Capítulo 3: Daño Colateral

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Resumen: Aizawa conoce al Doctor. No va bien.



NOTAS DE LA AUTORA:

ADVERTENCIA: contacto no consentido a un menor (no es sexual, pero es sugestivo), temas violentos.




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Era sólo cuestión de tiempo hasta la primera... examinación de Aizawa. Izuku se lo advirtió, le había dicho explícitamente cómo ocurrían las cosas. Le explico cómo era que el Doctor tenía tres guardias: Izuku literalmente le dijo que los llamaba Guardia #1, #2, #3 ya que no sabía sus nombres. Eran increíblemente fuertes y altos y que no necesitaban usar un quirk para infligir dolor. Justo antes de una examinación, uno de los guardias iría a recoger a Aizawa de la celda a alguna hora aleatoria del día, lo llevaría a la oficina del Doctor y entonces-



Bueno, nada bueno le seguía. Hizo lo mejor que pudo para prepararse para lo que estaba por venir, repasando escenario por escenario por escenario en su cabeza, tramando lo que haría en cada caso.



Así que, cuando la celda se empezó a abrir para revelar a un hombre (fácilmente llegando a 1.90 m con bíceps más grande que la cabeza de Aizawa – guardia #1, notó vagamente, observando los tatuajes que rodeaban los brazos del hombre), Aizawa se portó tranquilo. Le asintió a Izuku, ignorando el agarre del guardia en su brazo, y grácilmente los dejó ser arrastrado a una habitación que presuntamente era la 'oficina' del Doctor, a la que pronto fue arrojado, cerrando la puerta y encerrándolo. La habitación por sí misma estaba prácticamente vacía, con el único mueble siendo lo que parecía ser una mesa de operaciones oxidada cerca de la pared más lejana (Aizawa estaba ignorando deliberadamente las correas de cuero gruesas en la zona de la cabeza, brazo y piernas de la mesa). Al lado de eso había una sección de estantes empotrado con un pequeño lavabo, pero estaban completamente vacíos, tanto como a Aizawa le decepcionara. Toda la habitación olía a antiséptico, sus paredes blancas y pisos de baldosas igualmente austeras iluminaban brillantemente por las luces fluorescentes del techo. Por alguna razón, el techo estaba descubierto, mostrando una variedad de cables y tuberías. Lucía como que la habitación había sido reutilizada rápidamente, con el techo sin ser tocado.



Aizawa observó el sitio atentamente. De todos los escenarios que se imaginó, ser dejado solo en una habitación vacía no era uno de ellos. ¿Tal vez era una táctica de intimidación? O tal vez el Doctor estaba llegando tarde a su cita de tortura.

Tu Presencia es un Sueño en Esta Pesadilla Olvidada por DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora