No sabía como pasó, pero se enamoró del que menos pensaba. De la persona que pensó que solo sería un amigo. La verdad no tenía ni idea que eran en realidad.
Él fue una mala influencia en su vida, pero sin darse cuenta, también la mejoro.
-Sungwon...
Ya había era la hora de salida y tenía mucho miedo.
—Podrás ir a mi casa ¿Verdad?— preguntó con un poco de esperanza en sus ojos.
—No, y probablemente también me quiten mi celular, así que no me hables si yo no te hablo ¿Entendido?
—Claro...— contesto de malas ganas el de pelo rosa.
En todo el camino hacia mi casa ninguno habló, sólo caminábamos en silencio y sin incomodidad alguna.
—¿No harás nada?— El de ojos gatunos rompió el mutismo que había entre nosotros.
—¿Con que?— Esa pregunta me había confundido.
—Con Hyunjin— Claro, era obvio que hablaba de él —¿No le hablaras o algo?
—Tiene novia, no puedo hacer nada.
Me dio una punzas en mi pecho cuando recorde que el chico que amaba tiene novia y yo no era ni siquiera su amigo.
—Intenta ser amigo de él y capaz con el tiempo se hacen más cercano— hablaba con una gran emoción en su voz. Agarra mi hombro y me sacudé.
Sin duda mi amigo se veía tantos dramas, pero esté lo podría considerar.
Iba a hablar, pero ya estamos afuera de mí casa.
—Ya tengo que entrar. Nos vemos mañana, sino muero hoy, claro-—Me despedí con la mano y él imitó mi acción.
Apenas me acerque a la puerta vi a mi hermano mayor frente a mí, estaba esperándome. Suspiré antes de acercarme a éste
—¿Cómo te fue en la prueba de matemáticas?— ¿en serio era lo primero que iba a preguntar? Ni siquiera un "¿Cómo estás?" "¿Comiste?"
—Primero déjame entrar a casa por favor— se hizo aún lado para que pudiera pasar y levantó una ceja, espero mi respuesta -Saque un ocho- fui directo, no quería dar vueltas al asunto.
—Uhm, me parece bien— me sonrío —Sigue así— apoyo su mano izquierda en mi hombro y sonrió, yo yo hice lo mismo. Pero esa sonrisa se borró por alguien...
—¿Me estás diciendo esto en serio?— ambos nos sobresaltamos por la repentina aparición de JeongIn —Papá sólo se va de viaje una semana ¿y vos ya estás felicitando un maldito ocho?— cruzó sus brazos enojado. El ambiente se estaba poniendo tenso.
—La nota me parece perfecta— le contestó Soobin con un semblante dominante.
—No lo es— Paso de mirar a SooBin a mirarme a mí —¿Ni siquiera un nueve pudiste sacar?— se intentó acercar más a mi, pero Bin le coloco una mano en su pecho, haciendo que este lo miré de reojo.
—Te hemos llevado a maestros particulares para que pudieras sacar las mejores notas, pero se ve que no pudiste, inútil— me dolía que mi propio hermano tuviera que decirme esas palabras.
Yo en serio me esforcé para poder sacarme un diez, pero no lo logré, debí estudiar más en de vez de estar con Sunoo leyendo cómics o estar pendiente a Hyunjin.
Me dolía saber que era una gran decepción para mí familia. Sólo agache mi cabeza en forma de disculpas e intente subir a mi cuarto, pero la mano del peliazul me detuvo.
—Dame el celular, no te mereces tenerlo— estiro su mano para yo poder darle el dispositivo. Saque el celular de mi buzo y se lo di.
Subí a mi cuarto casi corriendo, entre a éste y tire la mochila sobre la pila de libros que estaba en el suelo, y me recosté sobre mi cama. Me quedé viendo al techo azul estrellado, pensando en que hacer para mejorar mis notas.
—𝗠𝗲 𝗲𝘀𝗳𝗼𝗿𝗰𝗲́ 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗻𝗮𝗱𝗮.
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