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El infernal escándalo que me hundió y la celestial oportunidad que me salvó...


El olor a café llenó todo el cuartito. Suspiré, viendo a su vez como la cafetería hacia su trabajo.

Cuando creí que estaba listo, tomé el recipiente lleno del líquido procesado y vertí en dos vasos una cantidad considerable.

Volví a suspirar.

Uno de ellos con dos de azúcar y dos de crema. El otro... solo con una de azúcar y la mitad de una cucharadita de crema en polvo. No más, no menos. Porque la crema en exceso causa gastritis.

Volví a suspirar, tomé los dos vasos de café ya preparados e intenté abrir la puerta. Inutil, tenía que dejar de lado uno de los dos cafés para poder hacer lo que decía el letrero y tirar hacia adentro con una de mis manos libres. No obstante, antes de pensar en ello, uno de los chicos encargados de las cámaras, Lenon, se acercó y abrió la puerta por mi.

Demonios.

─Pase usted señorita, conductora...

Al escucharlo raspé mi garganta, avance dos pasos hacia adelante y antes de salir, giré a verlo y pronuncié:

─Gracias, pero honestamente, no soy de las que necesiten que le abran la puerta.

El chico soltó una risita nasal, de esas que yo odiaba tanto escuchar. Se encogió de hombros y poco después de decir "Bueno, si tu lo dices" se atrevió a dejar de sostener la puerta.

Todo pasó muy rápido para mi, de un segundo pude sentir como mi cuerpo era empujado hacia adelante por la fuerza del resorte de la puerta; Luego, mi cuerpo cayendo de rodillas al piso y por ende, el par de cafés también.

El estruendo de carcajadas que escuché a continuación por parte de los demás camarógrafos me hizo sentir lamentable, completamente miserable. Sin embargo, no, no me podía dejar humillar. No después de la promesa que me había hecho el productor Joy el día de ayer.

A como pude me levanté; eché un rápido vistazo a mi ropa, acomodé el cuello de mi blazer, di medía vuelta y volví a entrar al cuarto de descanso para preparar de nueva cuenta los cafés. Detrás de mí Lenon señalaba el desastre causado, pero lo ignoré. Luego tuve que sonreír discretamente cuando escuché a alguien dándole la orden de que se pusiera a limpiar todo. Obviamente, al principio Lenon se negó, pero segundos después obedeció. Después de todo, quién haría caso omiso a las órdenes de aquel que era mano derecha del productor: Owen Park.

─¿Estás bien?

─Ujum, gracias.

Owen (Si, aquel al que antes le llamaba lamesuelas) me miró, escaneando mi atuendo y deteniéndose al percatarse de una mancha en mi blazer.

─Es solo una mancha de café. No es nada─Me adelanté

─Ah... Déjame ayudarte.

El chico dejó el tema a un lado y simplemente se limitó a ayudarme a preparar uno de los cafés.

Eso es lo que, de alguna manera, me gustaba de Owen; No señalaba aquello que sabía que hería mi orgullo. Esté tiempo me había conocido tan bien y yo lo había conocido tan bien a él.

─¿Ya hablaste con el señor Joy acerca de "la promesa" ?

─No, voy para allá de hecho─informé─Pero antes... tengo que pasar por el set.

"Oh, suerte" fue lo que salió de sus labios y una vez que abrió la puerta para mí, yo emprendí mi camino con un vaso de café en cada mano.

─Ten. Una de azúcar y poca crema─Casi se lo aventé.

He and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora