Tres 🚷

371 40 3
                                        

Los placeres de un adolescente son mínimos, casi.

Al menos para Sagura que felizmente se enorgullecía de permanecer a una pandilla de la escuela, a sus quince años disfrutaba de su segundo sexo "alfa" ya que así le daría más imponencia y presencia en la pandilla, con una diadema de audífonos con un volumen fuerte oía música inspirada en acción y fuerza las típicas que podrían pasar en alguna escena de una película llevando su imaginación alto tan alto, haciendo escenarios donde era temido, respetado y admirado.

Oh si, ese era su más grande sueño ser un líder alfa de la pandilla.

Apunto de cerrar su escena de pelea su diadema fue arrebatada de su cabeza regresándolo a su habitación compartida.

—¿Quieres decirme qué es esto? — su padre omega, Yuji le mostraba en alto una hoja de la escuela.

—¿Qué? — contesto con un gesto de irritación.

—Es una notificación de reprobación de la escuela.

—Si ya sabes qué es ¿para qué me pregustas?

—¡No empieces! — Yuji tenía su semblante duro— Estas apunto de reprobar todas las materias.

No-todas,-soy-un-crack-con-plastilina— dijo rápido, muy rápido tratando de calmar a su padre omega, ni quiera le había visto la cara.

—¿Qué dijiste? — Yuji se cruzó de brazos sin mejorar su humor.

—¡Que soy un crack con plastilina! — grito.

—Ay, Sagura— Yuji sobo el puente de su nariz con sus dedos aclamando paciencia hacia el techo de su casa— A tu padre le dará un infarto si se entera.

—¡Nos haría un favor!

—¡Sagura! — apunto de regañarle los gritos de sus dos hijos menores se hicieron más fuertes, estaban peleando de nuevo. Dejo la habitación de su primogénito para llegar hasta los dos últimos niños encontrándolos peleando, empujándose y tratando de pellizcarse.

Tomo la patilla de su hijo Yukiji para separarlo de su pequeña hija.

—¡Deja en paz a tu hermana!

—¡Esta bien, esta bien! — el niño obedeció sentándose inmediatamente en el sillón.

—¿No puede haber un día en el que no me hagan enojar? — seguía molesto y fastidiado.

—Yo me voy al parque— anuncio Sagura a punto de salir de la casa.

—No, no lo harás.

—¿Por qué no? — contesto altanero.

La anarquía volvió a la casa Ryomen donde un padre omega regañaba a su adolescente problemático, los niños se gritaban y se insultaban, vaya hasta Yuna le había arrojado un zapato a su hermano Yukiji con toda la intención de lastimarle.

Gritos, lloriqueos y gruñidos reinaban en la casa.

—¡Solo quieren volverme loco!— finalizo Yuji mirando a los tres reflejando una mirada severa, molesto una intimidación que solo una madre expresaba.

Pero antes de si quiera moverse el sonido de un auto se escuchó cerca, era Sukuna que estacionaba el auto fuera de la casa.

—Llego papá— dijo Yukiji preocupado y corrió hasta el sillón de nuevo, Yuna hizo exactamente lo mismo.

Yuji se mordió el labio mirando la hoja de reprobación de su hijo mayor, sabía que serían más problemas si se entera su esposo.

—No le vamos a decir nada a tu padre hasta que haya comido— susurro escondiendo la hoja en una revista.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 14, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los RyomenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora