Dr. Eric Rodriguez V

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Eric a elegido uno de los restaurantes favoritos de Addison. La velada a sido agradable, él no puede dejar de verla con ojos casi de amor, es tan bella y perfecta, tan graciosa he inteligente que es imposible no enamorarse a cada segundo y caer en sus encantos, a ella le gusta sentir eso, le gusta estar allí con él, se siente bien a su lado.

- "Solo una copa de vino más y ya" - advierte

- "¿Por?" - pregunta sirviendo un poco más del liquido

- "Después de dos copas no querrás verme"

- "No me molestaría en lo absoluto" - una sonrisa coqueta escapa de él

Después de beber dos copas de ciertos vinos Addison empieza hablar de más y no quiere nada de eso, podría espantarlo con cosas de su vida y es lo que menos desea. Ser un libro totalmente abierto tan pronto no es algo que este en sus planes, no por ahora.

Por su parte él vino que ya han bebido esta empezando a calentar la sangre y sus deseos carnales, eso se puede notar en aquellas miradas y sonrisas que lanzan entre ellos. Pero ella no quiere terminar de nuevo envuelta en la sabanas con este hombre y no por que no le guste, es evidente que si y el sexo con Eric a sido de los mejores que a tenido en su vida; pero quiere evitar arrepentirse al día siguiente y no entender que sucede con ellos; tema que aún no resuelve su mente ni su corazón.

- "¿Me disculpas? Solo iré a saludar a un colega"

- "¡Claro! - da una pequeña sonrisa

Eric se levanta de la mesa y camina hacia otra no muy lejos. Addison por su parte se queda disfrutando los últimos sorbos de su vino hasta que una vibración en la mesa y una luz proveniente del celular de su acompañante la distraen.

No quiere leer pero casi como imán sus ojos se encuentra con la pantalla, imaginando qué podrían ser la residentes de la fiesta... ¡ERROR!, ninguna de ellas había escrito.

Lee la pequeña pestaña que a quedado colgada.

- "Stephania: ¿Cuándo regresas a casa? Te extraño y la pequeña más. Nos haces falta. Te amamos"

Addison se a quedado en blanco, aquel mensaje le a tomado con la guardia baja. En cuestión de segundos toma su bolsa, se pone de pie y sale lo más rápido posible del lugar.

A lo lejos Eric se da cuenta y la ve pasar la puerta. Le a parecido demasiado extraño así que se despide enseguida de su amigo, toma su celular y allí es cuando entiende todo. De igual modo sale del lugar casi corriendo para alcanzarla.

- "¡Addison!"

Llega, he intenta detenerla, pero ella continua con sus paso firmes hacia la calle principal para tomar un taxi.

- "Addison... espera"

Al ver cómo hace caso omiso a su llamado, la toma de la muñeca y la hala suavemente.

- "¡Ven! Déjame explicarte"

- "No, no necesito que me expliques nada... todo esta demasiado claro Eric" - intenta soltarse de su mano

Esta molesta y con obvia razón, ¿quién no lo estaría? al interesarse de esa forma que está con alguien y que tienen una hija.

- "No, espera..."

Suavemente la acerca un poco más y al verla puede notar sus ojos ya cristalinos, lo cual enseguida le parte el alma.

- "Stephania es mi hermana"

Addison no pronuncia palabra alguna, solo lo observa un tanto confusa, intentando contener las lagrimas que ya siente al borde de sus ojos.

- "Y la pequeña es mi sobrina, Alana, de quien te hable"

Dr. Eric RodriguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora