Capitulo 3

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Cuando salí por la puerta de clase , sentí un gran alivio en mi interior. Note como el viento me arrastraba poco a poco hacia atrás y las gotas de lluvia me iban resbalando por la cara.

Ya que hacia un día muy malo nos dijeron que nos fuéramos dentro del gimnasio para no mojarnos.
Por fin en ese instante Carolina logro despegarse de Luis por un momento y yo pude hablar con el .

-Hola Luis- le dije
El me contesto con una gran sonrisa y yo se la devolví, lo poco que pudimos hablar, estuvimos comentando sobre que si algún día podíamos quedar

En esos tres minutos que estuvimos hablando me sumergí en otro mundo paralelo, parecía que estaba atontada, no quitabas los ojos de el.

Cuando ya vino otra vez Carolina, me aleje de el y me fui a hablar con Sara.

-Tia, que cara tenias cuando estabas hablando con Luis estabas en bobada- me dijo Sara

- Es que es tan guapo...- la dije dando

-Tranquilizate, que aun sigue siendo de Carolina-me dijo en voz baja Sara

-Pero pronto será mío- la dije yo también en voz baja

Rápido se termino el recreo y volvimos otra vez a las aburridas clases de siempre.

Las clases aunque me gustaran se me hicieron muy largas, lo único que quería hacer en el día de mi cumple era llegar a casa y encontrarme algún regalo o una tarta o simplemente estar viendo la televisión toda la tarde.

Después de un día lluvioso me fui a casa.
Llovía a cantaros , las calles parecían ríos del agua que había, yo me estaba empapando cada vez mas, el gris de mi legging se estaba convirtiendo en negro del agua que le caía encima y mi pelo estaba empapado parecía que me hubiera dado una ducha.

El día de mi cumpleaños no podía haber sido peor y sobretodo porque mi madre cuando llegara a casa me iba a regañar porque tenía los pantalones mojados.

Por fin entre por la puerta de mi casa que no estaba muy lejos de aquel colegio al cual iba yo.

Antes de pasar a casa me limpie los zapatos mojados en la alfombra y abrí el pomo de la puerta con delicadeza ya que últimamente, chirriaba un poco y no quería tener que llamar a un técnico porque estaba rota.
Lo último que me podía haber esperado estaba detrás de la puerta esperando a que yo llegara.

Solo un suspiro másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora