Gossip Boy *Au Kookmin* COMPLETA

Parte 43

Los besos parecían no tener fin, habían pasado de la pared al sillón sin siquiera separarse para respirar.

Los labios de Jimin eran adictivos y el pelinegro no podía tener demasiado de ellos.

Quería saborearlos hasta sentirse satisfecho pero sospechaba que eso no iba a pasar a la brevedad.

Jimin por su parte se sentía más allá del cielo. Ser besado de esa forma por Jungkook parecía un sueño, su sueño hecho realidad.

Para colmo se habían acoplado tan jodidamente bien, no había movimientos extraños ni choque de dientes, solo chasquidos húmedos de placer.

El rubio también era un gran besador, lo sabía porque era lo que todos le halagaban (además de otros talentos sobresalientes con respecto a su boca) así que sacarle unos cuantos gemidos rotos a Jungkook solo elevó su ego aún más alto.

Cómo era de esperarse terminó sentado en su regazo, contoneando suavemente sus caderas. Nada demasiado desesperado, solo un vaiven inocente.

Podría pasar así el resto del fin de semana sin problemas.

No sabían con exactitud cuánto tiempo habían pasado besandose pero sus labios hinchados y adoloridos les daban una remota idea.

Cuando al fin se separaron y Jimin pudo articular palabras habló.

— esto es irreal— dijo todavía temiendo que todo lo sucedido fuera producto de su imaginación.

— vos sos irreal— respondió Jungkook— ¡Esa boca... por Dios!— exclamó sin dejar de mirarla.

Jimin sonrió mientras se relamía los labios con picardía. Era muy conciente de los estragos que podía causarle a los demás con sus esponjosos belfos, pero se hacía el inocente.

—¿Qué tiene mi boca?— preguntó juguetón.

—me iba a volver loco si no la besaba— respondió sincero mientras que con su dedo pulgar acariciaba el labio inferior del rubio.

Ni lento ni perezoso Jimin le sostuvo la mano y metió el dedo entero dentro de su boca, chupando provocativamente sin quitarle la mirada de encima a Jungkook.

Si al pelinegro le quedaba un poco de control en su cuerpo lo acababa de perder.

Estaba duro, muy duro.

Ni siquiera recordaba la última vez que su pene había estado tan felíz por tan solo unos cuantos besos.

Sin siquiera dudar se abalanzó nuevamente sobre Jimin ahora recostándolo sobre el sillón para él acomodarse encima.

Ya no podía limitarse sólo a su boca, quería probar más, asi que se aventuró a su cuello, lamiendo y succionando intensamente.

Seguramente dejaría marcas... Y mierda que esa idea le gustaba.

—Jungkook... Mhm...Jung...— entre beso y beso intentaba encontrar espacio para pensar— pará... Tenemos que hablar— dijo finalmente mientras sostenía de los hombros al pelinegro.

—No puedo parar... sos tan hermoso— respondió perdido en la bruma de placer en la que se encontraba.

Jimin sonrió apenado porque sus mejillas seguramente se habían puesto algo coloradas ante el cumplido.

—si paro voy a entrar en pánico— agregó Jungkook luego también sonriendo.

—¿P-por qué?—

— porque no sé que me está pasando... No entiendo nada, solo sé que quiero probarte entero ahora— respondió excitado.

Jimin también estaba excitado, y mucho, pero eso no impidió que analizara las palabras del contrario.