🕊️. 6

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-Perdí el separador-

El de cabellera café bajo la mirada avergonzado cosa que llamó la atención Andrés.

-¿Puedo saber cómo lo conociste?- preguntó algo curioso ante las reacciones del de orbea azules.

-Bueno...fue hace un tiempo- empezó a narrar.

«-El de orbes azules se dirigía a lavar la ropa de algunos esclavos y cocineros, esté se quedó al frente de la biblioteca, el no sabía leer o escribir pero siempre le llamó la atención.
Dejó el seau de ropa sucia en el suelo y se adentro a las cálidas paredes de la biblioteca, observó como grandes muros de madera estaban llenos de libros de todo tipo de colores y diseños, no pudo evitar correr hacia éstos.

Tomo entré sus manos un libro de portada azul y unas grandes letras de dorado, al abrirlo notó varias letras pero no las entendía, observó a su alrededor en busca de alguien que lo ayudará, caminó por los largos pasillos llenos de libros hasta que notó un traje azul marino, entusiasmado se acercó hacía está persona, el bello chico de cabellera azul se le quedó observando curioso.

H-hola!- saludó mientras observaba las finas facciones del contrario -¿Me podría ayudar a leer esté libro?- preguntó dejando a la vista el libro.

El de cabellera azul lo observó unos segundos para luego sonreír dulcemente.

-Claro, ¿Porque no?- respondió mientras tomaba el libro entré sus pequeñas manos.

Los dos chicos se dirigieron hacía una de las tantas mesas, el de cabellera café retiró la silla para que el chico de cabellera azul se sentará, el de traje azul aceptó la invitación de sentarse en esa silla, cosa que hizo y agradeció.
Los dos jóvenes pasaron toda la tarde leyendo libros y socializando entre si

-Se conocieron por medio de un libro...- susurro Andrés para si mismo aunque igual fue escuchado por el contrario.

-si...- soltó con un leve sonrojó -me enteré que era primo del príncipe días después- musitó mientras cubría su rostro con sus manos.

-Así que...¿Te gusta porque fue amable?-.

El de cabellera café levanto la mirada algo molesto por las palabras de Andrés.

-¡No!, Es el inteligente, dulce, cariñoso y muy, muuuuuuy guapo-.

-Buenos...comparte la misma sangre que el Príncipe Gonzalo, yo no me fiaría de él- habló mientras giraba sobre sus talones.

-Que sean familia no significa que sean iguales- defendió mientras seguía al castaño.

-Lo que tú digas...- soltó desinteresado al pensar en sus propias.

¿Flex...es igual a Gonzalo?, Se dirigió al enorme jardín lleno de rosas de distintos colores, de aquel macabro lugar era lo único hermoso que había en éste.
Su admiración hacía las flores quedó en blanco al escuchar un quejido.

Se encaminado hacía los quejidos, quedando helado en solo segundos.

Varios nobles se encontraban observando como uno de los guardias golpeaba con un látigo a uno de los esclavos, quién se ganó su atención fue aquel pelirrojo, esté se encontraba en una charla con una de las doncellas.
Algo molesto al notar las profundas heridas del hombre detuvo el brazo del guardia, el cuál lo fulminó con la mirada al ser interrumpido en su trabajo.

-¿Que pensez-vous qu'ils font?- «¿Que creen que están haciendo?» preguntó mientras se giraba hacia el pelirrojo, esté lo observó algo divertido.

-Solo apostamos cuántos látigos soporta, chérie- «...cariño».

-¿Apuestas?, ¡No ven que lo están matando!- exclamó mientras le quitaba el látigo de la mano del guardia.

-¡Joven amo!- exclamó él de orbes azules mientras corría hacia Andrés -l-lo lamento tanto...sigan c-con lo suyo- musitó mientras le entregaba el látigo nuevamente al guardia.

Intentó jalar a Andrés del brazo, pero esté se soltó de un manotazo.

-¡No!- exclamó mientras fulminaba con la mirada al pelirrojo.

-Joven amo- llamó en un susurró.

-oh, chérie, solo nos estamos divirtiendo- «... cariño...», soltó mientras tomaba el rostro del castaño entre sus manos.

El castaño soltó un gruñido al sentir el contacto, con poco cuidado se safo de las manos del contrario.

-¡Oh!, c'est tellement vulgaire- «...es tan vulgar», soltó una doncella mientras miraba con desprecio al castaño.

-¡No sé...!- antes de poder defenderse alguien lo interrumpió.

-Tais-toi Vanessa- «Cállate, Vanessa», soltó el pelirrojo.

Los nobles se sorprendieron ante las palabras, el castaño se sintió feliz al ser defendido por el pelirrojo pero esa felicidad duró poco al recordar aquel esclavo.

-¡Y tú deja a ese pobre esclavo!- exclamó en el oído a Gonzalo.

-¡Hey!- exclamó mientras se tapaba el oído con la mano.

El castaño nuevamente le arrebato el látigo al guardia, jaló del brazo al de orbes azules saliendo huyendo lo más lejos que podía.

-Perdí el separador-

🏳️‍🌈: No hubo dibujito porque me dió flojera X-X *muere*

Libertad © SpartorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora