Las tardes de regreso a casa eran cada vez más eternas con la nueva construcción que hacían en una calle principal era todo un maldito caos y lo peor es que no sabía qué mierda estaban construyendo solo se veían los obreros y arquitectos ir y venir cargando algunos papeles, materiales, planos y comida.
— Más les vale que sea algo útil para la sociedad hijos de puta. — murmuro Sukuna mientras que pasaba lentamente mirando aquellos obreros y maquilas de construcción. Una vez dejando atrás ese infernal retraso. Le importo poco las señales de límite de velocidad, necesitaba llegar pronto a casa.
Doblando la esquina para entrar a la calle cerrada tomo un poco de conciencia y bajo la velocidad saludando con un ligero movimiento de manos algunos de sus vecinos, estaciono su auto a las afueras de su casa modesta. Con toda la extensión de la palabra ya que era bastante normal de una familia “normal” lo único malo en ella era que no era ‘su’ casa sino más bien una herencia de Yuji su esposo.
— ¡Bienvenido a casa! — Fue recibido con la animosa voz de Yuji— ¡Hora de comer!
Amo escuchar eso pero más de quien lo dijo porque si, moría de hambre. Con cierta paz inhalando retiro sus zapatos formales de sus pies para gozar la frescura y libertad del suelo de madera en sus plantillas, camino hasta la cocina encontrándose con un delicioso aroma que le provocaba aún más hambre sentándose en su respectivo lugar de padre y señor de la casa el cual era estar justo enfrente donde podía ver a cada uno de los parásitos que mantenía y también a Yuji su querido esposo.
— Prepare chuleta de cerdo con verduras al vapor— su esposo le coloco su plato mientras que le daba un tierno y corto beso en la sien.
— Ah, mi favorito gracias. — sonrió mientras veía la figura de Yuji regresar a la cocina para seguir emplatando.
— Papá, hoy vi en la escuela sobre cómo tratar a personas discapacitadas— le hablo su segundo hijo Yukiji que había llegado a sentarse a su lado— ¿tú sabes cómo tratarlas bien?
— Pues tengo un amigo en el trabajo con una pierna más pequeña que la otra— tomo los palillos de la mesa mientras veía a su hijo— y como apodo le pusimos “El inmortal”
Su hijo ladeo la cabeza ante ese curioso apodo y Yuji giro para mirarlo esperando el motivo de ese apodo.— Porque nunca va a estirar la pata… ¿entiendes? — Carcajeo— ¿eso te sirve como referencia? — termino Sukuna mientras que llevaba el primer trozo de chuleta a su boca. Yuji rodo sus ojos ante ese humor ligeramente negro no le costó asumir que su esposo fue quien le puso ese apodo.
— ¡Papi, papi! — una tierna voz infantil sonó por todo el pasillo.
— ¡Princesa! — Sukuna recibió otro beso en la mejilla por parte de su hija Yuna.
— Hoy saque un 10 perfecto en gramática— presumió la pequeña niña de cabello largo color rosa pastel mientras que disponía de su asiento a lado de su hermano mayor.
— Aww eso es maravilloso, preciosa. — elogio.
Yuji termino de servir el resto de los platos con bastante comida sentándose del otro lado para estar más cerca de su esposo. En la entrada de ese espacio aparecía el primogénito con una cara bastante neutra y ojos pequeños su caminar era lento parecía despertar de una siesta.
— Vaya hasta que su real alteza se digna a comer con nosotros— hablo Sukuna con sarcasmo y burla.
— Déjame ¿sí? — El joven alfa de cabellos muy parecidos a su padre se quejó— estoy drogado— término en un susurro nada entendible para sus padres riendo como un tonto.
Yuji lo miro con cierta extrañes.
— ¡Bien familia! A comer— anuncio alegre Sukuna.
— ¡Gracias por la-
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Los Ryomen
ФанфикUna pareja flechada desde la universidad es normal con sueños de tener un futuro prometedor, solido, amor mutuo y unas inmensas ganas de formar una familia... sigue siendo normal pero no como debería de ser. Sukuna Ryomen embaraza a su pareja omega...