21

196 15 0
                                    

La reconciliación apareció en la página de sociedad de los periódicos, junto a una fotografía tomada en la gala benéfica.

Con suerte, pasaría desapercibida para la mayoría de la gente, pensó Sora mientras
entraba en la oficina.

Saludó a las chicas de la Recepción y fue directamente a su despacho.

El trabajo fue el habitual, aunque nada relacionado con la cartera de propiedades de Yesung. En su escritorio había un archivo que había dejado Siwon padre, con instrucciones precisas. Sora se ocupó de él e hizo las anotaciones pertinentes.

A media mañana, hubo una reunión de Siwon padre y el cliente.

Cuando apenas había vuelto a su escritorio, sonó el teléfono.

–Bueno, bueno, ¿así que andas con secretos? –oyó la voz de Siwon hijo con tono cínico.

–Siwon... Estoy ocupada en este momento. ¿Puedo llamarte más tarde?

–Quería darte mi enhorabuena.

–Gracias.

–Yo no tenía ni la más mínima posibilidad, ¿no? La sinceridad y el tacto a veces se
contraponían.

–Preferí no salir con nadie.

–Imagino que dejarás el trabajo.

–Tengo otra llamada esperando...

Era mentira. Pero eso le permitía terminar la conversación.

Minutos más tarde, le llegó un mensaje a su móvil. Era Yuri, sugiriéndole que se reuniesen para comer en el sitio de siempre. Sora le contestó que sí.

Cuando entró en la cafetería vio a Yuri sentada, esperándola, con dos tazas de café.

–He pedido antes de que llegases para que no nos interrumpieran –dijo Yuri cuando
Sora se sentó frente a ella–. Cuéntame... –le ordenó–. ¿Qué es eso del anuncio de la
reconciliación?

–En parte es para evitar un mal mayor.

–¿Una distracción para la prensa?

–En cierto modo.

–Bien. Pero, ¿cómo van las cosas?

–Estoy... trabajando en ello.

–Suena prometedor.

–Tal vez.

Le parecía todo demasiado reciente como para charlarlo con nadie. Yuri suspiró,
frustrada.

–No vas a contármelo, ¿no?

Apareció la camarera con las ensaladas. Sora se dispuso a comer. Pero apenas probó la ensalada.

Optó por una verdad a medias.

–Me fui de Nueva York para recuperarme y seguir adelante con mi vida.

–Y ahora Yesung se está metiendo por medio en esos planes. Mientras tanto, estás
disfrutando del sexo.

Era más que eso. Sólo que no estaba preparada para compartirlo con nadie todavía.

–¿Y está tan mal? –comentó.

–Cariño... –Yuri puso los ojos en blanco–. ¡No te preocupes!

Sonó el teléfono móvil de Yuri. La conversación fue breve. Pero cuando colgó pareció lamentarlo.

–Voy a tener que marcharme en cinco minutos –dijo Yuri.

–Está bien. Come –dijo Sora–. El almuerzo lo pago yo.

–No, eso no estaría bien.

Segundos más tarde Yuri dejó un billete en la mesa, y fue Sora quien puso los ojos en
blanco.

MARIDO INFIEL ▪Yesung Super Junior▪ ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora