Diferentes caminos, tradiciones, costumbres, pero un mismo destino
Encontrar a un amigo es algo extraordinario, pero encontrar al amor de tu vida en un descuido es algo maravilloso
-Contenido ships chicoxchico, si no te gusta este contenido te pido...
Somos la luz y la oscuridad; es un caos perfecto, es todo lo que temo, lo que quiero y lo que necesito. . . . . . . .
Los días a lado de el eran perfectos, eran escasos pero hermosos, lo malo de algunos cuentos era que no todos tienen finales felices; llegaría el momento en el que la tormenta de nieve llegaría a su fin y Katsuki tendria que regresar dónde a su manada.
-Kacchan, no te vayas, todavía nos falta mucho por jugar
-Oi Deku, no te preocupes, tengo que volver porque sino nuestra manada se preocupara, pero te aseguro que volveré por nuestra promesa
-¿Me lo prometes?- hablo el pequeño con sus ojos cristalinos amenazando llorar
-Te lo prometo, seremos pareja cuando regrese
- Pero...., ¿Y si soy alfa?, ¿Aún así me querrás?
-Deku, no importa lo que seas, yo jamás rompo una promesa, y quiero que tu tampoco la rompas
- No kacchan, jamás la romperé
-Katsuki, ya vámonos, se nos hace tarde, y ya deja en paz al pequeño pantera- hablo su madre mientras acariciaba la cabeza de Izuku
-Vieja, deja a mi pareja en paz
-Que ya te eh dicho que aún eres pequeño para pensar en eso, será tu pareja cuando lo cortejes correctamente, espero y no lo estés manipulando -su mirada se dirijo al primogénito de Inko- ¿Te manipula Katsuki, Izuku?- obteniendo una negación como respuesta- eso espero
-Adios Kacchan- veía como su amigo se iba con su madre
-Adios Izuku- respondió apenas audiblemente mientras se marchaba
-ok, toca irme al río a enjuagar para que no huela a Kacchan y a su mamá- se dijo a si mismo mientras marchaba rumbo al río cercano
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-Izuku, pequeño, que bueno que llegas, me tenías tan preocupada, pensé que estarías con los demás cachorros- hablo preocupada Inko
- Oh, lo siento, hoy ví unas abejas y me entretuve- mintió
-Esta bien, pero procura avisarme antes de irte- su hijo enserio que le preocupaba- ven a comer, guarde un pedazo de ciervo para ti
-Gracias mami
-De nada cariño
Su hijo estaba feliz todo el tiempo que la tormenta de nieve estuvo presente, supuso que le gustaba cuidar de unas pequeñas abejas cosa que su hijo le dijo como excusa para irse a ver a escondidas con aquel dueño de iris escarlata que le sacaba una sonrisa, sus amigos también lo hacían, pero con él se sentía diferente.
