Advertencias
Habían pasado dos meses desde que el viejo Diablo me había encontrado en el
parque y habíamos ido a beber; caminaba rumbo a casa de mi amiga Julieta y decidí pasar a
un café donde vendían su favorito. Este lugar está cerca de un hospital por donde había
pasado miles de veces y nunca vi nada fuera de lugar, era un café común y corriente.
Pero ese día dentro del café vi a una Chica rubia vestida de blanco sentada muy
cómodamente en un taburete con un café y un sándwich en la mesita, una mochila colgada
en la silla una pila de unos 5 o 6 libros frente a ella y una libreta donde hacía anotaciones de
memoria y daba sorbos cortos a su capuchino.Lo primero que pensé es que seguro era estudiante de medicina (las profundas
ojeras la delataban) y seguro estaría en exámenes; pero esta teoría se fue al Diablo cuando
se levantó del taburete y cruzó el café atravesando la mesa y llegando hasta mí para tomar
de la barra una cucharita. El aire se heló cuando se levantó y pasó cerca de mí, no pude
contener un escalofrío al notar esto. Se volvió, me miró justo a los ojos y dijo: “¿Tú eres el
nuevo verdad?”Me le quedé viendo tal vez unos 30 segundos sin saber que decir hasta que ella
rompió el momento incómodo, me tomó de la mano (la cual tenía helada) y me dijo: “ven
siéntate”. Nos sentamos a la mesa que tenía ocupada, me vio a los ojos y con una sonrisa
inquietante me dijo: “Un chico listo eh, no deberías poder verme, ¿Te dieron el don hace
poco o así naciste?”En eso tomo de su mochila una libreta y comenzó a hojear muy rápido casi
desesperada hasta que encontró lo que buscaba y dijo: “No, tu no naciste así, hiciste algo
para llamar su atención, ¿Quién eres?”
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¿Cómo que no debería poder verla?, ¿entonces quién es? – pensé. Soy Luis y… - ya
sé tu nombre y se cuando naciste- me interrumpió y continúo diciendo sé quiénes te
trajeron a este mundo y cuándo y por qué, y sé que te gusta leer y la música rara, y que
tienes una debilidad interesante por las chicas de ojos grandes… hmm, tal vez esa es la
respuesta. No puedo decirte mucho más – continúo la rubia-, sólo ten cuidado con los
espejos… A ella le gustan los espejos.¿De quién estás hablando? – Respondí- ¿Quién eres tú? Yo sólo vine por un café y
no tengo idea de que estás hablando…Shhh, me calló en seco y puso su dedo largo y delgado sobre sus labios de un rojo
pálido y dijo: “te lo voy a decir una sola vez, espero no volverte a ver hasta que sea
necesario. Nunca más te quedes solo en una habitación con espejos. ¡NUNCA!, si estas en
un baño evita mirarte en él, ¡NO lo hagas!, no te conviene… si lo haces puedes liberarla y
no creo que sea buena idea, ella es muy peligrosa. ÉL ya te lo advirtió, fue muy claro.
Ahora hazme caso a mí, ¡NUNCA te quedes solo en una habitación con espejos!, tal vez
solo en tu casa ahí no puede tocarte, te tienen vigilado… protegido quiero decir. Ah y
respondiendo a tu pregunta ¿Quién soy?.. Bueno, tú sabes quién soy… soy La Muerte o al
menos parte de lo que Muerte quiere decir, es complejo no hace falta que lo entiendas al
menos no por ahora” dijo con una expresión mitad asustada y mitad imponente como quien
es dueño de un secreto y solo es libre de revelar partes de él.¿Entonces tú eres la muerte? Entonces, ¿Tú eres la muerte?, le dije no sé si confundido o incrédulo.
Vaya sí que eres lento – dijo la rubia- ¡Sí!, yo soy la muerte… ya sabes: guadaña,
ropa negra, calavera, ¡la muerte!
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Oye tenme paciencia – dije- ¡Estás vestida de blanco!, y yo nunca había visto a la
muerte, al menos que yo recuerde; además estas muy casual aquí, tomando café y
comiendo, ¿cómo puedes comer si eres la muerte?- ¿Esa es tu preocupación? Te acabo de decir que hay un demonio que está detrás de
ti, que si te quedas solo en una habitación con espejos puedes liberarlo y nadie sabe qué
puede pasar ¿Y tu preocupación es como la muerte puede comer? ¿De verdad?, además dije
que soy la muerte no que estoy muerta, no es lo mismo, así como no es lo mismo estar
jodiendo que estar jodido ¿verdad?
-Ok, perdón es que no entiendo nada.
-Y no hace falta que entiendas, sólo hazme caso, ¿ok?
-Ok…- Pero bueno, esto no es culpa tuya a menos que hicieras algo para llamar su
atención… ¿Jugaste a la Ouija o hiciste alguna tontería similar en algún panteón? Hmm no,
no creo que hayas hecho tonterías pero nada así, bueno mira te voy a dar esto (sacó de su
mochila una cadena con un dije en forma de espada parecía antiguo tal vez de plata) esto te
va a ayudar a encontrarte con Ramiel, el se encarga de velar por los resucitados y en este
caso también de los caídos, no sabes de quién vas a necesitar ayuda.Me tomó una mano y me dijo casi como despedida: - Por favor, pon atención a las
señales; no te puedo decir más, porque no sé qué es lo que va a pasar pero ella nunca…
NUNCA pierde a quien quiere tener. Ni su mismo padre ha podido evitarlo y muchos más
interesantes que tú han caído para siempre… y ahora déjame seguir trabajando y cuidado
con el carro que va a pasar en la esquina el rojo va muy rápido y estás muy confundido.
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No sabía bien qué pensar, ¿Quién es Ramiel?, ¿por qué voy a caer?, y ¿por qué
ELLA es tan peligrosa? ¿Y esta muerte será la misma muerte de siempre? o si hay muchas
o no debería preocuparme por eso.Al menos el dije que me entregó está padre y combina con todo…
Al llegar a la esquina escuché un claxon y el patinar de llantas di un salto a la pared
y pasó un carro de color rojo a centímetros de mí, me di vuelta para ver la puerta del café y
ella ya no estaba, en el cielo vi una nube que parecía una pluma y el dije se puso más
pesado… esa era la señal.
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El Libro Rojo O El Manual del Perfecto Esclavo
AdventureLuis: un tipo común y corriente camina por la ciudad encontrando a diferentes personajes supranormales y sin querer conoce a la "Mujer" de su vida.