"HyunJin era el último híbrido de lobo ártico, él había sido adoptado a los 5 años de edad por el clan de los perros cuando su especie desapareció bajo circunstancias misteriosas. Los perros habían decidido que asumiría al liderazgo de su clan una v...
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Los cuentos de hadas no existen, eso me queda más que claro, sé que existen momentos amargos y experiencias que desearías no volver a repetir; sin embargo, todo eso es necesario para ese hermoso viaje llamado vida, esa fantástica travesía que, a pesar de ser turbulenta, es hermosa. ¿Demasiado cursi? Lamento ser así, pero después de que encuentras al verdadero amor, tu perspectiva cambia para instalar de manera permanente un pequeño estado de ánimo llamado esperanza.
— ¿Qué cosas dices? — pregunto mi gatito cubriéndose el rostro.
— Solo digo la verdad, eres la criatura más hermosa que he visto — susurre forcejeando con sus manitas para descubrir el rostro de mi bello novio.
— Basta, me sonrojo — quité las manos de su rostro y sonreí como idiota al ver el hermoso puchero que adornaba sus labios.
— Tengo al novio más hermoso del mundo.
— Detente — nuestros ojos se encontraron y en ese momento no dude en poseer sus labios.
— Te quiero — él sonrió de aquella forma que tanto me gusta.
— Te quiero HyunJin — lo abrace y así permanecimos un rato, compartiendo nuestro calor.
Seguro se están preguntando ¿Qué pasó desde que ellos se volvieron pareja? Pues, he vivido los siete días más felices de mi jodida vida. Hemos estado saliendo todos esos días después de acabar con nuestras labores dentro del clan, nadie sospecha de lo nuestro y por el momento así estamos bien, nos gusta nuestra privacidad y nuestros hermanos lo entienden. Hoy decidí traerlo a uno de los lugares más hermosos que conozco, cerca del clan hay una montaña no muy alta, tiene un espacio próximo a la punta, donde todo son rocas lisas; suena aterradora la distancia que hay entre el límite del lugar y el suelo, sin embargo, la vista lo vale, todo es muy tranquilo y es un buen lugar para relajarse.
— HyunJin — mi gatito se soltó de mi abrazo para verme a los ojos.
— ¿Qué pasa, amor?
— Yo solo... — me puse alerta en cuanto detecté que su ánimo empezaba a decaer — no es nada.
— Vamos, puedes decirme lo que quieras — lo pensó un momento antes de suspirar.
— ¿Algún día me olvidarás?
— ¿Por qué preguntas eso? — él miro al cielo con una sonrisa nostálgica plasmada en sus labios.
— Curiosidad — se abrazó a mi buscando todo el calor que pudiera proporcionarle, lo sentía temblar entre mis brazos, percibía su miedo y eso solo causaba angustia en mi lobo.
— ¿Que ocurre? — Felix comenzó a negar con la cabeza, llegue a mi limite cuando lo escuche sollozar, lo separe de mi cuerpo, el bajo la cabeza tratando de evitar mi mirada.
