Llegó el día más esperado de la semana, el maravilloso Viernes, el cual quedaría con un chico llamado Alan. Le conté a Elena de que conocí a un tio buenorro y que quedria con él para saber un poco más. Elena no le gustó la idea, aunque le dije que ya he visto como es e hicimos una videollamada, pero Lena insinuó que era demasiado bueno para ser verdad, que era muy pronto para quedar con él, pero yo no la hice caso, a la vez que ella despertaba gran curiosidad por él. Ella me pidió estar en contacto 24/7 porque a la vez temía por mi seguridad, no me paraba de repetir de que en internet había mucho catfish furulando y puede haber pervertidos difrazados con identidad de adolescente.
Cuando acabaron las clases, me dirigí a casa a ponerme el mejor vestido que encontré en mi armario y fui a la ubicación que me mando por instagram, se llamaba la cafetería "Keke" porque el dueño era jamaicano y sus batidos estaban para morirse. Decidimos ponernos una ropa del mismo color, definitivamente nos percatamos por el color rojo. Alan se encontraba sentado en la esquina del café, en una mesa verde lima con una sillas que lucían viejas y parecían estar hechas de paja, al avanzar pude ver que ya había pedido su batido y al lado se encontraba una libreta, donde estaba apuntando algo lo cual yo desconocía, me paré al lado de su silla y Alan levantó su cabeza y me miró asombrado.
-Al fin estas aquí -Sonrió y se quitó las finas gafas de color dorado-
-Sí, perdona por la tardanza -le devolví la sonrisa-
Alan se veía mejor en persona pude ver cada mínimo detalle y cada uno de ellos era perfecto. Su sonrisa, sus ojos, su mentón marcado en forma de diamante y por dios la camiseta roja se le pegaba al torso definitivamente bien formado y ceñido... Joder no entiendo como un chico como él, tan guapo andaba en una aplicación para encontrar amigos ¡Si parecía un modelo de Calvin Klein!
Ey, Sira ¿Estás ahí? -llamó mi atención-
-Am, si -me sonroje-
-Te habias quedado embobada -me recordó- te estaba preguntando si querías un batido -Sugirió formando una fina línea con los labios.-
-Sí, claro -Asentí mientras tocaba la parte trasera de mi cuello con vergüenza-
-¿De qué sabor lo quieres? -inquirió señalando el cartel de batidos que estaba colgado enfrente del mostrador-
-Mmm...-Dije dudativa- El de fresa
-Uno de fresa -le indicó al camarero con una sonrisa-
-Marchando -Apuntó la comanda y la pegó en la ventanilla que daba lugar a la cocina.- Ya os lo traigo a la mesa, poneros cómodos. -Nos sugirió el camarero-
Nos dirigimos a la mesa donde Alan estaba sentado antes, y no sentamos mirándonos cara a cara, Alan se desordenó el pelo y supe perfectamente lo que estaba haciendo, y la verdad lo estaba haciendo muy bien, mis pulsaciones se dispararon a mil y pude escuchar el retumbido de mis pulsaciones . Pum, pum, pum... una tras otra escuchandose más fuerte y más rápido.
Derrepente sono la campana que indicaba que entraba otro cliente, entró una chica de cabellos rubios como el oro,
y a su lado estaba Julian, la chica se reía como Elena un sonido estridente como el de un cortacesped "Kachá cachá kachá".
La chica se sentó con Julian en la mesa que estaba situada detrás de Alan.-Uno de lima -añadió la chica-
Que raro... Ese era el favorito de Elena.
- Voy. -se levantó Julian de la silla vieja que hizo un sonido de chirriante-
Vi como Julián iba a pasar enfrente de nuestra mesa y jure mil veces que no tratara saludarme.
Pero lo hizo. Mierda.

ESTÁS LEYENDO
A distancia de las Estrellas
عاطفيةAlan y Sira se conocieron a través de una app para encontrar nuevos amigos, más adelante se pasan sus Instagrams. Desde que se conocieron se veían todos los días a distancia. Hasta que un día, se vieron por primera vez bajo las mismas estrellas.