MAFIA : ASTARTEA II

Capitulo 24

Desperte y estire mi brazo buscando a ignacio pero no estaba asique abri mis ojos, me enderece y puse mala cara, creo que debo pedirle perdon, seguro se habia esmerado mucho con la comida y yo llegue tarde y sin hambre pero bueno, debio imaginarse que si iba a casa de mis padres comeria alli con ellos.

me di un baño y me puse un short negro de jeans, una musculosa blanca y una gorra de chicago, agarre las llaves de la moto y sali de el departamento, camine por el pasillo y cuando llegue al elevador toque con insistencia como si por tocar muchas veces el ascensor subiria mas rapida.

subi a mi moto y me puse el casco, encendi la moto y sali de el estacionamiento, no era un viaje corto pero con moto siempre era mas rapido, cuando llegue a la casa me abrieron la puerta de adentro, a lo lejos pude ver a ignacio riendo con belcebu y parecian bastante ebrios para ser apenas las 9 asique seguro no durmieron anoche.

hola preciosa - beso mi mejilla nazi.

no traes buena cara y el tampoco ¿que paso? - hablo asmodeo abrazandome apenas por detras.

cocino y ya habia comido - los mire y no creian lo que escuchaban - enserio asique tiro todo a la basura y se fue - empezamos a reir los tres.

el no es como tu - hablo asmodeo - tu eres fria de lo que paso mas que todo - nunca se nombrana a ashton - deberias ser mas abierta con el y tierna o lo que sea que son las novias

si - suspire y prendi un cigarrillo - pero no se si eso quiero digo, con ashton fue todo hermoso y fui amy pero siento que ya no hay amy en mi

bueno hablemos de otra cosa - dijo nazi - esa casa esta embrujada

tienen miedo, todos y si lo demuestran es una debilidad - hable - es como con los perros malos, huelen tu miedo y si, hay algo oscuro en esta casa pero debera acoplarse a nosotros porque por lo menos yo no voy a abandonarla como todos sus dueños anteriores.

eres siniestra astartea - rio asmodeo - bien sigamos con esta casa.

no me acerque en ningun momento a ignacio pero podia ver como me miraba de lejos sin atreverse a hablar. nunca habia limpiado tanto como en este momento pero pudimos sacar la tierra, las ventanas y todas las aberturas rotas, asmodeo me ayudo a hacer una lista de todo lo que necesitabamos pero lo que si necesitariamos es un especialista de paredes porque no creo que esten en buen estado.

iremos por unos tragos - hablo belcebu.

ya tomaron mucho por hoy - hable seria y el no dijo nada - cada uno a su casa y mañana a primera hora aqui

todos asintieron y cada uno se subio a su auto o moto y salieron, cada uno tomo su camino y ignacio venia tras de mi asique seguro se iria para casa pero no lo espere, cuando llegue baje de mi moto y subi por el ascensor, me bañe y saque toda la tierra de el cuerpo, agarre el delfin masajeador, camine hacia el sillon en toalla y me sente en el prendi el delfin y empece a pasarmelo por la espalda.

nacho entro y se paro detras de mi agarrando el delfin, no dije nada porque el lo podia manejar mejor que yo, me relaje un poco mientras que una de sus manos empezo a acariciar mi cuello con delicadeza, bajo su mano hasta mi pecho y aunque  me encantaba tener sexo con el no tenia ganas ahora.

para ignacio - hable y quise sacar su mano pero no me dejo.

¿no quieres conmigo? - me miro con enojo.

no es que no quiera ignacio pero creo que deberiamos hablar antes, con ashton aprendi a hablar luego de discutir y no solo a reconciliarse con sexo, no es muy saludable - hable calmada tratando de que entienda.

no voy a responder nada - hablo tirando el delfin sobre el sillon - no quiero que te enojes mas, me voy a bañar

no dije nada y vi como se fue a la habitacion, mire el delfin y lo agarre, bufe levantandome rapidamente de el sillon, tire el delfin contra la pared haciendo que caiga al suelo en varios pedasos, entre a la hitacion golpeando la puerta, vi como ignacio salto en su lugar de el susto, camine hacia el mueble y agarre una remera de basquet, unos shorts de futbol y me ate el pelo, agarre un fajo de billetes de la caja fuerte, agarre las llaves y sali de el departamento.

cuando llegue a el nuevo the hell deje la moto y me apoye en ella, prendi un cigarrillo y me puse a mirar la casa, el terreno y todos los detalles de el lugar hasta que senti como hojas se quebraban detras de mi, me di vuelta y nadie estaba alli, como en el cementerio, rei apenas y cuando volvi a mirar la casa vi a un hombre parado en la ventana donde seria mi oficina, mire dos veces antes de tirar el cigarrillo a un costado y agarrar mi arma porque ese hombre parecia de carne y hueso no un fantasma.

subi las escaleras de la entrada y mire por el hueco que seria la puerta, movi mi movil para todos lados hasta que se prendio la linterna, lo puse en mi cintura para poder ver donde pisaba, entre y la casa estaba completamente en silencio, camine tratando de no hacer ruido pero era imposible, cada paso sonaba como un cascabel con el suelo de la maldita casa, lo bueno de que se escuchaban mis pasos era que los de el que estuviera arriba tambien, subi las escaleras corriendo y me meti a una de las habitaciones girando en 360, estaba vacia y cuando me asome hacia la pieza que estaba al lado tambien estaba vacia, camine despacio tratando de agudizar mi oido y hacer el menor ruido posible, se escucho un paso en mi oficina y cuando quise caminar hacia alla algo cayo abajo rompiendose por el ruido, mi corazon empezo a acelerarse ya que no sabia que hacer, respire algunas veces y decidi ir a la habitacion, camine con precaucion hasta que llegue a unos centimetros de ella, cerre mis ojos por un segundo y entre a la habitacion rapidamente dandome vuelta y viendo hacia ella, por suerte mis reflejos son exelentes y cuando una hacha venia hacia mi cabeza me tire rapidamente de rodillas, cuando vino otra vez puse mi mano y la corto un poco, mi arma salio volanto de ella, de un movimiento con mi pierna hice que cayera hacia atras y cuando me pare vi a otro tipo de la misma estatura subir por las escaleras, no lo dude y corri hacia la abertura de la ventana, salte y doble mis rodillas, cuando cai lo mismo lastime uno de mis tobillos, por el silencio de la noche pude escuchar sus pasos bajar las escaleras, como pude agarrando mi mano y cogeando corri hacia la moto.

Definitivamente ellos no eran fantasmas.