Un solo universo

Capitulo 2

Ray

Antes de llegar al cual sería mi salón, Hannah se fue corriendo a la cancha para ver qué tan grande era llegando a chocar con otros estudiantes en el proceso sin importarle eso, al entrar al salón pude ver que todos me estaban viendo ¿Sera que todos saben que me paso? Dios, no me lo quiero ni imaginar, no lo soportaría, que sea todo menos eso.

Mientras bajaba la cabeza por sentir los ojos húmedos, pude sentir que alguien ponía su mano sobre mi hombro y al subir un poco la cabeza para ver quien era, vi que era Hannah dedicándome una sonrisa que me preguntaba si me sentía bien, Hannah estuvo conmigo mientras tuve mi accidente y nunca me dejo solo, no había día en que ella no estuviera en mi casa viendo películas, escuchando música mientras soñábamos con la universidad perfecta hasta incluso pasábamos horas sin hacer nada y solo mirar el cielo, mientras ella se fumaba un cigarro que según ella le relajaba por todo el estrés del equipo, supongo que ser la capitana de verdad era mucha presión , pero debo de decir que era muy buena al momento de jugar ya que casi nunca fallaba ningún gol, mientras que conmigo, yo nunca fui muy bueno a la hora de los deportes, mi madre dice que soy como esos niños creativos, esos que prefieren hacer algo artístico que algo deportivo, mientras que al tema del tabaco es que la verdad nunca lo he probado ya que nunca me llamo la atención, desde pequeño Har me dice que el humo del tabaco se queda en tus pulmones y poco a poco vas muriendo, entonces por eso nunca lo he probado, claro, luego me da curiosidad probarlo pero, no me siento listo aun, siempre le decía a Hannah que dejara de fumar ya que podía llegar a morir si seguía fumando pero la verdad era muy raro verla fumar, supongo que ella era de esas personas que prefieren hacer deporte que meterse al mundo de las drogas para calmar su estrés, pero ella fumaba por sus problemas en casa y hasta cierto punto la entendía, era como si viviéramos en la misma casa y tal vez por eso nos entendíamos demasiado bien, era como si fuéramos hermanos de sangre, pero, claro que éramos hermanos, pero de diferente sangre.

--¿Estas bien?— Me pregunto con una pequeña sonrisa y con un tono de preocupación.

--Mjm— Dije volviendo agachar la cabeza porque sentía que las lágrimas estaban a punto de llegar y no quería llorar en mi primer día de clases, dios, odiaba ser tan sensible.

--Estas seguro?— Sonaba un tanto preocupada –Sabes que me puedes contar lo que sea— dijo con una sonrisa que conocía bastante bien, esa sonrisa que sabía que era como un refugio, lo podía incluso llamar la sonrisa curativa.

Al recibir esa sonrisa, levante mi cabeza y note que casi todos las personas del salón nos estaban viendo, una parte susurraba algo mientras nos daban miradas fugaces, otra parte decidió ignorarlo, unos estaban preocupados y resaltaba una joven que parecía acercarse a nosotros, pero no sabía cómo hacerlo, era de cabello rubio un poco oscuro, unos ojos verdes oscuros, muy distintos a los ojos de Hannah, llevaba un uniforme de la escuela, supongo que era animadora o más bien, la líder del equipo.

Pude sentir que nuestras miradas chocaron y hubo como un choque, una mirada de tristeza y otra de intriga con preocupación si pudiera describirla, la chica de nombre que aún no conocía se acercó a nosotros y su voz parecía con un toque angelical y de intriga.

--Hola, deben ser nuevos— Nos dijo con una sonrisa en su cara, esta chica de verdad me daba intriga.

--Bu-bueno, yo falté un año por un problema de salud y ella— Le respondí en un tono neutral mientras limpiaba los rastros de lagrimas en mis ojos –Y ella de aquí, es Hannah, mi amiga desde que éramos pequeños— Presente rápidamente a Hannah que solo le respondió con una sonrisa.

--Espero que ahora estés bien— Nos respondió aun con esa sonrisa mientras ponía sus manos en su pecho –Bueno, mi nombre es Nataly Edwards, pero me pueden decir Nataly— Mientras nos decía su nombre extendía una de sus manos como si esperaba un apretón de manos.