7

1.9K 224 59
                                    

Abroche unos botones de mi camisa blanca dejando solo dos desabrochados y arregle un poco mi cabello sonriéndome al espejo. Había dejando a Ochito de peluche recargada al espejo, (obviamente encima de una mesita) y eso me motivaba bastante. La miré y le sonreí. Tome el peluche mirándolo y como si fuera Ocho, la bese en la frente para luego dejarla acostada en la cama poniéndole al sábana encima.

— Te volviste un subnormal, besas a un peluche, lo dejas durmiendo en tu cama con sábana y todo, vas a comprarle ropa de bebé ¡Real! Es un muñeco.

— Ya se — Lo miro — Siento que con esto puedo pensar que es Ocho, o tal vez el hijo que aborto — Encojo los hombros sentándome en la cama — Me siento vacío ¿Sabes?

Asiente sentándose a mi lado — Te entiendo, ella era todo para ti.

— Lo es todavía, y se que es un muñeco pero me distrae para dejar de drogarme o simplemente dejar de llorar — Miro el techo y suspiro — Hoy veré a Maddy.

— ¿La que te dejo plantado ayer?

— Si — Susurró.

— ¡No! — Me mira con el ceño fruncido
— Puede volver a dejarte solo, te va hacer sentir peor.

Niego y lo miro — Me siento mejor que me dejen plantado, para que deje de pensar que decepciono a mi chica y pueda llorar recordando solo momentos felices con ella — Me levanto y camino hacia la puerta — Ah y — Volteo a mirarlo
— ¿Puedes llevarte a Ochito de peluche contigo? No quiero dejarla sola — Bromeó con cierto sarcasmo haciendo que Klaus riera y me tirara el peluche hacia mi
— ¡Hey! ¡Eso si no lo vuelvas hacer! — Tomo a Ochito de peluche y me la llevo conmigo saliendo de ahí.

Salgo de la academia volviendo hacia la Jeep negra reluciente. Arrancó el auto haciendo el centro comercial, que fue donde quede de verme con Maddy. Estacione el auto, quite la llave de este y miro al peluche que traía todo y cinturón.

— Estoy un poco nervioso — Desabrocho el cinturón que traía, la tomó entre mis manos y la miro — Es que eras igual de tierna — Aprieto mis labios y solo niego tirando el peluche al asiento trasero.

Negando varias veces con la cabeza tapó mi cara con mis manos.

— No, no, no, no, ¡No! Deja de querer llorar, pareces cobarde. No eres un cobarde, no eres un niño que llora por todo — Muerdo mi labio aguantando para que mis lagrimas no me derrumbaran
— Basta, basta por favor — Susurro.

Saco mis manos para poder tomar unas servilletas que obviamente tengo en mi bolsillo por precaución de este tipo de sucesos y limpio las pocas lágrimas que salieron. Me quede unos minutos para poder calmarme y que no se notara lo rojizo de mis mejillas por haber llorado, hasta que siento como mi celular vibra. Lo tomo sacándolo de mi bolsillo del pantalón y miro la pantalla.

"Maddy."
"Hey, oye ¿Ya salí del trabajo, te veo en la zona de comida?"

Le conteste un "si" y solo apague el teléfono para luego salir de inmediato del auto sin ver que me había contestado.

Voy hacia la zona de comidas del centro comercial y la veo sentada en una silla viendo algo en su celular. Suspiro calmando mis nervios y me acerco a ella.

— Omm, hola — Intentó mostrar una sonrisa, pero fallo.

Me mira y se levanta poniéndose enfrente de mi — ¡Hola! — Me abraza — Perdón por dejarte plantado ayer, no me dejaba mi jefe salir del trabajo por más que se lo rogaba.

Al sentir su tacto sobre mi cuerpo, hice una mueca de fastidio pero correspondí algo tenso — Oh si, no te preocupes — me separé rápidamente sentándome enfrente de ella — ¿Pediste algo?

Niega y ríe — No cenaremos aquí, primero iremos a mi casa por que me tengo que vestir y luego te llevaré a un restaurante ¿Si?

Asiento medio confundido.

— Genial... ¿Traes auto?

— Ajaaaa.

— Pues bien, vamos — Se levanta y comenzaba a caminar hacia la salida del centro comercial.

La sigo con una mirada fría y seca. Se que esto terminará muy mal y Ocho va a odiarme.


.

He #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora