Me acordé de la aplicación y a la hora del patio empezé a probar esa app. Me encontraba con muchas recomendaciones pero la mayoría de los chicos ni me interesaba. Yo solo buscaba gente con quien hablar de todo sin que sea un guarro como la mayoría de los inmaduros que me he encontrado. Por eso, decidí no usar la app. Y apagé el móvil. E intenté terminar las clases que tenía.
Se acabaron las clases e iba caminando hacia la parada del bus. Me monté al bus de camino a nuestro barrio junto Elena.
Cuando llegamos, nos despedimos en la parada porque Elena vivia más arriba de donde yo vivía.Llegué a casa dejé la mochila en mi habitación. Fui saludar a mis padres. Les conté como me fue el día a mi madre. Mi madre, tenía una sorpresa. Cuando acabé de hablar, me da su regalo de cumpleaños.
Qué fue un vestido rojo y dos faldas
Me gustó el regalo y con entusiasmo abrazé a mi madre.
Mi padre llego a las 15:25 y vino enfado como siempre.
- ¿Margaret dónde estás? Necesito hablar seriamente.—rechistó notablemente mi padre—
- ¡Ten paciencia hombre, estoy dando los regalos del cumple de tu hija! —Deleitó sin preocupaciones mi madre—
Sugerí a mi madre que no pierda más el tiempo y me dirigí hacia mi habitación para probarme la nueva ropa que me habia regalado mi madre.
Cuándo llegué, me senté y cogí mi móvil. Empezé a recibir notificaciones de la aplicación que me instalé en la uni. Me llegó un mensaje de voz de un chico que de usuario se llamaba: @AlancaddelAl principo era una conversación general pero más adelante empezó a tener más forma y con más temas. El chico se llama Alan Caddle de allí su nickname. Vive la ciudad de Denver, Colorado. Mientras que yo vivo en el mismo estado. Colorado concretamente en Loveland. A mi me empezó a caer bien porque tenía algo que me atraía de él y no sabía el que. Así que nos pasamos nuestros Instagrams para poder mantener su contacto.
Estuvimos hablando dos horas y media en instagram. Él me Sugirió hacer una videollamada. Estaba muy nerviosa me temblaba las manos y tardaba en responderle estuve en mi cama boca arriba y pensando en que decirle. Pasaron como 2 minutos y seguía alli mirando el movil para responderle si o no. Me daba miedo que sea un viejo verde o que estuviese hablando con un niño. No me haria gracia que estuviera hablando con una persona que me haya engañado. Aunque me haya dicho que tenia mi edad no me fiaba. Las fotos en instragram que tenia publicadas eran de sitios en Denver pero sin su cara.
Sentía curiosidad por saber quien era. Asi que opte por hacer esa llamada. Al responderle que si, él empezo la llamada. Yo rápidamente me fui a mi escritorio y me arregle un poco para estar presentable. Al coger la llamada, me quedé embobada. Era un chico muy guapo. Su pelo era de color negro azabache y sus ojos azules grisáceos. Eran tan trasparentes que muestra una mirada pura y real. Yo pensé que era un holograma por la perfecta composición que tenía la cara. Su forma de la cara es en forma de diamante. En cuanto a su cuerpo no se le veía completo pero se podia apreciar que estaba en forma por los musculos de sus brazos. Llevaba una camiseta blanca.
- Hola Sira, ¿Qué tal estás? —Habló Alan tras la pantalla de mi teléfono.—
- Eh, hola yo bien ¿Tú que tal? —Contesté con un tono de voz temblorosa.—
- Estoy estupendo, pero te noto nerviosa. ¿Esperabas que iba ser un viejo de 60? ¿Verdad? —Bromeo con una ligera mueca de sonrisa—
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A distancia de las Estrellas
RomanceAlan y Sira se conocieron a través de una app para encontrar nuevos amigos, más adelante se pasan sus Instagrams. Desde que se conocieron se veían todos los días a distancia. Hasta que un día, se vieron por primera vez bajo las mismas estrellas.