Habían pasado ya algunos años, la producción de plata estaba en su mayor auge en la mina de "La Valenciana" los mineros a diario madrugaban y trabajaban duro para extraer el tan valioso metal que abastecía a gran parte del pueblo, en aquella época, Guanajuato era una de las fuentes más importantes de plata no solo para el estado, sino también para "Nueva España".
Cerca de una colina, se observaban varias cruces pertenecientes a mineros que morían a causa de los accidentes que se suscitaban allí, cerca de la mina se encontraba la iglesia de San Cayetano, junto con un pequeño poblado en donde Vivían los humildes trabajadores de aquella mina.
Muy temprano, debajo de árbol, una niña con el cabello recogido cuya vestimenta era la típica de un minero, se encontraba escribiendo una pequeña nota que iba dirigida a la persona que más quería, su padre, esta se la mandaría junto a las provisiones puesto que el hombre se encontraba trabajando en lo más profundo de la mina, una sonrisa se dibujó en ella al terminar de escribir su pequeño recado, que solo constaba de tres palabras."Te quiero papá"
-¡¡Valentina!! ¡¡Despierta niña!! Ve a llevar las provisiones ¡¡Date prisa!!- Le gritó a lo lejos un hombre que llevaba el tan preciado metal en una carretilla.
-¡¡Si, ya voy!! - Contestó la chica mientras doblaba su recado y lo metía dentro del saco que estaba a punto de bajar a la mina por medio de una polea.
Don Gaspar se encontraba inspeccionando si el metal extraído era autentico, se preocupaba por el bienestar de sus compañeros y solucionaba cualquier problema que se presentara dentro de la mina, debido a eso el hombre era muy respetado entre los trabajadores, se dirigió al centro de la mina para recibir las provisiones que le mandaba su hija, entre las cosas encontró su recado, Gaspar solo negó con la cabeza, escribió un pequeño recado detrás suyo y jaló la cuerda para que subiera el saco, Valentina jalaba emocionada la polea, para leer la respuesta de su padre, pero al verla, solamente decía "30 metros de mecate, dos velas y más agua" ella se entristeció por un momento.
-También te quiero papá... -Susurró la niña con una leve sonrisa, fue por lo que le encargó y bajó de nuevo el saco a la mina, pero esta vez sin ningún recado.
Al terminarse la jornada de trabajo, Valentina siempre esperaba a su padre que casi siempre se quedaba trabajando hasta el anochecer, al hombre no le agradaba ver a su hija sentada esperándolo, por lo que después de cenar hablaría con ella.
-¿Estás bien apá? Estás muy callado- Dijo la minera al ver que su padre casi no tocaba su cena.
-No no es nada mija, como siempre todo está delicioso -Dijo el hombre llevándose un trozo de pan a la boca, después de terminar al fin tocó el tema con ella.
-Valentina -Dijo Gaspar seriamente.
-Dime- Contestó la joven que lo volteó a ver con atención.
-Mañana no quiero que me esperes, regrésate a casa sola.- ¿Pasó algo? - Preguntó la castaña extrañada por lo que escuchaba.
-No mija, pero recuerda que siempre salgo muy tarde y a veces suele hacer un poco de frio por las noches, además ya eres una niña grande y sabes volver a casa por tu cuenta- Contestó el bigotón mientras sorbía de su taza de barro.
-No me molesta pa, además no le tengo miedo a la oscuridad.
-Yo sé que si chamaca, pero a lo que voy, es que no tienes que trabajar conmigo toda tu vida, eres joven y estas por ser una señorita, la minería es un trabajo para hombres, te lo dije muchas veces, tu madre me regañaría su supiera que su hijita se queda diariamente en la oscuridad esperando a su padre, es tiempo de que empieces a conocer personas y a hacer amigos ya que no los tienes por estar trabajando.
Valentina se quedó pensativa por un momento.
-Desde que mamá murió yo prometí estar a tu lado para cuidarte, además no necesito amigos si todos son idiotas como los chicos de la mina, con tenerte a ti es más que suficiente, por eso estoy trabajando contigo- Le contestó la niña poniendo su mano en la suya.
-Y no sabes lo orgulloso que estoy de ti mija, siempre te preocupas de todo, en eso te pareces mucho a tu madre, pero el tiempo pasa, las personas tarde o temprano se van y con o sin ellas debemos seguir adelante, en este momento te libero de tu promesa, mañana después del atardecer sin excusas regresas a casa ¿Estamos?
-Si te molesto solo dímelo papá- Contestó la joven un poco molesta.

ESTÁS LEYENDO
Hasta que te Conocí...
FanfictionEn Guanajuato, uno de los pueblos más prósperos de la "Nueva España" por su gran auge y producción de plata, se desarrolla la historia de Santiago González de la Cruz, un niño huérfano que se ve obligado a robar dado a su situación de pobreza y de M...