¡Es el derecho de Moisés, el tiene que saber que es un príncipe de egipto!
Esas fueron las palabras de Miriam en la discusión con Aarón, cosa que aún no lo tenía convencido de revelar un enorme secreto a Moisés, saber que nunca ah sido hebreo, que toda su vida a sido el hijo menor perdido de la princesa Henutmire la hija del rey de Egipto, el tema de discusión seguía, Miriam y Jocabed estaban decididas a contar todo pero la necedad de Aarón se los impedía cosa que ya era demasiado tarde, Moisés lo sabía todo....
[ El Palacio Real - El Harén]
Una hermosa joven estaba preparándose para el encuentro con el joven que le había robado su corazón, Nefertari estaba tan contenta y ansiosa de ver a Moisés, tantos días esperando a su regreso pero fue detenida por su dama de compañía
Karoma: Mi señora quiere que la acompañe - dijo al llegar -
Nefertari: Tranquila Karoma si quieres quédate en el palacio, yo tengo algo importante que hacer - suspiro alegremente llamando la atención de su dama -
Karoma: por acaso irá a ver a ese joven hebreo? - pregunto con curiosidad con una sonrisa traviesa a lo que Nefertari asintió confirmando -
Nefertari: Finalmente hoy es el día en que Moisés regresa así que no quiero llegar tarde a nuestra cita, aparte creo que a Ramsés le gustará saber que estás en el Harén - río un poco a lo que Karoma abrió los ojos como platos nerviosa, esa risa y sonrisa de Nefertari le decían que ella lo sabía todo de su romance con el príncipe heredero -
Karoma: Por todos los dioses mi señora que está diciendo..! - dijo nerviosa desviando la mirada -
Nefertari: Karoma lose todo, se que amas a Ramsés, se que tú y el tienen algo en secreto y quédate tranquila que yo guardaré el secreto - esas palabras calmaron en parte a Karoma centrando su mirada en la hija del sacerdote Paser quién le sonreía alegre mostrando que podía confiar en ella, Karoma abrazo a su amiga tan contenta, sabía que Nefertari era muy buena y solo quería su felicidad, poco después la joven se retiró rumbo a su encuentro, mientras que con Moisés todo era sabor amargo....
Moisés: Me están diciendo que todo esté tiempo crecí en una mentira! - sus palabras se quebraban con tristeza y enojo mirando a su abuela y sus tíos -
Jocabed: fuiste criado con mucho amor mi nieto eso tenlo por seguro - se acercó a el poniendo sus manos en las mejillas de moisés a lo que las lágrimas del joven comenzaban a salir -
Miriam: Te amamos desde el primer instante en que llegaste con nosotros Moisés... - dijo Miriam en lágrimas sonriendo - Yunet también te amo muchísimo aún y con sus errores ella te amo y dejo todo para estar contigo y verte crecer
Aaron: le dije que no era una buena idea esto pero sabes una cosa sobrino! Yo no podré ser el mejor tío pero te quiero y te admiro mucho por el buen hombre en qué te has convertido y fuiste criado -
Moisés: yo les agradezco todo lo que han hecho por mi...pero...pensé que de verdad eran mi familia... - levanto la mirada triste en lágrimas -
Jocabed: ¡y lo somos mi nieto querido! nosotros te cuidamos y criamos, puede que Yunet no sea tu madre de sangre pero ella te amo demasiado y se fue orgullosa del hombre que eres y amándote
El joven se limito a sonreír, sus ojos estaban cristalinos por las lágrimas, solo dio un suspiro y salio de su hogar para estar solo un momento, su mundo y todo en lo que creía se estaba viniendo abajo a lo que lo hizo caer al suelo llorando y con enojo por lo que había sucedido y lo que le habían ocultado, pero el recuerdo de aquella joven egipcia lo hizo levantar poco a poco su mirada, Nefertari venía a sus pensamientos como un rayó, su linda y amada de ojos marrones, Moisés seco sus lágrimas y fue al encuentro con ella, una parte de el estaba feliz y la otra triste, sabía que ella podía hacerlo salir de ese hoyo negro que lo estaba absorbiendo, llegando al lugar indicado el pastor llegó pero no había rastro ni presencia de la noble del palacio aún....
Moisés se sentó a esperar un poco más, a los pocos minutos alguien se estaba acercando en donde estaba el, era ella, ella lo vio y sonrió, Moisés estaba de espaldas y Nefertari a pocos centímetros lejos de el, ella quedó pasmada al verlo sin esa barba que cubría una parte de su rostro
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Nefertari quedó inmóvil y sin palabras, por un momento creyó ver a Judas, pero era el mismo Moisés, su Moisés, el joven hebreo del quién ella estaba totalmente enamorada, las sospechas de Nefertari fueron ciertas su parecido con el príncipe Judas estaba más claro que la misma agua, el hijo menor pérdido de la hija del rey por fin ah aparecido....
