Tʜᴇ Nᴇᴡ Sᴜɴʀɪsᴇ (Viaje en el tiempo - XianWang/WuJi) [EN PAUSA]

xɪ : Amar cada pequeño segundo a tu lado

Wei WuXian estaba en el paraíso.

Después de llegar al pabellón bibliotecario con Lan Zhan, en donde Wei YouXing ya los estaba esperando; se habían instalado en un cómodo ambiente ni tan silencioso o ruidoso.

La menor de los Wei se ofreció felizmente a enseñarle la pieza musical que Wei WuXian había estado tocando a la Joven Lan; esta por su parte, quedó completamente encantada con la nueva melodía que aprendió. Sin mencionar que estar tanto en presencia del Líder de Secta Hua como su hermana, llenaron un vacío que no se había dado cuenta llevaba en su corazón.

La presencia serena de Xian-Niangzi era tan similar a la de Lan XiChen, aunque con un aire de picardía mayor; ella entendía sus imperceptibles murmullos o miradas, sin necesidad de más palabras.

De hecho, a ninguno de los dos parecía molestarle el hecho de que Lan Zhan no hablara prácticamente nada, felizmente leyendo sus respuestas monótonas tal y como Xiongzhang lo haría.

Lan Zhan mentiría si dijera que no sintió una gran satisfacción ante lo atento que el Líder de Secta Hua se comportó con ella, velando por su comodidad haciéndole de vez en cuando preguntas con respecto a sus gustos y quehaceres diarios. La Doncella Lan apenada, respondería brevemente todas y cada una de ellas viniendo del imponente hombre que hasta el momento ha provocado miles de sentimientos y emociones en la joven sin que pudiese hacer algo para evitarlo.

A ella, en realidad no le molesta. Le gusta tener la atención del hombre, escuchar su profunda y seductora voz. Su encantadora risa y palabras halagadoras en su nombre, siendo respaldada por la Dama Inmortal Sakura. Ellos parecían felices de compartir con Lan Zhan y contar con su tranquila presencia, lo cual era mutuo.

Lan Zhan de inmediato se dio cuenta de lo mucho que le gustaba escuchar la voz del Patriarca de Yiling refiriéndose a ella; cómo se preocupa de pedir su opinión, aunque sepa que no dará mucha palabra en cualquier tema de conversación. Cómo se tomó el tiempo de preguntarle si estaba bien que su hermana, se tomara la confianza de tratarla como si fueran cercanas e invitarla a visitar Feiying Saray.

Al parecer, la Dama Inmortal halló en ella una buen amiga con quien compartir conocimientos musicales con el guqin y temas de cultivo o cosas de chicas.

—Sería un placer tener charlas con usted, y beber el té mientras disfrutamos de una linda tarde en mis edenes, Señorita Lan —ella le dio un par de palmaditas en la mano— estoy segura de que Xiongzhang piensa igual que yo. Él estará encantado de tenerla en Feiying Saray como una invitada especial.

El aludido estaba feliz de llevar un velo, o de lo contrario, se habría mostrado lo ruborizado que estaba su rostro y lo rápido que se estaba derritiendo en un charco de emociones por lo adorable que es su amada. Más aún, con esa mirada llena de sorpresa en sus hermosos orbes dorados y sus labios cereza entreabiertos por lo mismo.

¿Cómo era posible que existiera un ser celestial de este calibre en el mundo mortal? ¡Su Lan Zhan es demasiado para este asqueroso mundo!

Aclarándose la garganta, Wei WuXian habló estando de acuerdo con su pequeña hermana, a pesar de sí mismo. —Meimei tiene razón, Señorita Lan. Nada me encantaría más que tenerla visitando nuestro hogar.

La joven bajó la mirada ante la adulación del hombre.

Aunque no debía, era inevitable sentir ese regocijo interno con su corazón latiendo a mil por horas. Sus orejas comenzaron a calentarse en las puntas, y una sonrisa amenazaba con tirar de la comisura de sus labios. Lan Zhan se los mordió conteniéndola, mas no la detuvo de responder positivamente a la invitación de ambos inmortales.

Además, por alguna razón se contentó en notar que era del total agrado de Mí Huā Yǐn Mèi¹, de quien se sabe que, si la persona no pasa la prueba con ella, jamás tendrá acceso a Xianjing o siquiera la posibilidad de acercarse a su hermano, el Patriarca de Yiling.