La Princesa Henutmire hija del Rey Seti I y la Reina Tuya estaba apunto de experimentar uno de los más grandes terribles dolores de su vida, el dolor de perder a uno de sus hijos, quien diría que los celos, la envidia y odio de su dama sería uno de los mayores problemas para la princesa....
Después de su matrimonio de la hija del Rey y el general Disebek tras transcurrir varios meses la pareja por fin celebraban la futura llegada de su primer hijo, está noticia fue dicha a los soberanos que los lleno de mucha felicidad en especial al rey Seti quien ya estaba ansioso de ser abuelo durante varias lunas pero obvio de toda esa felicidad nunca iba faltar la envidia y celos, Yunet la dama de compañía de la reina odiaba profundamente a la princesa por haberse casado con aquel que le había prometido ser su marido, pero ahora paso de ser la amante y una sombra olvidada para el general.
Cómo era su costumbre de todos los días Yunet y Disebek tenían sus encuentros en la casa de Senet....Yunet: Vaya, vaya miren quien finalmente decidió acordarse de mí - quitando el velo de su cara miro al general con una sonrisa pícara -
Disebek: Admite que me extrañaste Yunet - le devolvió la sonrisa acariciando su rostro colocando un beso en los labios de Yunet a lo que ella le correspondió -
Yunet: Me has tenido abandonada Disebek no es justo! ¡Le das ahora mucha mas atención a aquella princesita tonta! - dijo molesta apartando al general de ella -
Disebek: Oh mi amor cálmate, debes entender que mi matrimonio con la hija del Rey es importante y mira ahora que tendrá un hijo de mi sangre, el rey me trata de lo mejor y yo podré darte a ti a la vez todos esos lujos que te mereces Yunet - se acerca tomándola de la cintura - se que querías casarte y yo también créeme pero esto es más importante para ambos
Yunet: ¡Eres un canaya Disebek! Ahora me doy cuenta que solo has jugado conmigo! - lo apartó bruscamente - largo de aquí!!
Disebek: Por los dioses Yunet acaso estás loca! enserio creíste que iba desperdiciar la oportunidad de ser el yerno del rey para casarme contigo! - suelta una carcajada arrogante el general -
Yunet: Escoria maldita que todos los dioses te maldigan!!! - intenta sacarlo del cuarto -
Disebek: ¡Cuida tus palabras Yunet! Soy un comandante y yerno del rey!! y tú una miserable prostituta!! - la arroja a la cama a lo que el se retira del cuarto provocando las lagrimas de Yunet, con está situación la joven se llenó de mucho más odio hacia Disebek y a la princesa quien no tenía culpa de nada ni siquiera el saber que su marido la engañaba todo esté tiempo con su dama de compañía -
Y así los meses fueron pasando, la llegada del futuro príncipe estaba por llegar, el vientre de la princesa Henutmire cada día más estaba más grande, la felicidad y el brillo de la hija del Rey no tenía fin, sus ansias de ser madre eran inmensas, mientras que su dama la miraba por los rincones del palacio con mucha envidia su plan de envenenar a la princesa paso por su cabeza pero sabía que si hiciera eso Disebek la mataría y nunca más podría tenerlo de nuevo a su lado.
Tras una noche de una fuerte tormenta la princesa tuvo fuertes contracciones haciendo que sus gritos despertarán a su marido a lo que el aviso rápidamente al sacerdote Paser y luego pasar avisar a los soberanos que su hija estaba apunto de dar a Luz, Paser junto con otro sacerdote del reino se encargaron de llevar el proceso del parto de Henutmire y poder ayudarla, los reyes y el general estaban afuera de los aposentos esperando por noticias pero solo podían escuchar los gritos de parto de su hija dando a luz hasta que finalmente pudieron escuchar un llanto, los soberanos se miraron mutuamente con una sonrisa de felicidad y a los varios minutos el sacerdote salió de los aposentos felicitando a sus majestades y al general....General: ¿y bien Paser como salió todo? - pregunto emocionado el general -
Reina Tuya: Mi hija como se encuentra? Nuestros nietos! - hablo ansiosa la reina -
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Iguales pero Distintos
FanficDos hermanos completamente iguales pero totalmente opuestos, uno orgulloso ambicioso de poder, mientras que el otro puro y noble de corazón....