If the Love is Pure || Omegaverse

Capítulo 8

NT: Este capitulo contiene escenas +18 (ya se que les vale verga y aun así lo leen), así que si no te gusta este tipo de contenido pondré estos simbolos *!!!* y una nota antes de que empiece por si gustas brincarte al siguiente capítulo, abstente de comentarios negativos y disfruten la lectura

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Lando se sentó en el medio de su cama vestido con uno de sus cuellos redondos de gran tamaño de su español, con las piernas cruzadas y las manos en su regazo mientras movía los dedos de los pies en sus calcetines y miraba la espalda desnuda de Carlos. El Alfa actualmente estaba rebuscando en su bolsa de lona para recuperar el regalo que había recibido hace dos días.

Su primer día en Mallorca lo habían pasado mayormente tomando el sol, comiendo y hablando, pero Lando estaba ansioso por explorar hoy y quería comenzar haciendo un nido en su cama para que pudieran regresar.

Carlos se había sentido particularmente decepcionado cuando se enteró del nido que Lando construyó en Madrid y que había sido ignorado en su prisa por irse.

"Muy bien... aquí vamos" vitoreó Carlos suavemente antes de darse la vuelta para extender una caja agradablemente envuelta al Omega que esperaba ansiosamente.

"¿Y esto tuvo algo que ver con hacer un nido? No parece muy cómodo" bromeó Lando mientras miraba la caja. Carlos simplemente puso los ojos en blanco ante la broma y la empujó hacia el chico más joven una vez más para enfatizar que la aceptara.

Lando no perdió ni un segundo más y rápidamente aceptó la caja con los ojos brillantes. Solo había recibido regalos de sus padres, así que esto... esto era especial para él. Deshizo con cuidado la cinta que sujetaba la caja y quitó la tapa para mirar dentro.

Todo su mundo pareció dejar de girar cuando se dio cuenta de lo que había dentro. Con los ojos muy abiertos y los labios entreabiertos con incredulidad, Lando extendió una mano temblorosa y acarició la manta de lana blanca más suave que jamás había visto.

El material de felpa hecho para retener el calor y la comodidad en los nidos, y la mejor tela para los cachorros, se sentía como mantequilla contra los dedos de Lando. Las lágrimas inmediatamente brotaron de sus ojos mientras sacaba delicadamente la manta de lana de sus confines y la acercaba a su pecho.

"¿Está bien?" preguntó Carlos nervioso, su olor teñido de ansiedad.

Lando parpadeó hacia Carlos y exhaló "Es perfecto. Me encanta, Carlos. Me encanta." Todo el comportamiento del Alfa cambió a uno de alivio y orgullo y Lando enterró su rostro en la manta con una sonrisa.

"Sé que hiciste el, errr.. nido antes de que viniéramos aquí, así que... ¿quizás puedas hacer uno nuevo?" sugirió Carlos, todavía de pie al borde de la cama. Lando extendió la mano y agarró la muñeca de Carlos antes de hacerle perder el equilibrio y hacerlo caer sobre Omega, que se reía tontamente, en la cama.

"Eres el mejor, Alfa" susurró Lando con una sonrisa llena de dientes antes de estirar la mano para presionar sus labios contra los del español.

El hombre mayor se derritió en el abrazo de Lando y dejó que sus ojos se cerraran mientras le devolvía el beso al Omega, la manta de anidación intercalada entre ellos. Sus puertas abiertas del balcón permitieron que entrara una brisa cálida y que los rayos del sol cubrieran su cama con un brillo dorado.

Lando gimió en el beso y entrelazó sus dedos en el cabello negro de Carlos mientras se apartaba por un breve respiro solo para arrastrarlo hacia abajo. El Alfa se acomodó entre las piernas abiertas de Landos y se sostuvo con las manos a ambos lados de la cabeza del joven.

"Eres tan hermoso" murmuró Carlos contra los labios de Lando. Un rubor rosa brillante se abrió paso instantáneamente en las mejillas de Lando, pero le prestó poca atención mientras envolvía sus pantorrillas alrededor de la espalda de Carlos y tomaba un lado de su rostro.