PRÓLOGO

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Nos encontramos tumbados bajo la lluvia que cesaba y no paraba de caer, no me importa mojarme y acostarme sobre el pasto mojado, porque desde el momento que lo ví ahí tumbado y llorando como un niño que perdió a su madre.

Sabía que algo malo había pasado, no era la primera vez que lo veía Haci de mal, Cada vez que algo malo pasaba venía aquí a refugiarse y olvidar todas las cosas malas que pasaba con el.

Llevábamos unos minutos sin haber cruzado no una sola palabra, está vez no quize ser yo el que inicié una conversación no hasta que yo viera que el ya se haya calmado.

Estuvimos haci un buen rato hasta que yo tuve  que romper el silencio que ahí entre nosotros
–Lo volvió hacer– no me respondió ni me volteó haber simplemente se quedó callado 
Después de un rato simplemente dijo
–si– El tenía un don de no quedarse callado cuando uno le hablaba, te seguí la conversación hasta el fin de fastidiarte. Bueno a mí no me fastidia va, de hecho me encantaba. Pero verlo así me dolió.

Quería terminar con su dolor pero el no ayudaba
–Tenemos que ser fuertes–una palabra de motivación es lo que necesitaba en esos momentos

JOEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora