Capitulo Uno

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¿Qué es estar bien realmente?, ¿La felicidad realmente existe?, ¿Qué sentir cuando no sientes nada?

'Un GRItO dE AyUDA´

Psicopatía: Es una alteración de la personalidad caracterizada por el narcisismo, la impulsividad y las conductas de control y manipulación.

¿Qué es ser feliz?

«Luciana»

Frente al espejo del baño me observo, y puedo ver mi pálida piel, y mi cara con síntomas de depresión. Mi obscuro cabello cae por mis hombros, dejándome en si una sensación un poco más cálida, pues estamos en otoño.

Me doy un último vistazo en el espejo, y sonrió falsamente, tratando de ocultar un poco todo lo demás.

“Tú puedes, solo es una pequeña reunión, no es nada del otro mundo”

Suspiro largamente, y decido salir, con un poco de entusiasmo.

Una vez a bajo, observo a mi abuelo a lado de mi tío.

Paso hasta la sala donde es que se encuentra mi abuela.

— ¡Oh, cariño!, ¿siempre si vas a ir?, me alegro por ti.
—Creo que es lo mejor, te dejo —digo dándole un beso en la mejilla, para después retomar mi camino hacia la puerta.

— ¡No llegues tarde preciosa!

Niego y retomo mi camino, al abrir la puerta el exterior me recibe con una brisa fresca, lo que me hace pensar que la franela gris no me va a calentar del todo.
Empiezo a caminar un tanto confiada, disfrutando del bello cielo nocturno. Muchos dirían que las cosas no se aprecian del todo en la obscuridad, pudiera ser así, pero lo que no notan es que la obscuridad te puede mostrar otras fantásticas cosas. Siempre he dicho que el fuego es mejor en la obscuridad, pues ella le da la oportunidad de que el brille con más intensidad, mientras que, en el día, él es casi invisible.
El frio y obscuro camino me absorbe lentamente, por otro lado las luciérnagas hacen su aparición, otorgándome así un espectáculo fascinante para la vista.  A lo lejos veo unos faros de luz, me imagino que será de alguna persona de por aquí. Al pasar el coche por mi lado, el aire que genera pega con mi cuerpo, abrazándome de una manera fría y no muy acogedora que digamos.
Giro a la derecha, tomando el camino que conecta con mi punto de ubicación. Con ayuda de mi celular alumbro el camino. El cielo está cubierto por una multitud de nubes grises, que, a compañía de la luna, el cielo se ve a un más hermoso. Arboles rodean mi camino, el sonido de mi caminar al aplastar las ramas secas, inundan mis oídos. En ese momento solo soy yo y la obscuridad. Camino, seria mentira que no tengo miedo, pero con todo y el miedo, esto es hermoso cuando lo sabes apreciar. A lo lejos veo luz y movimiento, veo gente, veo personas sonriendo, disfrutando entre sí con la música a alrededor.

Los grupitos al fondo, ¨los adictos¨, las chicas haciendo honor a la película de chicas pesadas.

Al centro una fogata, que alumbra la mayor parte.
Giro de inmediato al escuchar las pisadas de alguien.
Frunzo el ceño, al notar que no hay nadie detrás mío, con ayuda de mi celular busco resto de algo, o alguien, pero no lo encuentro.

— ¡Luciana!, si viniste — me dice Aranza
Asiento y camino hasta ella para corresponder el abrazo.

— ¿Cómo están chicos? — Sonrió un tanto nerviosa, pues tenía casi cuatro años sin verlos.

— ¡Bien!, por lo visto no has cambiado mucho.
Todos ríen, lo cual me genera una incomodidad, pues no sé el porqué de la gracia.

— ¿Cómo has estado? —Creo que no es la mejor pregunta. Pero de todas maneras pregunta Cristina
Aun no entiendo por qué las personas preguntan ¿cómo has estado?, creo que es algo un poco tonto. Prefiero que me pregunten sobre el clima, esa nunca falla.

—Bien, un poco perdida, pues apenas ayer regrese, y realmente quiero ponerme al tanto de todo.
Asienten y empiezan a platicar de algo.

El fuego se mueve, es lindo, puedo sentí desde aquí el calor que emite. La leña se va tornando rojas por partes, mientras que los bombones se queman poco a poco.
Las risas me invaden, y yo solo me pierdo entre la multitud, me pierdo entre mi propio remolino de vida, realidad, y misterio.
Giro y puedo ver una persona entre los árboles, creo que nadie lo nota, nadie lo vio.
Me para un poco rápido…

— ¿Todo bien Luciana? — Aranza me ve con intriga, eso creo.

— ¡Am…si!, solo necesito un poco de aire, ¿creo?...

Asiente, y pasó entre los chicos. Me incorporo al bosque, con mi celular como linterna. Otra vez solo yo, mis pasos, los árboles, mi reparación, y mi corazón latiendo a todo. Otra vez los pasos de hace un rato. Camino más rápido intentado regresar. Piso una rama, el dolor en mi pie provoca que caiga.
El suelo está húmedo, mi corazón no creo que lo soporte. Me paro como puedo, sostengo con fuerza el celular y avanzo.

“NO, no puede ser, este no era el camino”…
Giro perdiéndome, no puedo respirar, solo veo árboles, ya no escucho nada, todos se han ido. No tengo señal, estoy una línea más del límite del colapso.

— ¡Okey!, respira

Inhalo, exhalo…una dos, tres veces, hasta que retomo mi estabilidad…
Camino, con un poco de temblor en las manos, la luz de mi celular deja de guiarme, se le acaba la pila.

— ¡Demonios! — Grito con frustración
Camino con mi poca visibilidad, una que otra vez tropiezo.
Voy caminando un tanto rápido hasta que, choco con un pecho, o eso creo.
Volteo a ver, un tipo con una gabardina obscura, guantes negros, me parece que son de cuero, lleva una camisa con un chaleco de un esmoquin. Su cabello se ve claro, y sus ojos.
No puedo observarlo cuando me gira y me pega a su pecho, y junto a este movimiento tapa mi boca.

— ¡Shu!..

Su voz es gruesa y rasposa, nada cálida, huele bien. No sé por qué, pero mi mirada se cierra nubla. Deje de tener control de mi cuerpo, y solo puedo escuchar.

— ¡Mierda!

{ . . . }

Obscuridad: La oscuridad u obscuridad es la ausencia de luz visible.

Soledad: La soledad es un estado de aislamiento en el cual un individuo se encuentra solo, sin acompañamiento de una persona o animal de compañía.

¿Desde cuándo te sientes sol@?
 
“La obscuridad es tenebrosa, pero la cosa cambia cuando encuentras la compañía correcta”

Los ojos arden, la cabeza duele, mi respirar lastima un poco, pero es soportable; el respirar de otra persona se escucha, mis ojos pesan, pero sin embargo lucho por abrirlos, hasta que lo logro.

Una luz me siega nuevamente, el techo es blanco, veo una cama a un lado, cubierta por sabanas color café.
Arriba de esta se ve una ventana, por la que la luz entra, pesadamente, pues los arboles impiden un poco el paso.
Lo que me hace recordar donde estoy. Giro sobre mi eje. Observo un cuerpo masculino de espaldas, con masi negra un tanto arrugada y mal acomodada para ser honestos.
Tiene el cabello blanco, al igual que su piel.

— ¡Hasta que despiertas!

Suena firme y áspero. Tiemblo por dentro, esos ojos, esos ojos fueron los mismos del bosque. 

—Estas a salvo, ya puedes respirar.

Parpadeo un poco perpleja, pues es una reacción realista ante un desconocido.

— ¡Tú!...

𝐸𝑙 𝐴𝑠𝑒𝑠𝑖𝑛𝑜 𝐷𝑒𝑙 𝑇𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora