Pensaba que su vida era muy linda; estaba por contraer matrimonio con Izana Kurokawa, sin saber que lo ha estado engañado con su mejor amigo: Kakucho Hitto.
Faltaban unas semanas para la boda, todo estaba ya casi listo. Pero un día, Takemichi tuvo u...
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Después de estar parte de la tarde escogiendo el salón para la ceremonia de boda, Izana se despidio de Takemichi y Miyuki.
— Nos veremos, Takemichi. — depositó un pequeño beso en los labios del menor
— Sí. — sonrió con amor
— Hasta luego, Miyuki.
— Hasta luego, Izana-kun. — la mujer también se despidió de su yerno
El albino se retiro de la residencia de la familia Hanagaki, para ir a su casa, que está a media hora.
Aquel chico de tez morena y ojos violeta, es un buen manipulador, heredandolo de su familia, ya que esta a ocupado eso para obtener lo que ellos deseen. Y si tienen riqueza es por todas las malas jugadas que han hecho, cuyas nunca fueron descubiertas por los afectados.
Esta ocupando esa habilidad heredada para su beneficio, sin importarle ser capturado. Sin importarle dañar a gente inocente, solo por querer llenar más su avaricia que esta hambrienta de dinero y poder. Apesar de tener dinero que han arrebatado, él albino quiere más.
Al despedirse de su prometido, Takemichi y la progenitora de este entraron a su casa, ya que pronto será hora de la cena.
— Ya hice la cita para ver el salón. Será el día de mañana. — avisó la pelicafé — La cita es a las tres de la tarde. Procura llegar, hijo.
— Claro que lo haré. Seré puntual. — prometió el chico. Miró el anillo de compromiso que lleva en el dedo anular de su mano izquierda — Madre, ¿Crees que mi padre venga a mi boda?. — cambió la conversación con esa pregunta
— Ya hable con él y me dijo que estará aquí para el día de tu boda. — respondió — Él está ansioso y emocionado porque él será quien te entregará al altar. — confesó el deseo de su esposo — Tu padre a anhelado tanto porque ese día llegue.
— Aunque sea estricto en algunas cosas, es buena persona. — admiró a su padre — Me da gusto que haya aceptado mi relación con Izana-kun, ya que a veces es exigente con algunas cosas.
— Tu padre sabe respetar las decisiones que uno tome. Es por eso que aceptó la relación que llevas con Izana-kun. — dijo la pelicafé, eso hizo que el ojiazul sonriera
— Ya quiero que sea el día de mi boda, no solo para casarme con Izana-kun, también porque quiero ver a mi padre. Hace mucho que no lo veo. — su semblante cambio a uno decaído al recordar que desde hace más de cinco meses que no ve a su padre en persona, solo atraves de una pantalla. Ni siquiera el señor Hanagaki pudo asistir a la fiesta de compromiso de su único hijo. Pero apesar de estar ausente el chico lo comprende — Estoy muy ansioso porque ese día llegue, madre. — ahora una sonrisa tranquila se podía notar en el rostro del chico
— Yo igual estoy ansiosa, pero también muy feliz porque veré a mi lindo hijo casarse con el amor de su vida. — se acercó a su hijo y con una mano acarició dulcemente la mejilla del menor — Es hora de cenar.
