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Charles se vino en la mano de Erik, vaciando todo de sí mismo. Erik llegó poco después, una ráfaga de semen dorado para llenarlo una vez más y luego todo terminó, demasiado pronto.

El dios se retiró y soltó las manos de Charles — ya hemos acabado, esta tierra quedará bendecida una vez más.

El dios lo ayudó a ponerse de pie. Cuando se volvió, vio a todos los miembros de su tribu que estaban allí inclinados ante los dos.

Erik-ra parecía satisfecho, agitó su mano nuevamente y aparecieron varias mesas largas, cargadas de alimentos.
—Vengan, coman en nuestros nombres —anunció, se volvió hacia Charles — Ahora, deseo encontrarme con mi hijo.

Charles asintió y atrajo a su deidad hacia su hogar.
Raven esperó dentro con el bebé en sus brazos. Ella rápidamente entregó a David  a Charles, quien con la misma rapidez le presentó el bebé a su otro padre — Nuestro hijo, David.

Erik-ra tomó al bebé dormido en sus enormes brazos, con una mirada de adoración en su rostro.

—Sabía que me darías un hijo fuerte —El dios trazó su dedo suavemente sobre la nariz del bebé — Él es perfecto — Erik levantó su mirada hacia Charles— Tan perfecto como tú.

David abrió sus ojos y miro con curiosidad al gran hombre que lo sostenía, Erik sonrió al ver los ojos de Charles en su pequeño bebé.

Charles sonrió y se acurrucó más cerca de su dios, mirando al hombre sostener a su hijo.
—Como será el próximo —dijo Erik.
—¿El siguiente? —preguntó Charles.
Erik se volvió para sonreírle.
—Te sacrificaste ante mí y planté mi semilla dentro de ti.

Charles se llevó una mano al estómago.
—¿De nuevo?

Erik sonrió aún más.
—Ahora sabes por qué te di una casa tan grande.

Raven soltó una risita detrás de él.
—¿Te parece gracioso?

Charles miró a la mujer con molestia fingida.

—Al menos me mantendrán en un trabajo por un tiempo.
Dijo, sonriendo.

Charles se volvió hacia Erik.
—Amo a nuestro hijo con todo mi corazón — susurró — otro solo hará que mi corazón crezca aún más.

Erik bajó la cabeza y capturó los labios de Charles.

— Va a ser un gran corazón que tendrás.

...

Diecinueve años después.

—Vayan a lavarse —gritó Charles por el pasillo, manteniendo a los bebés mellizos recién nacidos, uno en cada brazo, lo más lejos posible de sus labios — Su padre viene mañana por la
mañana.

Escuchó el correteo de pequeños pies y supo quenecesitaba controlar su progreso. Una casa llena de veintiún semidioses era un caos en un buen día.
Veintidós si contaba a Raven, al menos ella ayudó a calmar la locura, en lugar de aumentarla.
La encontró amamantando a Lorna, y un niño lloraba a sus pies, queriendo su último banquete antes de acostarse, también.
Él bajó para presionar un beso en la mejilla de Raven, ella era una gran compañía, amiga he incluso como una hermana, lo ayudaba y apoyaba en todo.

—¿Estás emocionado por mañana? —preguntó ella.

Él siempre estaba emocionado de que llegara el verano.
—Sabes que sí.

—Número veintidos — suspiró —Me pregunto cuántos bebés te dará.

—Todos los que quiera, supongo —dijo Charles. Amaba a todos sus hijos y no cambiaría nada, especialmente cuando Erik-ra amaba tanto a sus niños. Fueron bendecidos, y Charles no cuestionaba esa bendición.

—El hecho de que te mantenga joven y saludable ayuda.

Charles captó su reflejo en el espejo de la pared del cuarto de los niños. Todavía se parecía al joven de diecinueve años que
Erik-ra había tomado por primera vez. Con veintiún muchachos para perseguir, se alegraba por la resistencia de su juventud.

—Ahí estás —dijo una voz detrás de él.

Charles se volvió y vio a Erik-ra de pie en la entrada.
—¿Por qué estás aquí temprano?, ¿Pasa algo?

—Creo que es hora de pasar mi poder a mi hijo mayor — dijo Erik antes de dejar su mano en la espalda de Charles y llevarlo a la sala principal de la casa. Llamó a David para que fuera hacia ellos y se volvió hacia su primogénito.
—¿Recuerdas lo que discutimos el verano pasado?

David asintió.

—¿Qué discutierón? —preguntó Charles.

— David ahora tomará mi lugar, mañana irá a la ceremonia, pedirá su sacrificio. Espero que esta nueva tribu tuya haga lo correcto.

Charles miró entre ellos. No estaba listo para decir adiós a su hijo.
—Pero, todavía es muy joven.

—Es un hombre ahora y un semidiós. Él es lo suficientemente fuerte como para tomar parte de mi poder.

—Quiero esto, papá — dijo David — quiero ver el mundo de la misma manera que mi padre.

Erik dio un paso delante de David y colocó una palma en el pecho de su hijo. Una iluminación se levantó bajo su mano, y David jadeó, como si le doliera, pero, luego todo terminó y David sonrió. Le dio un suave beso en la frente a Charles.

—Es mi hora de brillar, papá.

Charles abrazó a su chico antes de soltarlo y observó mientras David salía.

— Mi hijo se fue, ni siquiera me dijiste algo de esto, yo también soy su padre.

— Esto es algo que iba a pasar.

Charles lo entendía, pero aún así le enojaba — ¿Y qué hay de ti? —preguntó Charles, temeroso. ¿Era este el final de su amor? ¿Se moriría Erik? — ¿Qué te sucederá ahora?

Erik-ra tomó cuidadosamente a un recién nacido de sus brazos y le sonrió al pequeño bulto, una hermosa niña de cabello rojizo. Sin levantar la mirada, habló.
—Me quedo con el ser humano que amo, el hombre que tiene tanta fuerza para darme todos estos hijos poderosos

Charles tenía miedo de hacer estallar sus esperanzas.

—¿Todo el tiempo?

—Día y noche —susurró Erik antes de volverse para sonreírle— Por la eternidad, ahora dame a mi otro bebé — Charles sonrió con alegría y amor, ayudo a Erik a cargar al otro pequeño bebé de cabellos claros, casi blancos — Son perfectos — dijo con amor, estaba tan feliz de poder quedarse para siempre con Charles, muchos años había anhelado su entera compañía, pero, siempre sus deberes se lo impedían, ahora ya no más.

Más tarde, después de que se había entretenido abrazando a sus dos hijos más nuevos abrazando a sus otros hijos, poniéndose al día y dándose un festín durante la noche, Erik llevó a su humano a la cama.
Largo en la noche hicieron el amor, sus cuerpos entrelazados y ellos estaban seguros que habían hecho el bebé número veintidos.

Fin

Sacrificio al dios SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora