarrar su celular.

-Hola, ¿se puede?

-¿Marín? ¿Qué haces aquí?

-Te estuve marcando y como no contestaste decidí venir.

-Perdón, hoy he andado demasiado ocupada.

-Pensé que te habías arrepentido de todo lo que pasó ayer.

-Para nada! Pero si tengo mucho trabajo ni siquiera he podido comer.

-Bueno, entonces no te quito más tu tiempo y te dejo trabajar, te hablo luego ¿sale?

-Ok...

Alicia estaba un poco confundida prácticamente Martín salió corriendo de la fundación pero ella no sabía que aquel hombre le tenía preparada una pequeña sorpresa.

-Hola!Alicia.

-¿Pero, Martín?

-Como me dijiste que no habías comido pues decidí traerte algo y que te parece si comemos aquí los dos.

-Ay, Martín! ¿Estas seguro que quieres comer aquí? Mira que va a entrar y salir gente.

-Si, a mi no me importa, es mas alomejor hasta puedo ayudarte, no sé nada pero si me explicas te ayudo.

-Bueno, pues comamos aquí,y gracias la verdad si tengo mucha hambre.

Pasaron las horas y ellos habían terminado de comer, Martín se había quedado un rato más para ayudarle a Alicia ya que no quería ver a su amada estresada.

-Ya, por fin, hemos terminado. Necesito llegar a mi casa y descansar.

-Te llevo, así llegas más rápido.

-¿Sabes que? Acepto. Vámonos.

-Y siempre eres la última que se va?

-Regularmente, si,me quedo a firmar papeles, mandar correos y haciendo un sin fin de cosas.

Ambos salieron de la fundación para dirigirse a casa de Alicia, después de un rato llegaron a su destino.

-Hemos llegado.

-Gracias, ¿quieres pasar? - pregunto Alicia

-Si, pero creo que tienes que descansar y no quiero molestar.

-Para nada molestas, Martin.

-Ok, vamos.

Aunque trataba de disimular Martín estaba un poco nervioso. Llevaba tiempo conociendo a aquella mujer y nunca había entrado a su casa.

Destino, Pasión y AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora