Umbrella_TH

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Había pasado una semana desde mi llegada al departamento de Jimin y las cosas iban de maravilla, constantemente hablaba con mi padre, lo cual me daba mucho alivio ya que las cosas con mamá y el iban mejorando.

Hoy iría junto a Jimin a inscribirme a la escuela, ya que aun no estaba muy familiarizada con la zona.

- ¡¿Estás lista para irnos?! - grito Jimin desde la cocina, ya que estaba terminando el desayuno que prepare.

- ¡Sí, solo dame un momento! - grite de igual forma. Me reí ya que me di cuenta que nuestra forma de comunicación era algo extraña pues no era tanta la distancia que nos separaba.

Acabe de ponerme mis converse y salí a su encuentro. Bajamos y salimos del edificio para dirigirnos a la parada del bus mas cercana, durante todo el camino fuimos platicando, ya que a pesar de los días que llevábamos juntos, parecía que jamás terminaríamos de contarnos o que paso este tiempo que estuvimos separados.

Al llegar a la universidad note que era demasiado grande, era más bonita de lo que había visto en las fotos, me sentía demasiado emocionada. Teníamos que formarnos es una larga fila, ya que eran muchos los estudiantes, por desgracia después nos tuvimos que separar ya que íbamos a áreas diferentes.

Al final de toda la multitud pude ver que había una larga mesa y en esta se encontraban varios profesores recibiendo a los alumnos para inscribirlos, supongo que cada profesor era el encargado de cada área. El profesor que se encontraba en mi fila era ¡exageradamente guapo!

No miento, de verdad lo es, es alto, piel un poco bronceada pero perfeta, parecía que era sumamente suave que incluso me dio envidia, tenia las manos muy grandes, labios carnosos y su mandíbula estaba perfectamente definida, ojos cafés que se veían profundos y penetrantes y su cuerpo... ¡DIOOOS! Era delgado, pero no exagerado, tenia los brazos ligeramente marcados, se podría decir que está en el punto perfecto, sus muslos eran anchos, pero en simetría con su cuerpo. Definitivamente era la persona perfecta para plasmarla en mis dibujos. Lástima que sea mi profesor...

Salí de mis absurdos pensamientos porque el se encontraba mirándome, al notarlo me sonrojé levemente y comencé a caminar hacia él, ya que había llegado mi turno.

-Tal vez una foto te duré más - dijo con tono de burla.

Yo no pude hacer nada más que tragar saliva, pues su voz me erizo la piel, era una voz profunda, que incluso me dio un poco de miedo. Pero no me deje intimidar.

-Tal vez - dije finiendo indiferencia, aunque por dentro me estaba muriendo. El solo rio y me estiro su mano para recibir mis documentos.

Casi como un robot se los di, pues me había perdido pensando en lo hermosa que era su sonrisa, nunca había visto una igual, era un poco cuadrada, con diente muy blanco, parecía un niño pequeño. Pero en cuento volvió a su seriedad volvió a dar miedo.

-Esta todo completo, solo tiene que llenar esta hoja con tu información y estas dentro - dijo, deslizando la hoja sobre la mesa.

Se me hizo algo extraño, ya que no había visto a nadie llenar nada, pero igual lo hice, no podía negarme si de esto dependía si entraba a la universidad.

Comencé a llenarla, solo pedía mi nombre, numero, dirección, información un tanto innecesaria, pero no iba a quejarme. Al terminar se la di de regreso. El solo la tomo leyó lo que escribí y asintió.

-Puedes retírate - dijo con voz gruesa nuevamente. Solo hice una reverencia y salí corriendo de nuevo.

Saqué mi celular de mi bolso, ya que un mensaje llegó, pero en cuento iba a leerlo una llamada entro. Era Jimin, dijo que me vería en la puerta y colgó.

Parecía molesto, así que me apresure a llegar con él.

...

Cuando me encontré con el fuimos a una cafetería, me dijo que quería hablar conmigo de algo muy importante. Durante todo el camino no hablamos, venía más serio que de costumbre, por lo que comencé a alarmarme. Esto ya no era normal.

En cuento entramos a la cafetería se dirigió a una mesa un tanto alejada de las demás y me dijo que pidiera por ambos. Ordene dos Caramel Macchiato ya que eran nuestros favoritos y cuando los recibí camine hacia él. Cuando estuve sentada con el comenzó a hablar.

-Vi quien es tu profesor - dijo con molestia - no deberías acercarte mucho a él, he oído lo que dicen de él y créeme, no son cosas buenas.

Me quedé callada un momento tratando de procesar sus palabras, hasta que comprendí...

-Jimin, como me pides que me aleje de alguien que ni siquiera conozco - dije divertida por la situación.

Me dio una mirada severa y supe que estaba hablando demasiado en serio.

-Si lo dices por el profesor que recibió mis documentos, no deberías de preocuparte - de nuevo silencio. Comencé a molestarme porque no decía nada. - creo que me conoces bien como para saber que no me metería con un profesor, no de nuevo, así que deja de hacer drama por algo que ni siquiera estas seguro de que pasara.

Ahora se veía aun más molesto. Apretó el vaso en su mano, aquí vamos...

-Precisamente porque te conozco te lo digo, no quiero que pase lo mismo que la última vez y vengas llorando conmigo - suspiro con pesades ya que se dio cuenta de lo que dijo - Van, no quise decir eso...

No escuche lo demás ya que me fui de allí. Me hirió por recordármelo, pero más por lo ultimo que dijo, ya que sentí que siempre fingió preocuparse por mí.

Al llegar a la esquina de la calle alguien me detuvo tomando mi mano. Volteé y me encontré con una sorpresa... No era Jimin.

Era mi profesor.

A la distancia pude verlo como miraba la escena y su cara se puso más roja. Comenzó a caminar hacia nosotros con largas zancadas.

Al llegar me jalo hacia el con mucha brusquedad que incluso temí que cayéramos.

- ¿Qué estás haciendo? - le dijo a mi profesor mirándolo retadoramente - te advierto que no te acerques a ella, con ella no jugaras.

Mi profesor solo sonrió y estiro mi credencial.

-Me acerque a ella para devolvérsela, se le cayó atrás, pero iba tan molesta que no lo noto - lo dijo con burla, se encogió de hombros y sentí como Jimin aflojaba el agarre.

- Gracias - murmure bajito mientras tomaba la credencial. Jimin comenzó a caminar tomando mi mano con fuerza.

Yo seguí mirando a mi profesor, el solo sonrió y me guiño un ojo para después cruzar la calle, yendo por el camino contrario a nosotros.

Llegamos al departamento y Jimin se encerró en su habitación, quería hablar con él, pero seguía moleta y no quería decirle algo de lo que después me arrepentiría, así que decidí dejarlo un rato.

Me cambié y recordé la notificación que había llegado hace un rato, comencé a revisar mi celular y encontré un mensaje de un numero desconocido.

Desconocido.

-Hola, linda-

No tenia ni la menor idea de quien podría ser, pero decidí responder.

-Hola, ¿quién eres? -

- Soy Kim Taehyung, tu profesor-

Debo confesar que me dio un poco de miedo, pues creo que esto ya era un poco DEMASIADO, pero no sabía que hacer, así que solo lo dejé en visto y decidí ir a dormir.