Me olvidé de la visita a Julieta. Más tarde le llamé y me disculpé por no poder ir a
verla; creí que era más importante seguir el rastro del Dije que me dio La muerte.Caminé rumbo al centro de la ciudad, pasé por barrios feos donde yo sabía que no
me convenía caminar y menos si ya estaba anocheciendo: era muy probable que me
asaltaran de nuevo o me saliera algún loco de por ahí. - Sí ¡claro!, “algún loco”- pensé- lo
dice el que habla con el diablo y con la muerte.
La caminata me llevó a la zona de la universidad el área de Artes, mientras más me
acercaba al edificio principal más pesaba la espada de plata y mientras más oscuro se ponía
parecía que salía una especie de luz de ella y se calentaba poco a poco. Después de 30 o 40
minutos llegué al edificio de Artes y ya era imposible cargar el dije con el cuello; intenté
quitármelo y fue imposible; entré y seguí casi arrastrado por una energía rara… nunca había
sentido algo así, me jalaba y empujaba al mismo tiempo, no sabía a dónde tenía que ir pero
sabía que debía llegar rápido. Cuando me di cuenta ya estaba corriendo con todo lo que las
rodillas me daban: pasé por afuera de salones, áreas comunes, áreas verdes, cafeterías,
cuando de pronto tropecé o pensé que había tropezado, sentí la caída y apreté el cuerpo
esperando el golpe con el piso… y esperé y seguí esperando pero no recibí ningún golpe,
no sentí la adrenalina bajando no me llegó el sabor a sangre en la boca, no estaba sintiendo
nada…
Abrí los ojos y ya no estaba en la escuela de Artes, estaba en un espacio blanco que
bien podría ser un set de grabación o un cuarto de aislamiento de un psiquiátrico. Si tienen
más o menos mi edad recordarán la habitación del tiempo donde Goku entrenaba y el
tiempo pasaba más lento, pues así se sentía como si el tiempo se hubiera detenido era una
vibra rara no malo o bueno… sólo raro.
8
Pensaba en todo eso cuando una voz en mi cabeza me dijo: - ¿Qué es un Goku?- .
No sé si respondí o sólo pensé las palabras pero la voz rió dentro de mi cabeza y dijo: “ah,
es una caricatura” la voz era agradable pero no atiné a saber si era un hombre o una mujer y
en mi cabeza me respondió: “Yo sólo Soy, no necesariamente hombre o mujer, pero puedo
verme de la manera que te parezca más amigable”Pensé dentro de mí: ¿Quién eres? Y una vez más dentro de cabeza escuché - “Soy
Ramiel. Soy el arcángel de los condenados, de la inteligencia y las artes; yo soy quien
envía las musas a los artistas y quien ayuda a que los científico le den forma a sus ideas y
con ellas se acerquen más a la verdad”. ¿Qué verdad?- Dije-, “La única Verdad” –respondió
Ramiel-.Muy bien… el arcángel de los condenados, debo entender entonces que ya me cargó
el payaso… me retracto, olviden al payaso no quiero que se desvíe la atención a los
payasos. Para este momento yo ya no sabía qué pensar el “lugar” donde estaba emitía
calma, mucha calma; tanta que me empezaba a sentir un poco claustrofóbico, no sabía si
había mucho espacio o si era muy poco. Si normalmente estoy confundido sobre donde
estoy, este era el siguiente nivel de la confusión.Por un largo momento sólo hubo silencio, hasta que frente a mi vi dos siluetas de
lejos. Podía decir que era un hombre y una mujer caminando uno al lado del otro y como se
acercaban a mí se acercaban entre sí, hasta que a unos 3 metros de mi se fundieron en un
solo cuerpo. Siguió caminando y cuando estaba a sólo unos pasos vi un hombre de casi 2
metros, delgado, vestido con ropa que se veía fina; parecía un modelo de alta moda; de piel
muy blanca y sonrisa amplia como quien acaba de comer algo muy rico o de dormir
después de estar muy cansado. Se plantó frente a mí y me dio un abrazo fuerte, apretado,
como si fuéramos los mejores amigos y llevamos mucho tiempo sin vernos, me dijo al
oído: “Sabía que serías tú, se los dije…TÚ serás quien le ponga final a su Soledad”.
9
Me soltó me vio de arriba abajo sonrió y dijo, “Nunca voy a lograr entenderla, pero
si le gustaste será por algo”; suspiro y me invitó con un gesto de su mano a sentarme en un
sillón que hacia 2 nanosegundos no estaba ahí, nos sentamos y me dijo: “Nadie la entiende
sabes, la juzgan sin entender el peso que lleva sobre sus hombros, a mi no me corresponde
juzgarla ni me gusta pelear con ella, y eso que llevamos milenios haciéndolo, al principio
no quería llevarse a quienes se llevó, solamente quería estar acompañada ya que una
eternidad es mucho para estar solo. Si peleamos es porque yo debo defender el alma de
todos los humanos así como mis hermanos lo hacen cada quien en su campo, después de
todo las almas no son de los humanos si no del creador”…Lo interrumpí y le dije: oye esto no lo entiendo, El Diablo mismo me dijo que era su
hija y que me advertía que tuviera cuidado; luego la muerte diciendo que los espejos y que
si se come el sándwich y si se le enfría el café y no sé qué más… y ahora tú me hablas de
no juzgarla y de milenios y nadie me termina de decir ¿Qué? , ¿Quién? o ¿Por qué yo?
¿Serías tan amable de aclararme que está pasando?Sonrió y me dijo: “Es un tema muy complicado el de la muerte, no necesariamente
es una persona muerta es sólo la encargada de llevar a quien tiene que partir al otro lado. El
tema de los espejos es porque son un portal a otro mundo y por ahí se comunican súcubos
demonios y otras cosas poco amistosas. Y el Diablo te advirtió por qué sólo uno saldrá
lastimado y ese vas a ser tú, si no tienes cuidado.Mira- prosiguió- lo que voy a hacer por ti es ayudarte a pensar en otra cosa, piensa
en que es lo que quieres para toda la vida… ¿Por qué no vuelves a escribir? ¿Ya no te
visitan las musas? Porque si es eso para todo hay una solución…En eso me empecé a sentir pesado y un viento frío me recorrió la espalda me dijo:
"Cierra los ojos… y prepárate" cerré los ojos y bum un golpe seco y un dolor en las
costillas, rodillas, cara y todo lo demás. Estaba de vuelta en la escuela. El pasillo frío con
ese mosaico verde me dejó claro que ya había terminado el "sueño".
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Me levanté con el dolor del golpe y un cansancio terrible en las piernas. Empecé a
caminar fuera de la escuela despacio muy despacio. Decidí en ese momento mandar todo al
carajo y me fui a un bar eran casi las 10 de la noche buena hora para empezar a beber y
rezar por no ver a nadie sobrenatural esa noche.
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El Libro Rojo O El Manual del Perfecto Esclavo
AventuraLuis: un tipo común y corriente camina por la ciudad encontrando a diferentes personajes supranormales y sin querer conoce a la "Mujer" de su vida.