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La vio aparecer en la sala en su silla, estaba preciosa con su conjunto de pantalón blanco y blusa color rosa, como toda una verdadera princesa.

Saffa se quedó mirándola, quizás le llamo la atención de que Lizy estuviera en una silla de ruedas y no caminando como ella pensaba.

-Me tienes abandonada Sel- se quejó Lizy.

-Sabes que tengo mucho trabajo, preciosa... quiero un abrazo- Sel se acercó a su hermana pequeña y la abrazo con todas sus fuerzas que tuvo.

La verdad era que la extrañaba mucho. Sel y Lizy son hermanas inseparables y ahora el hecho de estar alejadas, hace que se necesiten mucho mutuamente. Estar tanto tiempo separadas de ella la entristecía bastante.

-¿Quién es ella?- pregunto Lizy mirando directamente a Saffa quien se encontraba tímida al lado de la madre de Selena.

-Ella es Saffa, la niña que cuido en la casa de los Malik's, me ha acompañado porque tenía ganas de conocerte, jugar y ser tu amiga – Se inclinó para quedar a la altura de su hermana – realmente espero que tú también quieras serlo.

- ¿Por qué ella querría jugar con una invalidad como yo? – menciono Lizy, con la mirada fija en el suelo.

- Que estés invalida no significa que no podamos jugar- hablo Saffa con encantadora sonrisa.

-Ves Lizy, deja de ser así y date la oportunidad de tener una amiga, Saffa es una niña muy buena, veras que las dos se llevaran bien – Selena trataba de que su hermana no se cerrara y se diera la oportunidad de hacer amigas, que pudiera hacer su vida como una niña normal, porque la infancia es lo más importante en la vida de un ser humano – solo date una oportunidad.

-Está bien, en mi habitación tengo muñecas, ¿quieres jugar conmigo? – pregunto la hermana a Saffa.

- Claro – respondió Saffa, mientras se encaminaba hacia Lizy.

Sel solo sonrió, vio como Saffa agarro la silla de rueda de Lizy y la ayudo a dirigirse a la habitación, se veían muy encantadoras juntas.

-Y tú, ¿Cómo estás? – Pregunto su madre, la pregunta hizo que Sel se sobresaltara en su lugar – hace mucho que no se de ti.

- Bien, bien mamá – respondió ella – tomemos un café, tenemos muchas cosas que contarnos.

Y así lo hicieron, se sentaron en la mesa, cada una con una taza de café.

Le encantaba estar así con su madre, siempre hubo una muy buena comunicación entre ellas, siempre el apoyo y el cariño. Ella podía decir con orgullo que su madre era la mejor de todas.

-¿Y papá, a qué horas llega? – pregunto Sel poniendo un poco de azúcar en su taza.

-Creo que ya estar por llegar, hoy sale temprano – respondió su madre - ¿Cómo te has sentido últimamente? La última vez supe de ti, tenías fuerte dolores de cabeza.

-Sí, fui al médico, solo era estrés, pero estos días no sentí nada de eso, me sentí muy bien mamá. ¿Cuándo empieza Lizy con su rehabilitación? Pregunto ella cambiando de tema.

-Mañana por la tarde y como sabes por la tarde trabajo.

-Lo sé y quieres que vaya con ella... no te preocupes, yo iré mamá.

-Gracias cariño – agradeció su madre.

Un sonido de llaves en la puerta interrumpió su conversación, su padre había llegado, al entrar venía con un rostro serio, pero al ver a Selena su rostro se ilumino completamente dejando ver una sonrisa.

-¡Hola papá! – saludo ella levantándose de su asiento y dando un fuerte abrazo y un beso en la mejilla a su padre.

-No esperaba encontrarte hoy aquí, en casa – dijo su padre sacándose la chaqueta que llevaba puesta.

-El hijo mayor de los Malik me dio autorización – y aun se encontraba asombrado con él, precisamente que él le diese autorización.

¿Quieres tomar una taza de café con nosotras? – pregunto la madre.

-Claro que sí, amor – respondió él tomaba asiento en una de las sillas del comedor.

El amor de sus padres era incondicional, siempre se apoyaban y hacían las cosas juntos. Se conocieron cuando eran jóvenes y de inmediato sintieron esa química.

-¿Y cómo te tratan en esa casa? – pregunto su padre comiendo u poco de pastel, servido por su señora.

-Hasta el momento todo va bien – respondió Sel, no se encontraba muy concentrada en la conversación, sus pensamientos estaban en él, Zayn, no supo porque, pero recordó aquellos dos besos que se dieron.

Era raro, porque realmente para ella no fue un error, sino... ni siquiera sabe que fue.

-¿Y cuándo volverás? – lo que más odiaba de su padre eran sus interrogatorios, siempre haciendo preguntas.

-No lo sé, la señora Trisha no ha llamado desde que se fue de viaje – era verdad, no sabían si estaban vivos o muertos, no había noticias de ellos desde que se fueron – bueno, voy a buscar a Saffa que ya tenemos que irnos, tengo que hacer la cena.

Se levantó de su asiento, y se dirigió a la habitación de su hermana, cuando entro en él se encontró con las niñas jugaban muy amistosamente.

Selena no pudo negar que hubo un momento en que le dio miedo de cómo podía reaccionar Saffa, al enterarse de que su hermana no podía caminar.

Pero cuando Saffa hablo, ese miedo desapareció, ella la aceptaba tal y como era. Era maravillosa como una niña fuera tan hermosa por dentro como por fuera.

Solo Soy Una Empleada | Zayn Malik|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora