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(Otro día más en el que por suerte o desgracia abro los ojos, me levanto de la cama, me visto y bajo a desayunar, tanta monotonía me aburre)

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(Otro día más en el que por suerte o desgracia abro los ojos, me levanto de la cama, me visto y bajo a desayunar, tanta monotonía me aburre)

El mismo pensamiento que día a día corre por la mente de Choi Beomgyu, con la misma expresión neutral en su rostro bajo las escaleras de su hogar, con dudas de ¿Qué pasaría si simplemente se deja caer y ya? De todas formas nunca lo hacía y no sabía el porqué, quizás aún quedaba un mínimo de ganas de vivir en el fondo de su ser.
Se sentó en la mesa de la cocina y su madre como de costumbre dejo su desayuno enfrente suya y besó la frente de su hijo.

Buenos días cariño- dijo la señora Choi con una adorable sonrisa

Buenos días, supongo- se encogió de hombros y comenzó a desayunar

La señora Choi suspiro pero volvió a sonreír casi al instante

En 20 minutos tenemos que ir al psicólogo, desayuna y ve a peinarte- comenzó a acomodar todas las cosas de la cocina mientras Beomgyu simplemente obedeció, no le quedaba otra.

Subió las escaleras de nuevo y solamente se hizo una media cola, no tenía ganas de vivir obviamente no iba a tener ganas de peinarse, y su madre ya le estaba llamando desde el coche, se subió en el vehículo y mientras miraba por la ventana volvió a pensar en sí todo esto valía la pena, al fin y al cabo llevaba con depresión bastante tiempo y había estado tanto en hospitales psiquiátricos como en consultas con varios psicólogos, según en la que estaba ahora veían algún avance, pero el seguía pensando que nada ayudaba.

Llegaron y se bajó del coche para entrar junto con su madre a la sala de espera ya que habían llegado 10 minutos antes de la cita.

Voy al baño, ahora vuelvo- dijo Beomgyu mientras se levantaba de aquella incomoda silla, camino por el solitario pasillo y entro en el baño.

Después de terminar con sus necesidades salió del baño y antes de poder dar más de 2 pasos por el pasillo un chico algo más alto que el se chocó con Beomgyu, quién pudo mantener el equilibrio y al ver que el otro chico se iba a caer al suelo por autoreflejo agarró la cintura del chico y le abrazó para que no se callera.
Sus miradas se cruzaron y en ese momento aparecieron 2 adultos.

Gracias por pararlo- dijo una mujer que parecía más o menos de la misma edad que su madre mientras agarraba el brazo del chico que intentaba soltarse del agarre de la mujer

Gracias Beomgyu, este chiquillo es bastante rápido- el hombre que hablo esta vez era uno de sus antiguos psicologos

Y antes de que Beomgyu pudiera hablar se llevaron a rastras al chico, un lindo pelinegro de ojos marrones, labios gruesos y cintura pequeña. Ya que había podido verle bastante de cerca no había podido evitar fijarse en sus bellos y delicados rasgos aunque su cara expresara el miedo en todas sus formas posibles.
Se quedó enmedio del pasillo, viendo al chico forcejear para soltarse y escuchándole gritar, eso... Eso le hizo sentir...¿Pena?
Pensaba en cómo sacarle de esa habitación y correr con él, escapar de aquel edificio y encontrar un lugar para esconderse de todos hasta que la voz de su madre le saco de su nube

¡Beomgyu venga ya tienes que entrar!- Grito la señora Choi desde la otra punta del pasillo

Beomgyu caminó hacia su madre y entro a la misma habitación a la que entraba 4 veces a la semana desde hace ya casi un año y se sentó donde siempre.

Buenos días Beomgyu- dijo la psicóloga

Buenos días señora Kang- respondió Beomgyu

Comenzaron con las típicas preguntas de siempre, cómo estás, has comido bien, has dormido bien, etc

Beomgyu ¿Te pasa algo?- preguntó la psicóloga- te noto disperso ¿Pasó algo?

La verdad... Si que pasó algo- suspiro antes de seguir hablando- un chico se chocó conmigo y se lo llevaron básicamente obligado a la consulta y no se, me preocupa el hecho de que se notaba que estaba asustado y probablemente a nada de la histeria- explicó mientras jugaba con sus manos

Y ¿Porque te preocupaste?- miro curiosa a Beomgyu

Yo...yo estuve así cuando me impidieron saltar a las vías del tren, osea, estaba así cuando me sentía terrible y me salvaron, ahora mismo si que veo mi "progreso" me... Me preocupa que ese chico también haya pasado por algo que le obligue a querer quitarse la vida y que de hecho lo haya intentado- sus ojos empezaban a tornarse llorosos y su voz se iba quebrando con cada palabra

¿Recuerdas como era el chico? No estoy segura de quién me hablas- se levantó de su sitio y se sentó junto a Beomgyu

Era alto, pelo castaño brillante, parecía bien cuidado, también sus ojos, probablemente había estado llorando ya que estaban rojos e inchados, pero de todas formas eran hermosos, marrones, pero de un marrón clarito, muy tiernos, se iba a caer y le agarre, su cintura era pequeña, de por si su cuerpo parecía bastante delicado.- una pequeña sonrisa tímida se asomó en su rostro mientras hablaba de aquel desconocido, de alguna manera sentía como la temperatura de su cuerpo aumentaba y sus mejillas se tornaban rosadas al recordar al chico

Hmmm... Creo que se de quién hablas, también se apellida Choi, Choi Yeonjun si no recuerdo mal, su madre le a traído ya por segunda vez, si la memoria no me falla le diagnosticaron anorexia hace unos meses y su madre no hizo nada al respecto y no volvió más, pero si, desgraciadamente justo por eso a intentado suicidarse, y por lo que e escuchado su madre es terrible, de hecho la señora que le a traído es su vecina, que le encontró intentando ahorcarse en el jardín... Ese chiquillo a sufrido bastante...- mientras la psicóloga hablaba Beomgyu sólo pensaba en el castaño... Yeonjun... hermoso nombre para un hombre igual de hermoso

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