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Dedicado a bluemomoring

—¿Crees que ya haya despertado?

—Lo hubiéramos escuchado ya. Durmamos un rato más amor.

—Pero ¿qué tal y está ahí acostadito esperándonos?

—Repito; ya lo hubiéramos escuchado. Duérmete otro rato.

—Pero Chewy...

—Sana por el amor a Dios, duerme un rato más. Lo escucharemos en cuanto despierte —Tzuyu interrumpió a Sana, abrazándola más fuerte por la cintura y cerrando sus ojos de nuevo para intentar dormir un poco más. Se habían acostado muy tarde decorando la casa y Tzuyu solo quería dormir un ratito más.

Sana hizo un puchero con sus labios y suspiró fuerte, moviéndose en la cama para estar ahora acostada boca arriba, el brazo derecho de Tzuyu aún sobre su cintura. Al escuchar el suspiro de la castaña, Tzuyu abrió sus ojos y sintió que se derretía al ver el adorable puchero en los labios de su alma gemela.

—Mi amor —Empezó Tzuyu, mirando a Sana y la castaña volteó su rostro para verla a los ojos— Sabes tan bien como yo que él sigue dormido; todas las mañanas hace un escándalo para llamarnos y no creo que esta mañana, siendo su día, haga algo distinto.

—Tienes razón —Respondió Sana aun con un puchero, poniendo sus manos sobre el brazo de Tzuyu— Es solo que estoy emocionada, es decir, ¡es su primer cumpleaños!

Tzuyu sonrió al ver la felicidad que irradiaba de la cara de su alma gemela y se acercó a su cara, plantando un pequeño y rápido beso sobre los labios de Sana.

—Lo sé, también estoy emocionada. Pero también tengo sueño y debemos aprovechar que él aún duerme para descansar. Tan pronto despierte, tendremos que empezar a alistarlo a él y a nosotras para cuando lleguen los invitados.

—Está bien, pero solo un ratito más —Respondió Sana y se acurrucó al costado de Tzuyu, cerrando sus ojos y suspirando con una sonrisa.

Pero, como siempre, tan pronto se dispusieron a dormir un poco más, pudieron escuchar el leve llanto del pequeño. Tzuyu soltó un gruñido. Sana rió tiernamente.

—Siempre hace lo mismo —Dijo Sana y besó los labios fruncidos de Tzuyu. Ambas se levantaron juntas y caminaron en dirección a la habitación del pequeño. En cuanto abrieron la puerta, lo vieron de pie en su cuna agarrado de la baranda con fuerza.

El pequeño soltó una risotada al ver a sus madres entrar por la puerta.

—¿Cómo amaneció mi pequeño Soobin? —Dijo Tzuyu con una voz tierna al llegar al lado de la cuna.

El bebé alzó sus brazos para ser alzado y la ojinegro lo alzó antes de que cayera sentado por haberse soltado. Sana miró con ternura al ver a Tzuyu dejando besitos por toda la cara del pequeño Soobin y al escucharlo a él soltar carcajadas por las acciones de su madre. Despacio, caminó hacia el par y abrazó por la cintura a Tzuyu, apoyando su mejilla en el hombro de la ojinegro y mirando a su bebé.

—Feliz cumpleaños mi amor —Dijo Sana tocando la mejilla del pequeño y sonriendo. El pequeño la miró directo a los ojos y sonrió, posando su manita en la mejilla de su mamá, balbuceando sin sentido... hasta que dijo algo que congeló a sus madres.

—¡Mami!

—Espera...

—¿Dijo...?

—¡Mami! —gritó el niño ahora con perfecta claridad.

—Sana bebé trae la cámara...

—Chewy acaba de...

—TRAE LA CÁMARA SANASHINE.

—TZUYU NO TENEMOS CÁMARA.

—EL CELULAR SANA, ¡EL CELULAR!

Sana corrió a la habitación por su celular, resbalando y casi cayendo en el piso. Tan pronto lo tuvo en sus manos, corrió de nuevo a la habitación del bebé.

—Listo Soobin dilo de nuevo —Dijo Tzuyu apenas vio a Sana entrar de nuevo.

El pequeño Soobin las observó y soltó una risotada la ver las caras de sus madres. El nene no entendía nada, pero sus caras le resultarían graciosas hasta a un perro.

—Vamos mi amor —Dijo Sana apuntando con manos temblorosas la cámara de su celular a la carita del bebé— Dilo; mami...Ma-mi.

—¡MAMI! —Gritó de nuevo el pequeño Soobin con una risa.

Tzuyu y Sana se miraron, ambas con los ojos como platos y de los de Sana salieron unas pequeñas lágrimas. Tzuyu jaló con su mano libre a Sana y la apretó en un abrazo, dejando al nene en medio de ellas.

El bebé no comprendía pero de su rostro no se borraba la sonrisa, como si supiera la gran felicidad que le acababa de provocar a sus madres.

Se separaron del abrazo y Tzuyu observó a sus dos amores. En ese momento se dio cuenta de que no podría ser más feliz.

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𝐀𝐋𝐌𝐀𝐒 𝐆𝐄𝐌𝐄𝐋𝐀𝐒  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora