ʟᴏsᴛ ɪɴ ʏᴏᴜʀ ᴍᴇᴍᴏʀʏ [ᴇᴅsᴇʀ]

x. ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴅᴇ ʀᴇᴀᴄᴄɪᴏɴᴀʀ

“No se puede hacer nada para remediar lo que pasó, pero si se puede hacer mucho para cambiar lo que viene por delante”.

Hay una gran diferencia entre darle tiempo a algo y dejar pasar el tiempo como si nada, darle tiempo a algo es dejarlo madurar, es tener la valentía de saber esperar que saben las heridas, respetar los tiempos, pero hacer notar que estas ahí, dejar pasar el tiempo es tener la cobardía de no hacer lo que quieres hacer cuando lo quieres hacer.

Engin conocía lo suficiente a Serkan para darse cuenta lo asustado que estaba de dar rienda suelta a lo que sentía, su parte lógica y fría luchaban constantemente con su lado impulsivo, que lo hacía seguir a su corazón y no estaba dispuesto a dejarlo perder la oportunidad de ser feliz.

—Serkan —se quejó Engin —Puedo escucharte pensar desde aquí, vas a despertar a Alp.

—¿Hace cuanto se conocen Eda y ese tal Khan? —preguntó haciendo sonreir a su amigo, el sabía perfectamente que eso era lo que le estaba molestando.

—No lo se... bastante tiempo supongo, ¿Por qué? —respondió ya sabiendo la respuesta.

—¿Y son muy cercanos?.

—Eda dijo que se conocian desde niños, supongo que si —comentó Engin con sinceridad —No lo conocemos mucho la verdad.

—¿Y por qué se fue a verlo? —preguntó con el ceño fruncido —Seguro ese idiota esta enamorado de ella.

—¿Y que si lo está? —cuestionó con la intención de irritarlo —Eda esta a punto de convertirse en una mujer soltera.

Serkan apretó los puños, pateandose mentalmente por ser tan idiota.

—Ella no puede enamorarse de él —le dijo Serkan ignorando el tema del divorcio.

—¿Por qué no? —lo picó —Parece un buen chico, conoce a Eda hace mucho tiempo, la hace reír, seguro se llevará bien con Alp.

—No digas estupideces, Engin — dijo totalmente enojado —Ese idiota no tiene porque acercarse a mi hijo, ni a mi esposa.

—¿Tu esposa? —dijo alzando una ceja —Te recuerdo que le pediste el divorcio.

—Sigue siendo mi esposa —respondió tratando de justificarse.

—¿Estas celoso? —preguntó con burla soltando una carcajada.

—Nono, no estoy celoso, ¿Por qué lo estaria? —trató de hacerse el desentendido —Es solo que no quiero que mi hijo esté cerca de cualquiera.

—Khan no es cualquiera —comentó con la intención de molestarlo, quería que su amigo reaccionará de una vez por todas —Al menos no para Eda.

—¿Te imaginas las cenas familiares?, ¿Eda y Khan, tú y Selin? —mencionó Engin sin darle tiempo de hablar, el último nombre con una mueca.

Serkan hizo una nueca — ¿Estas disfrutando esto?.

—Tremendamente —se río Engin —Lo que no entiendo es porque no haces algo si tanto te molesta.

—Ella debe odiarme —respondió cabizbajo —Y con justa razón, fui un imbecil, la herí.

—¿La quieres, Serkan? —preguntó esta vez con seriedad.

Serkan asintió —No la recuerdo, no recuerdo nuestra historia, pero...

—¿Pero?

—Eda me descoloca, me pone nervioso, cuando no está aquí la busco, uso mi hijo de excusa para llamarla y escuchar su voz, anhelo poder acercarme a ella, abrazarla... yo...