A diferencia del día de ayer, lo que parecían jeroglíficos en el pizarrón, hoy gracias a mi estado lúcido han vuelto a la normalidad y ya lucen como lo que son.
La mayoría de mi alrededor está sumida en sus mundos escribiendo en sus cuadernos, escuchando al profesor, otros graban lo que dice y gracias a ello a su vez anotan sin prestar mucha atención.
Yo pertenezco al último grupo, mi teléfono permanece afuera con la grabación iniciada mientras que con mi firme mano escribo justo todo lo que está en la pizarra y también agregando uno que otro texto informativo propio por si no llego a comprender lo que anotó el señor Lerman, y por si también se me olvida lo que entendí de ello.
No soy una cerebrito, no todo es color de rosa.
Ésta es mi última clase, y la he pasado relativamente bien, dormí muy bien anoche, recordando que ni siquiera cene lo que significa que tuve un sueño largo y necesario cuyo disfruté porque desperté babeando.
Y cuando una persona babea dormida, es porque el cuerpo está totalmente relajado y el sueño llega a ser tan profundo que dejamos de tragar la saliva, conocido como 'Deglutir' aunque esto no sólo aplica para la saliva, sino en general, y lo que procede a eso es que la dejamos salir.
Y sí, dormí muy bien.
El timbre que anuncia el final de la clase resuena por todo el instituto, y lo siguiente a eso son todos los presentes recogiendo sus cosas al igual que mi persona.
Sonrío ilusionada cuando observo por la ventana y noto que la luz del sol se está volviendo más dorada, es decir, se está acercando la famosa Golden Hour.
Al terminar todo dentro de mi bolso, excepto mi teléfono, me levanto de mi puesto y camino hacia la salida rozando a uno que otro compañero.
En cuanto salgo la primera persona en la que mi vista cae es en mi novio, tiene su bolso colgando de un brazo, encima de la ropa trae puesta su chaqueta con el nombre de su equipo grabado en el y sus manos están dentro de los bolsillos de su pantalón. Está ahí frente a la puerta esperándome y sinceramente se ve muy tierno.
Al verme automáticamente sonríe y se le forman esos hoyuelos que lo hacen ver tan adorable.
Muy decidida me acerco a él, pero estoy segura de que la sonrisa de tonta que tengo en mi rostro ha sido desfigurada y mis pies dejan de moverse de golpe.
—Hola guapo. -Saluda una morena de rulos brillantes de manera coqueta acercándose a él para darle un beso.
—Hola guapa. —Éste le da el beso en la mejilla correspondiéndole el tan jugozo saludo.
Y no conforme con eso, se queda ahí hablando con ella.
Cómo hacerme enojar en tres segundos.
No es sólo por el saludo, es por la mirada que le dedica a él, la gran sonrisa en la que muestra sus impecables dientes, la manera en que su mano acaricia el brazo de él sin pena y recorre cada parte de dicha extremidad, justo como hacen las prostitutas con sus clientes.
El tono de voz meloso.....
No se trata de que lo salude, sino de como lo hace.
Es prácticamente todo.
—Agh. —Me largo de ahí no sin antes girar los ojos y mostrar mi mayor mueca de desagrado.
No le daré una importancia que no merece, total, el día de hoy ha transcurrido de lo más tranquilo que puede estar, tomando en cuenta que estoy en una universidad y la normalidad aquí son las travesuras y la rebeldía de algunos estudiantes.
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ALMAS INOCENTES (INMORTALES #1)
RandomAva es una adolescente que goza plenamente de su juventud, día a día lidia con los problemas matutinos. Pero luego de que sufre un accidente automovilístico surgirán extraños acontecimientos que harán que se vea envuelta en la realidad acerca del pa...