He and I

7-

No existen las oportunidades celestiales después de todo... ¿O si?

Owen Park, apodado anteriormente por mi como el lamesuelas del señor Joy; un chico de bonitos ojos rasgados, cabellos intensamente negros y de origen coreano. El único miembro de la producción (aparte del productor) que conocía al derecho y al revés el escándalo protagonizado por mi y por Wells y el único chico al que, orgullosamente, podía llamar "amigo de verdad"

Poco después de que el productor anunciara que Zara More sería mi nuevo reemplazo y yo el de ella, la mayoría en producción me dio la espalda, diciendo que había bajado de categoría y a raíz de eso comenzaron a hacerme la vida imposible; Se burlaban de mí, me hacían bromas, y se empecinaban a herir mi orgullo siempre que podían. Incluso Lukas, repentinamente me había dejado de procurar; había dejado de ir al set, había dejado de mandarme flores y había dejado de invitarme a sus noches de club, mientras que mi ex grupo personal de lamesuelas me decía que era porque, en efecto, ya no era "popular".

Owen en cambio, se encargaba de defenderme, consolarme y hacerme saber que con el puesto de conductora o no, seguía teniendo un inmenso valor como persona.

Definitivamente, me había equivocado con él. En el pasado lo había tratado fatal, etiquetandolo de una manera errónea. El chico por su parte, me había demostrado humildad, lealtad y el valor de una verdadera amistad.

Era mi único soporte y yo lo adoraba tanto... excepto cuando nos encontrábamos en una situación en la que teníamos que correr y él no se apuraba.

─¡De prisa!

Chillé caminando rápidamente hacia la salida mientras arrastraba mi maleta morada por el reluciente piso del aeropuerto de Los Angeles, California.

Ya habíamos llegado y lo habíamos hecho super tarde.

─¡Camina más rápido, Ovni! Tenemos que llegar a la sede antes que el señor Steve.

Nuestro vuelo se retrasó.

Otra vez, como si el universo quisiese que me quedara bien en claro que yo no le agradaba en lo absoluto, hizo que nuestro avión despegara casi 3 malditas horas tarde. En lugar de salir de Nueva York a las 9:40 de la noche, terminamos despegando a las 12:10 de la madrugada y retrasando todos nuestros planes de llegada.

Eran las 7:15 de la mañana cuando miré mi reloj, y sabiendo que la primer reunión en la sede era a las 8, tuve el impulso de tirarme al suelo y llorar al pensar en que probablemente alcanzaríamos a llegar 15 minutos después de la hora indicada.

El señor Steve odiaba la impuntualidad, mucho más si se cometía el primer día de trabajo, por lo que en lugar de lamentarme, corrí fuera del aeropuerto y tomé ese taxi que un hombre de traje blanco estaba a nada de tomar.

─¡Lo lamento! vamos tarde.

Señalé, ganándole el paso al interior poco después de aventar mi maleta a la cajuela. El hombre no dijo nada, solo frunció el ceño en una clara muestra de enojo. Volteó a ver a Owen, quien cerraba el maletero, y este reverenció a su dirección antes de subirse al taxi junto a mi.

─A la sede principal de C&K production, por favor.

─Boom, relájate, llegaremos a tiempo.

Dijo mi compañero una vez que comenzamos a avanzar. No obstante, sus palabras no ayudaron en lo absoluto a mi sistema nervioso. Era como cuando estabas llorando y te decían "No llores" ¿el poder de esas palabras te devolvían la alegría por arte de magia? No ¿Verdad? Osea era ilógico y estupido a la vez.