Capítulo 1

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No puedo creer que por primera vez voy a presenciar una ceremonia de los Madrigal, estoy muy emocionada ya que en esta ceremonia Toñito recibirá su don, aunque estoy más emocionada de saber que estaré a lado de su hermano mayor Camilo. Awwww no puedo evitar quedar toda embobada cada vez que estoy cerca de él (espero que no se note tanto porque me moriría de vergüenza), volviendo a lo punto, siempre me he preguntado cómo es que la familia obtiene sus poderes.

En mi caso los poderes provienen de una antigua ceremonia que se ha llevado en mi familia por generaciones donde un bastón mágico toca nuestras palmas y nos otorga un don. Yo fui la única que obtuvo el don de controlar los 4 elementos lo que me da el doble de poder y peligro ya que, al igual que Pepa puedo ocasionar un desastre en minutos.

¡¡¡Nina!!!- Gritaron afuera de mi cuarto. Olvide por completo que había prometido ayudar a Mirabel con la decoración.

Qué bueno que ya estás despierta, creí que tendría que traer a Luisa para llevarte hasta el comedor otra vez- dijo una Mirabel muy desesperada entrando al cuarto.

-Tranquila, ya iba a bajar sólo estaba escribiendo un poco- contesté tratando de no sonar nerviosa ya que sé que si doy muchas explicaciones le va a dar curiosidad y va a querer leer lo que escribo.

-¿Y qué tanto escribes, mujer?- ¡Mierda!, lo que me temía, ¿ahora que le voy a decir? ¿¿Que hablaba de sabroso que está su primo?? Obvio no, me muero (aunque no sería novedad porque sabe cuánto me gusta Camilo y lo torpe que me pongo cuando él está cerca

Estaba tan distraída que a Mirabel le fue fácil quitarme el diario y por si fuera peor se abrió en una página de manera aleatoria donde había un dibujo mío con Camilo, tomados de la mano (nada mal por cierto, ya que dibujo bien aunque eso no hace que reduzca la pena que siento en este momento al exponer mis fantasías ante Mirabel.

En ese momento Mirabel se sonrojo y soltó un chillido agudo de felicidad seguido de un "uuuuuy Camilo y tú". No me quedó más remedio que restarle importancia y quitarle mi diario.

Espero que pronto le confieses lo que sientes, no se... podría ser que alguien más te gane-comento Mirabel tratando de hacerme enojar pero más bien me puso triste, no había pensado en ello y es una gran posibilidad que ya las chicas del pueblo están totalmente obsesionadas con Camilo, a mí me gusta, lo admito pero ellas están locas por él.

-Lo siento, no quería ponerte triste pero creo que deberías hacerlo, yo podría ayudarte.- dijo Mirabel muy confiada.

- ¿Y cómo me ayudarías?- pregunté con intriga.

- Puedo ayudarte a planear su cita y juntarlos para propiciar el momento perfecto para que lo invites a salir. Sin dudas alguna acepté su propuesta ya que soy un desastre tratando de invitarlo, digamos que las últimas veces no salieron como esperaba y terminamos saliendo todos los primos y hermanos en una salida grupal sin dejarnos estar ni un segundo juntos para poder hablar con Camillo.

Mirabel y yo bajamos a desayunar y me senté entre Isabela y Pepa. Todo estaba normal como cualquier otro desayuno en familia hasta que sentí una mirada sobre mí. Al levantar la mirada me encontré con la mirada de Dolores y no cualquier mirada, uno mirada como la de una de esas niñas que te miran durante la misa, de esas que parecen conocer todos tus pecados.

Me tardé unos minutos en comprender porque me miraba así hasta que comprendí que había escuchado la conversación que tuve con Mirabel minutos antes de venir a comer. Carajo, se suponía que era un secreto, ahora que ella lo sabe podría arruinar mis planes ya que Dolores no era muy buena guardando secretos. ¿Qué voy hacer? Solo me queda hablar con ella y tratar de convencerla de que no diga nada hasta que yo le diga Camilo.

El desayuno termino y Alma le asignó a cada quien sus deberes para el día de hoy. Tuve que apresurar el paso para poder alcanzar a Dolores que salía rápidamente de la casa.

-¡Dolores! Espera un poco- dije un poco agitada.

- No hace falta que me lo digas, no le voy a decir a nadie- dijo guiñándome el ojo.

-¿Qué?- Estaba confundida, esto es nuevo y definitivamente no esperaba esa respuesta.

-Sé que te gusta mi hermano desde hace tiempo, no eres buena disimulando, además, te escuché cuando se lo confesaste a Mirabel por primera vez- Bueno, en realidad eso tiene mucho sentido y me alegra que no vaya a decirle a nadie.

-Quiero decirle lo que siento pero me da miedo que él no sienta lo mismo que yo- solté un suspiro al terminar de hablar, era difícil hablar de mis sentimientos y ya lo había hecho.

- No te preocupes por eso, Mirabel y yo te ayudaremos. Sería genial tenerte como cuñada.-Dijo con una sonrisa.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2022 ⏰

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