AU. Katsuki y Shouto han establecido el término "neutral" en su nueva relación de compañeros de cuarto. Exacto, compañeros luego de que Shouto sufriera un accidente a causa de Katsuki.
Donde el cenizo tendrá que hacerse cargo de la situación que el...
Existe una frase, un dicho en mejores términos que explica sobre la importancia de escuchar las versiones de las personas afectadas en alguna situación que salió de los parámetros de humanamente tratable; al menos a ese nivel de caos se catalogan los enfrentamientos del oji-rubí con el bicolor.
Los accidentes pueden nivelarse por gravedad de daño por lo que pedir una aclaración es natural ya que uno busca de la forma más eficiente identificar qué carajos ocurrió. Y, eso habían optado por hacer Izuku junto a Eijirou una vez la montaña de malas fortunas terminó de caer.
Pero, deberíamos retomar lo que ocurrió el día anterior cuando Katsuki sacaba algunos de sus vienes materiales de la casa que compartió con Shouto —y de la que en el fondo no quería salir—.
Según las versiones de Eijirou junto a Izuku era que mientras ellos sacaban algunas cajas nuevas que salieron de la terraza del cenizo no debería ocurrir ningún percance más allá de procurar no arruinar las cosas del rubio porque éste se pondría en un estado mucho peor que cuando acabó su relación con Shouto a finales del año pasado.
Aunque la ira del cenizo fue lo de menos en cuanto un estruendo atravesó toda la casa orillándolos a entrar de vuelta abandonando las cajas en el vehículo de Eijirou, Denki se quedó afuera aterrado de sonido que salió de la morada y que, al parecer llamó a atención de los vecinos que ni lentos ni perezosos asomaron sus pescuezos por encima de las cercas que separaban los hogares.
Todo ocurrido en un intento de averiguar en que se habían metido ahora sus vecinos problemáticos; solo que las únicas personas que entraron velozmente al departamento para ser dueños de la primicia habían sido sus mejores amigos que ubicaron a la expareja a los pies de la escalera a la terraza, con un Shouto que yacía en el suelo quejándose del dolor casi agónico.
Hubo miradas incomprendidas entre los mejores amigos virando los orbes de las escaleras a la bicicleta a su lado, la pierna de Shouto y sus sollozos silenciosos finalmente a Katsuki inconsciente. La solución viable que concluyeron sus cerebros fue llamar a una ambulancia cuando la situación se volvió alarmante al caer en cuenta del estado del heterocromático.
Cuando la ambulancia arribó en la calle ya había un cúmulo de curiosos fuera en la avenida apostando por que tan grave fue la nueva pelea de los exnovios que, en realidad era una suposición totalmente alejada de la realidad de su nuevo estatus.
Ya que la realidad era que no habían intentado más que bajar una misera bicicleta que se convirtió en su peor enemiga una vez arrastró a Katsuki consigo hacía abajo cayendo en Shouto que era lo único que los detuvo de no estamparse de peor forma.
Shouto quedó con la pierna fracturada luego de que, de alguna manera su pierna quedara atorada entre los escalones y LITERALMENTE su rodilla fuera a ver hacía la parte interna de su pierna —al menos así relató Eijirou a sus amigos—. Claramente Katsuki no salió tan afectado más allá de un golpe en la cabeza que no fue grave, unas puntadas y estudios para corroborar que estaba perfecto.
La bicicleta estaba en mejores condiciones que ellos ya que la tremenda máquina estaba como si nada parada en un sitio a lado de la entrada luego de que Denki la hiciera a un lado para que los paramédicos sacaran a Shouto y Katsuki en una camilla.
Luego de su extenso análisis clínico se llegó a la conclusión de que el bicolor debía permanecer al menos dos meses en cuidado en su hogar con visitas regulares a su médico que le ayudaría con su pierna y la rehabilitación de ésta.
Las cosas deberían haber quedado ahí, con la resolución de los doctores en que Katsuki sería dado de alta al día siguiente y Shouto en un par de semanas —una realmente—. Solo que este par siempre tiene que hacer una tormenta en un vaso de agua e Izuku como mediador tenía que tranquilizarlos porque, aunque eran pacientes se encontraban en un hospital.
—¡Deja de echarme la culpa! —Graznó Katsuki en dirección al bicolor que en un murmullo lo arremedó como si fuera un niño pequeño.
Eijirou rodó los orbes, agotado de toda la situación, sin temor a equivocarse llevaban cerca de una hora —un día— peleando por el accidente.
—¡Es que tu bajaste demasiado rápido me echaste la bicicleta encima! —Chilló Shouto en su cama con la pierna enyesada.
—¡No es así! ¡Bajaste demasiado rápido por eso tuve que hacer lo posible por alcanzarte o me arrastrarías abajo! —Refutó en un intento de sosegar la situación, tampoco quería empezar a llorar delante de sus amigos.
—¡Tengo la pierna rota! ¡¿Crees que si hubiera sido mi culpa estaría así?!
—¡Sí! ¡porque estabas abajo! ¡Tu culpa o mía el resultado es el mismo, idiota! —Respondió, Shouto aplanó los labios sin oportunidad de defensa buscando apoyo en Izuku que lo ignoró esta vez poniéndose del lado del cenizo.
—Chicos fue un accidente, nadie tiene la culpa, ¿de acuerdo?
Intervino Denki con notable nerviosismo palpando en su piel, presenciar una pelea de amantes tan cerca era aterrador como una lucha entre titanes y se preguntó qué tan malas se veían sus peleas con Kyouka. Eijirou le agradeció internamente que tuviera los huevos de entrometerse en una discusión de pareja.
Aunque, obviamente, no sabía en lo que se metía con ese par sumamente alterado con los nervios de punta por toda la mierda que podía ocurrir en 24 horas.
—¡¿Quién demonios te preguntó?! —Aullaron en su dirección cada uno dándose la espalda una vez se dieron cuenta que tenían hábitos similares.
Cada uno siguió murmurando desde su sitio —Katsuki de pie porque debía volver a su habitación—. Además, solo les quedaba ese día para pelear antes de volver a acomodarse en su casa. Katsuki ya había avisado del accidente por lo que Sero tuvo que reajustar la agenda para que no tuviera que salir del país tan pronto, llenando espacios y creando un remolino de líos en su empresa para no perder a un chico como el oji-rubí.
Shouto por su parte tuvo que aguantar el regaño de su padre por ser un despistado que debía resolver asuntos de la empresa sea como sea —quizás esa era la verdadera razón de su enojo—. No, en realidad lo era.
Denki entre triste y extrañado se giró al pelirrojo que negó con serenidad porque si Kaminari estaría más pendiente de los chicos debía acostumbrarse a que con ellos la vida es un tira y afloja de desventuras.
Como la que había ocurrido el día anterior, porque sí, había iniciado el mes con el pie izquierdo; solo Katsuki ya que Shouto lo tenía fracturado.
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