RESPIRAEstaba intentando seguirle a todo lo que mi jefe me decía, desde los nombres de cada habitación, hasta el funcionamiento de cada una. Era extraño porque aquí tenía que explicarles a las personas que debían subir una palanca una hora antes para tener agua caliente, debían colocar la llave en un lugar específico para tener electricidad, no papeles en el inodoro. Debía preguntar la hora del desayuno, y estar pendiente si tenían transporte o no para pedir uno.
Realmente eran pasos sencillos, pero cuando te los explican y te ponen la cereza diciéndote que tienes que comunicarte en griego con las demás personas que trabajan contigo porque no hablan inglés, es algo para ponerse nervioso.
Respire profundo. Yo podía hacerlo, no era algo del otro mundo.
— ¿Está todo claro? —Nico me veía con ojos de aburrimiento de explicar absolutamente todo, pero con los mismos ojos de esperanza que aprendiera rápido.
—Por supuesto —dije siendo completamente sincera.
Sabía el funcionamiento de las casa en Grecia, sabía acerca de la electricidad y el mal funcionamiento de las cañerías. Me conocía las calles como si siempre hubiera vivido aquí. Era extraño, pero en cada paso que daba en esta isla era como recordar una vida pasada.
Me senté a esperar a que Nico, mi jefe, terminara de arreglar unas cosas así poder quedar libre cuando mi teléfono vibro. Tomé para revisar un mensaje de mi madre diciendo buenos días en el grupo que teníamos con mi hermana. Debe de ser tan extraño para ella que sus dos hijas estén viviendo lejos. Tan acostumbrada a nuestra compañía, ahora estaba sola con mi padre. Eso es lo bueno de la tecnología, siempre te mantiene cerca. Es fácil hablar todos los días y omitir la lejanía. No es como con Mati que no puedo besarlo o abrazarlo o tener una cita romántica. Las relaciones amorosas están hechas para la cercanía.
Llevaba una semana en Santorini y había sido bastante fácil todo. Estaba en constante movimiento aprendiendo las cosas que tenía que hacer.
Las cosas con Matias estaban increíbles. Incluso mejor que cuando estaba en Guatemala. Cuando despertaba, Mati me había puesto mensajes contándome acerca de su día, me escribía esporádicamente te amo en ciertos mensajes que no esperaba y eso llenaba mi corazón. Normalmente yo soy la romántica empedernida que escribe como mil te amo al día y no es porque sea una melosa, mi forma de amar y demostrar amor es escuchando las cosas, reafirmándolas. Es extraño porque todos te dicen siempre que las palabras no valen, si no lo que tu sientas que las otras personas te dan.
Yo necesito ambos, mi lenguaje del amor es según Gary Chapman en su libro "Los 5 lenguajes del amor" que por cierto lo leí para entender las distintas formas de amor, aprendí que mi forma de amar es con palabras y la de él es contacto físico. Si quería hablar algo serio con Matias tenía que tocar su mano, su pierna, o alguna parte de su cuerpo para captar su atención, de no ser así se distraía con facilidad.
Estoy segura que él ni siquiera lo sabe. Eso lo complica una barbaridad, no tengo como tocarle la pierna, la mano o besarlo cuando quiera su atención. Cerré los ojos rogando porque las cosas siguieran así, tan bien como están ahora. Sabía que para Mati esto no es fácil, a él le cuesta expresar sus sentimientos y en esta semana había sido tan expresivo conmigo que no tenía palabras para decir lo mucho que me sentía enamorada de él.
Un día incluso salió con sus amigos, me llamo con ellos, salude a todos, me tiro besos sin importarle que estuvieran ellos presentes. Era algo que no imagine antes. Unos meses atrás, Mati me dejo muy claro que ni a sus amigos, ni a su familia me presentaría aun, hasta que él y yo fuéramos formales y tuviéramos un par de meses de novios. La red flag más grande de mi vida que gracias a Dios ignore.
ESTÁS LEYENDO
LA DISTANCIA ENTRE TÚ Y YO
Romance¿Será que el amor lo puede todo? Ariela está a punto de cumplir su sueño de toda la vida. Ir a trabajar a una isla llena de casitas azules y blancas que adornan la punta de un antiguo volcán. Pero nunca imagino que cuando lograra ese sueño, tendrí...