two

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El estrepitoso sonido de su celular que le anunciaba una llamada entrante logró hacer que Kim Hongjoong saliera de su pequeña burbuja de concentración laboral haciéndolo mover su mano en busca del dispositivo que poco segundos después ya se encontraba sobre su oreja izquierda.

—Hola—contesto Hongjoong, sin dejar de leer uno de los documentos que había sobre su escritorio.

—Hola, amor—escuchó a su esposa decir al otro lado de la línea— he encontrado el especialista perfecto para que te realices el exámen.—Al escuchar aquellas palabras Hongjoong dejó el documento sobre el escritorio—Es un especialista completamente capacitado, tiene buenas referencias y por suerte he logrado conseguir una cita para ti en dos horas.

Con el corazón palpitándole con rapidez, Hongjoong escuchó toda la palabrería que su esposa decía por el auricular del celular.

—¿Vas a acompañarme, cierto?— preguntó Hongjoong intentando calmar sus nervios.

—Lastimosamente no, he quedado con Jihyo para acompañarla a comprar unas cosas para el bebé, ya sabes que está a pocos días de ponerse en labor de parto y tanto ella como Daniel han tomado como método de liberar su estrés ir de compras para cosas del bebé—explicó Soyeon—No te preocupes voy a enviarte la dirección y el nombre del médico correspondiente por kakaotalk.— agregó su esposa.

Soltando un pequeño suspiro Hongjoong se despidió de su esposa para luego dejar el celular en el escritorio, recargando todo su peso en el respaldo de la silla donde restregó su rostro con ambas manos señal de clara frustración. Pasando sus manos hasta su cabello, Hongjoong masajeo su cuero cabelludo antes de ordenarle a su secretaria que cancelara todos sus pendientes del día.

Pocos minutos después la notificación de un nuevo mensaje obligó nuevamente a qué Hongjoong el dispositivo para leer el mensaje que claramente era de su esposa.

Soyeon

53-8 Jungangdong 4(sa)-ga, Jung-gu, Busan, Corea del Sur.
Doctor. Song Mingi, especialista en urología.

Sin dar crédito a qué su esposa había escogido un médico del sexo masculino para que le realizara el exámen de próstata, soltó un pequeño gruñido de exasperación.

Anciano tras anciano había llegado a su consultorio esa mañana haciendo que Song formará una mueca en su rostro cada que miraba el expediente de su siguiente paciente, todos eran hombres arriba de los setenta que claramente su aparato reproductor ya no funcionaba como era debido.

Secándose las manos con la toalla desechable el doctor despidió a su paciente antes de volver a su escritorio, dónde guardó el expediente del paciente que acaba de salir, pero sin leer el siguiente, sorpresa la que se llevó cuando vio la hoja de apertura del expediente de un hombre de veintiocho años. Un año mayor que él con una sonrisa revisó los datos personales del paciente antes de informarle a su secretaria que el paciente podía pasar.

Una vez que estudió a detalle la información básica, el doctor ordenó a su secretaria que hiciera pasar a dicho paciente. Cuando la puerta fue abierta Mingi levantó la mirada para estudiar al hombre que sería su paciente. Estudiando a detalle las bien proporcionadas piernas del hombre, al ver esas piernas Song ahogó un gruñido, sin embargo se llevó tremenda sorpresa cuando sus ojos fueron a dar al voluminoso y bien formado trasero del paciente. Y los pensamientos lascivos inundaron la cabeza del médico sin poder evitarlo.

—Tome asiento, por favor—logró decir el doctor Song.

—Gracias— respondió Hongjoong con incomodidad al ver lo apuesto que era su doctor.

Con un pequeño malestar en la boca de su estómago, Kim tomó asiento frente al médico que minutos después le estaría metiendo dos dedos en el culo.

𝑇𝐻𝐸 𝑈𝑅𝑂𝐿𝑂𝐺𝐼𝑆𝑇 _𝑀𝑖𝑛𝑗𝑜𝑜𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora