Capítulo 1. ✨

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Ya casi termino de devorar la deliciosa cena hecha por mi, porque tocó cocinar a pesar de que estaba muy cansada y mi ser entero deseaba llegar durmiendo

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Ya casi termino de devorar la deliciosa cena hecha por mi, porque tocó cocinar a pesar de que estaba muy cansada y mi ser entero deseaba llegar durmiendo.

Y podría haber escogido el camino fácil pero tampoco quería malgastar dinero en comida rápida, al menos no esta noche, lo cual hubiera sido preferible, como suele ser con frecuencia, tomando en cuenta las pocas fuerzas que el día de hoy me ha dejado, la diferencia es que ahora estoy con el estómago lleno y ya conocen el dicho:

Barriga llena, corazón contento.

Cabe resaltar, que eso me hace recordar que uno debe de alimentarse acorde a su ritmo de actividad física o a su estilo de vida y pese a que no practico ningún deporte que me drene para empujarme al abismo de la locura en el que me hallo al borde del precipicio siempre estoy haciendo algo aquí y allá, otras veces sencillamente no.

Por ende, al final del día termino hambrienta y agotada.

Jamás me iría a dormir sin cenar.

Tyson, mi mascota, también devora su comida a un lado de mi, es un can de raza Pastor Belga, tiene un tamaño considerablemente grande es más que suficiente para imponer con facilidad para al mismo tiempo proteger la casa.

Verás, si invades la casa equivocada y te encuentras a un enorme perro demasiado desconocido para tu mala suerte es muy seguro que te replantees lo que estás dispuesto a hacer.

Siempre hay oportunidad para arrepentirse.

Y no sólo por su tamaño que es el doble de un Belga promedio sino también por su abundante negruzco pelaje que a su vez es tan suave que podría usarlo a el como mi almohada, y lo he hecho por cierto.

Otra característica suya que desde que tengo conciencia no ha dejado de fascinarme, son sus ojos, peculiares y atrayentes de color carmesí brillantes con manchas negras, muy profundos y penetrantes que hasta las personas que se han acercado a el cautivados por su belleza se sorprenden, y tambien se incomodan, al observarlos por más de un minuto.

También hay que darle crédito al cuidado que le he dado porque le dedico mucha atención, nada que un humano no le dedique a la mascota que ama.

Porque sí, lo amo. Es mi hijo, es mi chiquito.

—Buen provecho. —Le hablo.

Un ladrido que cualquiera podría considerar agresivo pero que a mi para este punto me es normal es lo que recibo de respuesta.

Al terminar me levanto con mi plato en mano, camino hasta la cocina para depositarlo en el fregadero y limpiar todo lo que ensucie.

Así pues, me voy en dirección a mi cuarto dejando sólo la luz de la cocina encendida y en el camino la lámpara de una de las mesitas de la sala, porque desde hace un tiempo para acá me he sentido aturdida por cosas que me han estado ocurriendo por las noches que hacen que me lleve una que otra minúscula sorpresa desagradable.

ALMAS INOCENTES (INMORTALES #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora