Amor Real

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Prologo:

El rey Caspian del reino de Telmar, en la frontera de Aotearoa, al oeste del reino de Narnia, debe casarse con una princesa y procrear un heredero, y no es él único que debe contraer matrimonio ese año.

El rey Arturo Pendragon del reino de Camelot en la tierra de Caledonia también debe casarse.

Los matrimonios arreglados entre la realeza siempre han existido, es funcional, pues es un bien necesario para el beneficio de ambos reinos.

Los príncipes gozan de lujos, camas suaves, respeto, privilegios que ningún plebeyo podría obtener, joyas, oro y atención, pero al llegar la hora, deben sacrificar el corazón y despojar a una princesa por el bien de su pueblo, no por amor. No deben casarse por amor, incluso si eso les rompe el corazón y el alma. Esa es su sentencia. No poder elegir con quién pasar su vida, a quién amar. No pueden anteponer sus sentimientos por encima del bien de los suyos. Ese es su deber. 

Arturo lo sabe bien.

Aunque ya sea rey, la ley es clara. Y él debe cumplirla. Su amor es imposible. Su corazón le pertenece a su joven sirviente y aunque sabe que es bien correspondido, no puede casarse con él, ¿Cómo podría? Merlín pese a poseer una increíble belleza exterior como interior, sigue siendo un hombre, incapaz de concebir vida. Un heredero para el reino de Camelot.

Y no es el único que sufre. El rey Caspian también sufre.

Él está profundamente enamorado de otro miembro de la realeza, pero no es una princesa, es el joven rey Edmund, del reino vecino de Narnia.

Se enamoró desde que Edmund tenía 8 y él 12. Fue un amor inocente que fue cambiando con el tiempo, el cual creció y se fortaleció. Pero no pueden casarse, pues sabe que con Edmund no podrá dar un heredero al reino, ninguno de los dos podría, así que debe renunciar a su amor... Por mucho que duela, es su deber y su destino. Él debe cumplir con su deber.

Es el deber de un rey.

 ....

Arturo estaba en su recámara, desayunando y pensando en lo que estaba por suceder.

El rey Caspian del reino al otro lado del mundo, le pidió que fuera al reino de Narnia, donde su amigo el rey Peter había organizado un festival, juegos, y un baile para que escogiera a su futura esposa, y, todas las princesas de los reinos cercanos irían para la elección de la futura reina de Telmar, y allí mismo él podría elegir a una de tantas candidatas como esposa y reina de Camelot. Caspian le mencionaba en la carta que era mejor estar en un reino de un rey neutro, que no se pusiera de un lado ni del otro al momento de escoger con quien casarse, en caso de alguna disputa, fuera entre ellos o las princesas. Reforzó que los otros reyes, Edmund y Lucy eran muy diplomáticos y podrían resolver cualquier conflicto en caso de haber uno, aunque esperaba que no fuera necesario su intervención.

Arturo pensó en la oferta. Era buena idea, pero probablemente se haría un conflicto por la atención prestada a las princesas o posibles malentendidos, aunque sabe que no es prudente rechazar el ofrecimiento del rey Caspian. Su ejército no era tan fuerte como el de él, pero Caspian tenía mejor armamento.

- Merlín ¡Merlín! ¡MERLÍN!

- Estoy aquí, ¿Por qué gritas, capolote?

Arturo sonrió. No podía evitarlo ante tal insolencia.

- Empaca mis cosas, las tuyas y avisa a los caballeros de siempre. Iremos de viaje

- ¿A dónde?

- Merlín, no hagas preguntas y ve... ¡Espera!

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2023 ⏰

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