Capítulo X

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El día de la fiesta llegó, todos los estudiantes estaban emocionados por ir.
Henry se despertó temprano para arreglarse, llamó a su padre y le contestó una hora después, le dijo que no podrá llevarle porque tiene mucho trabajo. Henry simplemente aceptó, sabía que su madre trabajaba todo el día para poder mantenerlo, mientras que su padre pagaba de vez en cuando la pensión de alimentos.

Llamó a William, puesto que no tenía dinero para el taxi, de seguro su amigo le podría llevar.

Y fue justo como pensó, William contestó al instante y fue directo a la casa de Henry con un taxi. De ahí fueron a la fiesta.

William relucia con un traje morado a su medida, un pantalon de vestir con una tonalidad similar y una corbata, zapatos y cinturón negros.
Mientras tanto, Henry iba con un traje más claro, un saco color beigue y unos pantalones igual. Una corbata cobre y una correa y zapatos marrones.

Ambos jóvenes llegaron a la fiesta sin antes darse cumplidos de la ropa de cada uno. Era obvio para ambos, que con trajes se veían mucho más atractivos. Henry ya estaba apuntó de perder la cabeza cuando vio a William bajar del taxi, alusinando como si lo fuera a recoger.

Ambos jóvenes llegaron a la fiesta, pero esta estaba aburrida para Henry e incomoda para William. El contrario noto como se sentía William y le dio la oportunidad de irse a celebrar a otro lugar. William claramente aceptó y fueron al centro comercial para pasar ahí el resto de la noche. De todas formas, nadie los estaba esperando en esa fiesta.

Ambos muchachos se divirtieron mucho, hablaron y hablaron sin cesar por varias horas, hasta que llegó la hora de la cena. William noto cómo su amigo tenía hambre así que decidió llevarlo a un restaurante elegante del centro. De todas formas, a William no le faltaba el dinero.
Henry no quería ir, porque pensaba que sería un gran gasto, pero sabía que a William no le importara lo que dijera, igual iba a terminar comiendo.

Pocos minutos después, ambos jóvenes comían sus respectivos platos en un ambiente cálido, como si de una cita se tratase. Todo iba tranquilo, hasta que Henry reconoció una sombra al otro lado del restaurante. Le pidió un momento a William, se levantó y emocionado fue hacia el lugar.

Henry no había mirado mal, tenía razón, ahí estaba su padre. A Henry no le importaba que estuviera haciendo, hace más de un año que no lo ve en persona. Su padre se queda atónito, mientras solo puede mencionar el nombre de su hijo, puesto que no esperaba encontrarlo aquí.
Henry le preguntaba que hacía aquí y cuando llegó, porque no le saludo si es que lo vio. Pero toda la emoción de Henry se fue en un segundo, cuando salir de las puertas del baño, que estaban al frente de él, una mujer joven y reluciente. Henry la reconocia, era la mejor amiga de su madre y una tía para Henry, ahí es cuando él se dio cuenta. Su padre no podía llevarlo a su fiesta, no por trabajo, sino porque estaba con ella. Su padre no le habló por más de un año, porque estaba con ella.

Henry lo comprendió todo en un instante y salió corriendo del restaurante, mientras que su padre y la mujer se quedaban quietos viendo la escena. El único que actuó fue William, el cual observaba desde la distancia lo sucedido, fue corriendo detrás de su amigo para alcanzarlo.

La mente de Henry estaba nublada y sus ojos llorozos no le dejaban ver, por suerte se tropeco antes de llegar más lejos. William lo alcanzó.

William veia la escena, un Henry destrozado mentalmente, con una mente en blanco y una alma en pena. William agarro a Henry, lo subió a un taxi y se fueron del lugar.

Henry seguía con la cabeza en las nubes de pensamientos fatalista y algunos suicidas, hasta que de la nada siente como su cuerpo está tragando un líquido, al recobrar el conocimiento, se da cuenta que William le está dando alcohol.

Un depresivo Henry con las pocas energías que le quedan, le dice a William que pare. Sin embargo, el contrario le dice que esto hará que se olvide de todo.

Simplemente Henry se dejó llevar por William, era la única persona en la que él podía confiar. William era el único que no le hacía daño, el único que estuvo ahí desde siempre.
Henry vio como William también tomaba las botellas. En unos minutos vio cómo habían más de 20 botellas vacías tiradas en toda la habitacion donde sea que estén. A henry no le importa, esta muy triste y borracho para pensar. Y William, William sabía esto.

Tras terminar las botellas, un William borracho empezaría su plan. De la nada, Henry fue desprevenido con un beso, pero no uno sueve, él sentía como la lengua de William entraba fuertemente adentro de él y recorría toda su boca. Henry se quedaba sin oxígeno, pero a William no le importaba, sólo siguió y sigio.
Henry nunca puso negación a lo que estaba pasando, puesto que por dentro solo era una persona destruida y borracha, por fuerra solo podría expresar placer.

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Quieren que para la siguiente haya sepso o nos lo saltamos, decidan. 🕴️

~Tu Mejor Amigo~ Willry +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora