Las clases no se hacen de esperar, desde aquel incidente ocurrido hace cinco días, Mitsuya desconfía de su madre, su problema con el alcohol puede desencadenar más problemas a largo plazo, como el sujeto de aquel día, Mitsuya lo encuentra nuevamente cuando espera el transporte público, tratándolo de intimidar con sus palabras, para evitar más problemas Mitsuya simplemente lo ignora, al estar rodeado de tantas personas el desconocido no hace más que intimidarlo con la mirada, al bajar, también lo hizo el desconocido, abrazándolo pidiendo perdón, afirmando que se merecía el golpe, Mitsuya totalmente sorprendido lo perdono, con la condición de que jamás vuelva a su casa a ver a Kanae.
Nuevamente a Kazutora le resulta muy complicado levantarse temprano, ambos se olvidaron completamente de la alarma, pero lo hace al escuchar el tono de llamada de su celular, Baji le comunica sobre la disponibilidad del puesto, pero tiene que asistir ese mismo día, ya que hay otros que solicitan el mismo puesto de trabajo, en eso Naya toca la puerta para ir a la UNI juntos, Chifuyu se levanta como puede, lo despierta el tono de llamada del celular de Kazutora, baja hacia la cocina y prepara el levantamuertos, su cuerpo reacciona ante los estímulos, rápidamente toma un baño, mientras Naya espera recostada por la puerta. Ambos van juntos caminando hacia la estación, mientras Kazutora se dirige a la veterinaria, Baji le comunica todo lo que tiene que saber sobre el trabajo, pero Kazutora debe de esperar a la llegada del dueño, es decir al padre de Baji, para conversar sobre la disponibilidad horaria, en eso diez minutos, Mitsuya ya se encuentra en una de sus clases, enviando mensajes a Draken preguntando si ya se encontraban en la UNI, el padre de Baji llega con todo el buen humor del mundo, por lo general siempre es muy amargado, ambos charlan con total confianza, llegando a un acuerdo que beneficia a Kazutora, al tratarse de solamente limpiar el lugar, se estableció los días martes, jueves y viernes a las nueve de la noche, todas las clases de Kazutora nunca superan el horario de las ocho de la noche, por lo que comenzaría a trabajar el martes luego de clases, mientras más rápido limpie el lugar más temprano podrá irse.
Por su parte, Draken visita a su abuela en el hospital, sino fuera por sus padres Draken ni siquiera se enteraría, hace ya tiempo que Kensuke cuidaba de Hinata, específicamente al siguiente día en el cual Draken se había marchado, como no querían preocuparlo, no le dijeron absolutamente nada, y solamente Kensuke comunico a su hijo sobre el estado de Hinata. La primera vez de su visita fue el momento más desgarrador, ver a su abuela tan energética y alegre postrada en una cama, y junto a ella Kensuke tomándola de la mano manchando con sus lágrimas las sábanas blancas, él no pudo contener sus lágrimas, arrodillándose al lado de su abuelo abrazándolo fuertemente, Kensuke no podía soportar el dolor de ver a su nieto llorando y a su amada postrada en cama con apenas fuerzas para respirar, su llanto fue tan desgarrador, que hasta los médicos que estaban cerca de la habitación lo escucharon, asistiéndolo y sacándolo de la habitación, ya que comenzaba a descompensarse, quedando solo Draken junto a su abuela
—¡Hijo, te has vuelto alguien muy fuerte! Espero que ayudes a tu abuelo, lo malo que no estaré allí para verte —dijo llorando Hinata.
—¡Abuela, el zorro no cumplió mi deseo, quería que fueran eternos! —dijo Draken con su vos totalmente quebrada, con su vista nublada por las lágrimas.
—¡No seas egoísta, siempre viviré en tus recuerdos, procura ser feliz! No quiero verte llorando todos los días, ese no es el Ken que conozco —expresa Hinata con todas las fuerzas de su cuerpo —. No seas tan pesimista.
Draken no puede tolerarlo, por lo que sale afuera de la habitación, entrando a hacerle compañía Kensuke. Ken sale afuera del hospital viendo totalmente desahuciado mira al cielo, contemplando la luz de las estrellas a miles de años luz de distancia, camina unas calles para tomar el transporte público, limpiándose las lágrimas por el camino, cuando llega a casa sus padres están durmiendo, por más que intente dormir al menos unas horas le resulta imposible, simplemente saca una silla y se sienta afuera, totalmente preocupado, solo se limita a llorar. Desde entonces Draken ni siquiera había asistido a clases, se la pasaba mayor parte del tiempo junto a su abuela, la última vez que vio a sus amigos fue cuando Chifuyu y Mitsuya lo visitaron un día después de comenzar las clases, enterándose de la desdicha, aunque las palabras motivacionales de sus colegas tranquilizaron el corazón de Draken, de esa manera logro conciliar el sueño nuevamente, pero aun así no asistía a clases, su rostro todo el tiempo expresaba tristeza, pero cambiaba completamente cuando entraba a la habitación donde estaba su abuela, un tono de voz más alegre y despreocupado, así no preocupar o entristecer a su querida abuela, aunque Hinata insistía en que su nieto asista a clases, Kensuke su ocuparía de ella, pero Draken no permitirá que su abuelo tenga toda la carga de cuidarla, hasta dejo su odioso trabajo, algo que lo enfurecía bastante que su madre nunca visitaba a Hinata y cuando lo hacía solamente se quedaba afuera esperando a su esposo a que salga de la habitación.
Durante este tiempo, unas seis semanas desde el inicio de clases, Kazutora lo visitaba, estableciendo una fuerte amistad entre ambos, a tal punto que se atrevió a contarle sobre su relación con Chifuyu, y del trabajo que tiene en la veterinaria, Draken no pudo contener su sorpresa, por un momento se olvidó completamente de sus grandes pesares. Cada fin de semana que lo visitaba, a veces con Chifuyu, otras veces Mitsuya, el rostro de Draken cambiaba, toda esa tristeza desaparecía entre conversaciones, hasta el punto de retomar las clases luego de un mes, pero con serios problemas, Mitsuya lo ayudo todo ese tiempo con las materias, visitando a su abuela día de por medio, contándole absolutamente todo a su abuela, algo que la emocionaba mucho, saber que su nieto regreso a sus clases, dejando de aislarse, Kensuke tan orgulloso de su nieto, al tal punto que no podía dejar de hablar de él junto a su amada esposa cuando Draken no estaba con ellos, parecía que del fondo del oscuro paisaje, la luz siempre está presente, la salud de Hinata mejoraba, haciendo chistes y riendo a todo pulmón. El día viernes, una tormenta eléctrica bastante fuerte sacudía la ciudad, el cielo gris, muy nublado, Kensuke almorzando junto a su nieto en un local de ramen, como la lluvia les tomo desprevenidos, esperaron en el local hasta que calmara un poco la tormenta, pero algo muy extraño sucedió, los ojos de Draken remaban lágrimas, mientras charlaba con su abuelo de lo más normal, un sentimiento de vació inundo todo su cuerpo, quedándose callado, no escuchaba las preguntas de su abuelo, que también le conmociono ver a su nieto llorando en medio de una charla, ni siquiera la lluvia de la tormenta o los truenos escuchaba, era todo silencio, a poco menos de treinta calles del local, en el hospital, dentro de la habitación donde Hinata se encontraba durmiendo, soñando con los mejores momentos que ha vivido junto a su esposo, recordando la sonrisa de su nieto, su mente la llevaba al pasado y al futuro, en una fracción de segundos podía ver el crecimiento de su nieto, la vejez junto a su esposo, el cambio de la sociedad, inmersa en un sueño profundo, mientras la máquina conectada a ella, emitía cortos pitidos, una y otra vez, hasta que finalmente un pitido muy largo anunciaba su partida, en su rostro se dibuja una maravillosa y cálida sonrisa, para ya no volver a despertar, un remordimiento corroe la mente de Draken, avisando a su abuelo para volver al hospital, Kensuke paga la cuenta, preocupado de que su nieto salga corriendo bajo la lluvia, entonces lo sigue como puede, Draken corre muy rápido, dejando a su abuelo sin aliento en el camino, pero aun así ambos llegan al hospital, Draken llega en el momento donde los doctores tratan de revivir el corazón de su abuela, es detenido dejándolo afuera, su cabeza apenas puede procesar lo que está sucediendo, sin expresión alguna se queda sentado en la banca a unos pasos de la habitación, ni si quiera puede pensar en algo, o decir alguna palabra o llorar, en eso llega su abuelo un tanto furioso, con muchas ganas de dar un tortazo a su nieto por ser un completo idiota, lo agarra de los hombros, pero Draken simplemente no reacciona, uno de los médicos abre la puerta, de forma amable se lleva a Kensuke a una habitación particular, para prevenir otra desdicha, explicándole todo lo que sucedió y todo lo que hicieron, Kensuke esperaba buenas noticias, algo alarmantes, pero buenas, las palabras del doctor lo conmovió profundamente, un grito de dolor y desesperación ahogo la habitación, al no tranquilizarse el doctor lo obligo a tomar unas pastillas, así poder tranquilizarlo, luego el doctor llamo a Draken a la habitación, dándole una serie de instrucciones por si acaso Kensuke se descompensaba aún más, al pasar media hora ambos sentados en unos bancos bajo el techo mirando lo gris del cielo, el doctor los comunico que ya podían verla. Al entrar en la habitación, entre lágrimas vieron esa gran sonrisa, algo en ellos cambio, la tristeza permanecía, pero dejaron de llorar, sintieron la felicidad que demostraba esa sonrisa, conmoviendo sus corazones, en la cabeza de Draken circulaba una pregunta ¿Qué pensaría la abuela si me ve llorando como todo un infeliz? Al cuarto día la velaron, Kensuke optó por la cremación, que las cenizas de su cuerpo estén en un recipiente reciclable, en un pequeño compartimiento del recipiente se ubicaban dos semillas de árboles, listas para brotar, Draken compartía la misma idea, junto a unos vecinos, amigos y el hijo de Kensuke cavaron un pozo en una pequeña montaña alejada de la granja, a unos doscientos metros, allí enterraron el recipiente, fue tan conmovedor, es como si el alma de Hinata creciera junto a los árboles, que dará una gran sombra y alimentara a pequeños animales con sus frutos, será tan fuerte que ninguna tormenta lograra arrancar sus raíces de la tierra, vivirá más que cualquier humano en el planeta, podrá ver el paso del tiempo sacudiendo sus ramas, y sus semillas se expandirán por todo el terreno y más allá.
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Nuevos comienzos - FuyuTora
Ficción GeneralKazutora Hanemiya comienza su primer día en la universidad, y junto con sus nuevos amigos ha de vivir nuevas experiencias que depara su entorno académico y social, siendo envueltos en situaciones que determinarán el progreso hacia el futuro, y el de...