One-shots Merthur

Merlín y Edmund

Crossover de "Merlín" y "Las crónicas de Narnia: el León, la Bruja y el ropero"

....

Merlín corría por su vida adentrándose más allá de la frontera de Camelot, entrando al reino de Cenred.

Llevaba días corriendo por el bosque mientras era perseguido por los caballeros del reino al que alguna vez perteneció. Ahora huía por su vida. No había querido irse y menos dejar a Arturo solo, pero debía mantenerse con vida para poder seguir protegiendo a su príncipe. Todo por ahuyentar a Kilgharrah para que se fuera de Camelot a un mejor lugar, a uno seguro.

La verdad es que un caballero y él mismo Arturo habían visto a Merlín hablar con el Dragón y ordenarle que se fuera y eso solamente un Dragon-Lord lo podía conseguir. Y eso estaba vinculado a la magia. Arturo no tuvo más opción que decirle a su padre.

Y Uther lo mando a matar de inmediato, Merlín sin saberlo, Arturo abogó por él, diciéndole a su padre que lo único que Merlín había hecho fue ayudarlos con el Dragón y seria estúpido matarlo, pero como siempre Uther lo ignoro. Arturo se interpuso ante los caballeros que irían por Merlín, pero Uther ante tal acto de desobediencia lo atribuyo a la hechicería y lo mejor que podía hacer por su hijo era encerrarlo hasta que el brujo estuviera muerto. 

Merlín corrió y corrió sin parar hasta que tropezó y se cayó por culpa de una raíz gruesa. Sin embargo y pese al dolor de la caída se levanto y frente a él estaba una cueva. Podría pasar la noche ahí y comer algunas de las raíces que estaban fuera de la cueva. También había bayas silvestres. Era un buen escondite. 

Ojalá hubiera tenido más cuidado al usar su magia. Pero ya era muy tarde para arrepentirse de sus actos, además había salvado vidas humanas y la vida de su amigo Kilgharrah. Al entrar a la cueva estaba cálido y era fortuna ya que no podía hacer una fogata, así que se acurruco en una esquina y se quedo dormido. Al caer la noche una extraña magia despertó al joven brujo. Se levanto y camino hasta lo profundo de la cueva, allí al final había una puerta de madera con un león esculpido al frente. Extraño ¿cierto? Pero nada en la vida del joven mago era normal o sencillo, así que temeroso se acerco a la perilla y la giro, abriendo lentamente y entro.

Lo que podía distinguir era oscuridad pero su curiosidad era mayor que su miedo y al entrar algo puntiagudo lo golpeo en la cara y al retroceder choco con algo frío. Era roca solida. Ya no estaba la puerta y al mirar al frente estaba un Pino. Hermoso, grande y cubierto de nieve. 

- ¿Cómo puede ser que caiga nieve? ¿Seguiré estando en el reino de Cenred? No, no es posible, pero ¿Dónde estoy entonces?

Merlín sabia que la nieve todavía no debía llegar a Camelot ni a otros reinos, estaban a inicios de la primavera, así que ver la nieve caer lo hizo darse cuenta que ya no estaba en el reino ni cerca, tampoco fuera de la frontera del reino de Cenred, pero su ubicación era desconocida aún. Y no podía pedir ayuda, no tenia a quien y de tener no sabia como hacerlo. Se sentía tan perdido y solo y todo por proteger a Arturo y se preguntaba mientras caminaba por la nieve si su príncipe sería capaz de ver que lo que hizo, lo hizo por él. Realmente esperaba que en el corazón del príncipe existiera el perdón, por haberle mentido y que se diera cuenta que nunca hubo traición de su parte. Una mentira si, pero traición jamás. 

El joven mago continuo caminando entre la blanca nieve hasta que llegó a un farol, algo totalmente desconocido para el joven brujo.

¿Qué era aquello en medio del bosque? Daba luz, pero no era fuego ni irradiaba magia ¿Entonces que podría ser? Cuando en eso fue empujado y cayó nuevamente pero ahora contra la nieve. Se molesto brevemente pues al voltear se percato que él que lo había empujado, fue un niño. Parecía que llevaba un abrigo o bata y unos zapatos extraños.